jueves, 3 de mayo de 2012

CONGRUENCIA VS INCONGRUENCIA

de Andrés Manuel Landaeta Hernández, el miércoles, 2 de mayo de 2012 a la(s) 8:52 ·
La congruencia es esa sensación interna que se genera cuando lo que estamos haciendo o pensando tiene una buena dosis de veracidad, equilibrio, coherencia, sinceridad que nos impulsa a continuar con cualquier proyecto porque estamos en el camino correcto y ecológico.

Es un sentido de dirección y de energía interior que nos permite avanzar hacia nuestro objetivo sin excusas, justificaciones o demoras. Éste procede de tener todas las partes de uno trabajando unidas hacia el objetivo aspirado.

Cuando tenemos un objetivo claro y bien enfocado en nuestro horizonte, todas las partes involucradas participan en equipo para lograrlo, eso es congruencia.

Cada parte participa a su manera y contribuye hacia el logro del objetivo. Es como si todas estuvieran de acuerdo. Estas partes involucradas son los valores, principios, hábitos, creencias, sueños, deseos, visualizaciones, etc., y pareciera que se funden juntas para obtener un resultado.

Cuando hay congruencia, el logro de cualquier objetivo es fácil y se alcanza con un esfuerzo mínimo, porque todas las fuerzas propias tiran hacia la meta sin problema. Sin duda, todos hemos percibido esta sensación de logro en algún momento de nuestra vida.

Una persona con carácter carismático destaca cuando vemos que es fiel a su palabra consigo mismo y con los demás. Sus acciones reflejan lo que dice y su ejemplo va de la mano con su estilo de vida. Su congruencia se hace notar porque no se contradice ni se justifica, sino simplemente obtiene resultados.

Este ejercicio te ayudará a identificar la congruencia y a darte cuenta qué sucede en tu interior.

“Cierra los ojos y piensa en algo que querías con todas tus fuerzas y lo lograste, reconoce tus sentimientos congruentes: cuales son tus valores, tus creencias y la intención. Date cuenta cómo juntas cobran fuerza, observa los detalles de tu objetivo. Todo trabaja por ti y para ti para lograr tu deseo. Siente cómo se dan las cosas. ¿Hay algo en específico que pueda definir su congruencia?”

Lo contrario es la incongruencia, un estado de división interior, de indiferencia y pasividad. “Quiero, pero...” Es como si tiraran de nosotros en dos direcciones. Diferentes partes internas luchan por sobrevivir y cada una tiene su intención positiva. Esto produce un bajo rendimiento en el trabajo, en las relaciones personales y como resultados tenemos efectos nocivos para la salud. No hay energía ni dirección para lograr el objetivo.

La incongruencia es la lucha interna que no termina porque las diferentes partes están en constante conflicto y aunado a estos conflictos interviene la lucha del ego. El ego quiere sobresalir ante todo. Sin embargo, el ego tiene sus propias cualidades que no suelta; en ocasiones es cómodo, en otras, es egoísta, o es dominante. Se dedica al autosabotaje, la inconsistencia, las justificaciones y al autoengaño. Un empleado tiene aspiraciones a subir en la empresa, pero no logra levantarse más temprano para llegar a tiempo a su trabajo. Y diario justifica su falta de puntualidad. Otro se pregunta por qué no es reconocido en la oficina, si hace lo que le piden pero lo hace con pereza y desinterés, no proyecta una dedicación ni entusiasmo en lo que hace. No hay congruencia.

Si pretendes influir en los demás, la incongruencia te hará ver cómo falso, poco sincero, poco confiable, una persona que no tiene palabra y a la que nadie seguirá. ¿Qué impresión te da un médico que tratará tu problema de peso cuando él mismo pesa 100kg? No es muy congruente con sus propias técnicas.

En este ejercicio identifica alguna incongruencia en tu experiencia.

“Cierra los ojos y piensa en algo que por un lado era una buena idea y por otro tuvieras duda, te podía meter en problemas, o había inseguridad, o quizá la extraña sensación de que algo no te convence. Le das vueltas al asunto y no llegas a nada. Te cuesta iniciar y dar el paso, te sientes atorado y no ves el desenlace con claridad. Ésta es una señal de incongruencia. Conócela y reconoce donde estuvo el atore.”

Para librarnos de la incongruencia, en Programación Neurolingüística, es importante averiguar cuales son mis prioridades, mis valores, principios y creencias. Averiguar cuales son mis intenciones verdaderas: ¿dejar de fumar? O ¿sólo bajarle? ¿Seguir con el mismo trabajo aburrido para tener un ingreso? O ¿buscar algo que me entusiasme y pueda desarrollarme congruentemente? ¿Seguir como estoy aunque me cause angustia, ansiedad, enojo, agresividad y los problemas de salud correspondientes? o ¿aprender a trabajar con calma, a resolver las situaciones que se van presentando para lograr un equilibrio con todos mis recursos positivos?

Eres congruente cuando te sientes bien contigo mismo. Todo está en darse cuenta. Cuando no estás en equilibrio, te aconsejo que te detengas y analices tu situación. Después de analizarlo, toma acción, y busca ser congruente con tus principios, tus pensamientos y tus acciones. Verás lo fácil que es sentirse bien y lograrás mejores resultados en cualquier cosa que intentes.

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