En
esta etapa de elevación, las dimensiones se transforman, mueven,
encajan, reciclan, renuevan, avanzan, elevan y se alimentan de energía
especial, es una reestructuración energética universal. Todos los planos
elevan y al hacerlo, los que están atrás avanzan y los que están
adelante reciben energía nueva y se renuevan. El Principio Único se
rejuvenece y se nutre de datos actualizados para crear nuevas ideas, por
eso la Mente Universal es siempre joven, dinámica, activa y
actualizada. Él siempre creará las ideas más extraordinarias que podamos
imaginar; serán mejores, más sofisticadas, y lo podrá hacer porque él
también creció, maduró y tiene más experiencia en el conocimiento de la
existencia.
El
hombre-planeta Tierra está regido por una energía-pensamiento que emana
de la tercera zona y del tercer centro energético. Al poner en
funcionamiento el lado derecho del cerebro, él comenzará a alimentar el
lado izquierdo, activando y reciclando la energía que sale de la
glándula pineal. Todo su ser elevará, pasando automáticamente a la
cuarta zona y al cuarto centro energético. Al estar la
energía-pensamiento en el número cuatro, su vida se regirá de acuerdo
con las energías que viven en ella.
El
comportamiento del hombre-planeta Tierra está gobernado en forma
general por las zonas uno, dos y tres y por los centros energéticos del
mismo número. Por lo tanto, aún se encuentra inmerso en los mundos
inferiores. Al pasar al número cuatro, entrará al centro energético del
Plexo Solar (corazón), entonces serán las emociones las que deberá
trabajar analíticamente y convertirlas en sentimientos cósmicos con
conocimiento, entendimiento y amor.
La
era de acuario simboliza la solidaridad, confraternidad, cooperación,
desapego, unión y trabajo en conjunto. Sus regentes son Saturno y Urano.
Se representa con la noble aparición de un hombre humano realizado con
los trazos de un viejo anciano. Es un signo de aire con resonancias de
agua que sacia la sed del alma. El mundo de acuario indica afinidades
elevadas, que hacen a los seres convivir en plena esfera universal. Es
el despojamiento que libera las fuerzas espirituales para la superación,
y esta es fluida, leve, etérea, volátil, transparente y angelical. Es
el desapego y la serenidad, unido al altruismo y el sentido de la
amistad y dedicación social. Es también progreso, emancipación, libertad
y aventura.
Una
vez trabajadas las tres primeras zonas, el ser se estará preparando
para continuar su camino y entrando a la cuarta, que pertenece al signo
acuario. Luego pasará a los otros, que son capricornio, sagitario,
escorpión, libra y virgo. Con los dos últimos, el ser habrá conseguido
el equilibrio. Las dos fuerzas antagónicas del universo igualan sus
contrastes. Es la neutralización de las fuerzas contrarias. Es el
refinamiento de la justicia y de la verdad. Es el equilibrio del
universo corporal y espiritual, entre la Tierra y el Cielo. Es el
retorno a la unidad, a la manifestación universal…
Texto: EL SER UNO I – Los Arcanos de Thoth
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