miércoles, 2 de mayo de 2012

La meditación y sus beneficios

La meditación y sus beneficios

“Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.” Dalai Lama.
Muchos hemos escuchado la palabra “meditación” y cada vez más a menudo se nos va haciendo familiar, pero ¿En que consiste y cuales serian sus beneficios?
La meditación es una práctica que permite al ser humano introducirse en el mundo interior de su propio ser, descubrir deficiencias emocionales y mentales, además de conocerse a si mismo y poder adquirir una conciencia más amplia de su propia existencia.
Normalmente vivimos en un estado de tensión y de nervios y la concepción de una cultura de lo externo, del consumismo y de la velocidad, donde nuestros problemas más profundos quedan relegados por otros más triviales y de menos relevancia.
Lo que las personas deben comprender es que no es una práctica “religiosa” u “oriental”, sino que  corresponde a la esfera de la misma esencia del ser humano como un ser espiritual, mas allá de la envoltura material; por ende, representa una herramienta de aspecto espiritual pero con tal repercusión en el plano físico que a los incrédulos sorprendería.
Por medio de la práctica habitual de la meditación se logra encontrar la respuesta a muchos interrogantes que, por otros medios, no podrían adquirirse y que son tan fundamentales para la persona que influyen en su felicidad o infelicidad.
La meditación puede resumirse como el “escucharse a si mismo”, direccionando el foco de la causa de los problemas que a diario padece una persona hacia su propio interior, dejando de buscar la solución por fuera, cuando el problema radica en algún desequilibrio interno que se manifiesta en algo externo.
El propósito de la meditación es pacificar y calmar la mente. Si mantenemos una mente apacible, no tendremos preocupaciones ni angustias y disfrutaremos de verdadera felicidad; pero si nuestra mente está alterada, no conseguiremos sentirnos felices aunque estemos rodeados de las mejores condiciones. Si nos adiestramos en la meditación, iremos descubriendo en nuestro interior una paz y una serenidad cada vez mayores y disfrutaremos de una forma de felicidad que se irá volviendo más pura. Finalmente, estaremos siempre contentos incluso ante las situaciones más adversas. Aprendemos a crear un espacio en nuestro interior y una flexibilidad y claridad mentales que nos permiten controlar nuestra mente sin vernos afectados por los cambios en las circunstancias externas. De manera gradual, desarrollamos una estabilidad mental, un equilibrio interior que nos permitirá permanecer siempre felices en vez de oscilar entre los extremos de la euforia y el desaliento.

Los beneficios de la meditación

En los estados meditativos profundos y realizados a conciencia y con cierta habitualidad se pueden alcanzar estados donde se pierde la noción del cuerpo físico y se puede experimentar la libertad del espíritu y alcanzar respuestas a interrogantes que la persona buscaba por mucho tiempo. Además se adquiere una mayor percepción de la vida ampliando día a día sus virtudes y reduciendo sus defectos y también destacando los beneficios en lo que respecta a la salud física y espiritual.
Deepak Chopra, un conocido médico y escritor norteamericano de origen hindú, expone que  “el estado fisiológico de los practicantes de la meditación experimenta cambios definitivos hacia un mejor funcionamiento. Cientos de hallazgos muestran una reducción en la respiración, un menor consumo de oxígeno, y una reducida tasa metabólica.  En términos del envejecimiento la conclusión más significativa es que el desbalance hormonal asociado con el estrés – que se sabe acelera el envejecimiento – se revierte. Esto a su vez desacelera e incluso revierte el proceso de envejecimiento… Mi experiencia con estudios llevados a cabo con personas que practican la Meditación Trascendental deja establecido que las personas que han practicado la meditación durante un buen número de años pueden tener una edad biológica de entre cinco y doce años menos que su edad cronológica.”

UNIENDO CONCIENCIAS


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