Mostrando entradas con la etiqueta caridad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta caridad. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de mayo de 2012

LA CREACIÓN DE RELACIONES DE AMOR

Son niveles de aprendizaje distintos, y tenemos que aprender algunos de ellos en carne propia. Tenemos que sentir el dolor. Los espíritus no sienten dolor. Están en una etapa de renovación. El alma se renueva. En estado físico, cuando entran en la carne, sienten dolor; pueden sufrir. En forma espiritual no se siente dolor. Sólo existe felicidad, una sensación de bienestar. Pero es un período de renovación por el que pasamos. En estado espiritual, la relación entre la gente es distinta. En estado físico, pueden experimentarse las relaciones.

Tras nacer en estado físico, nuestra principal fuente de aprendizaje es la relación con los demás. A través de la alegría y el dolor de las relaciones con otras personas, progresamos en nuestra senda espiritual para aprender sobre el amor desde todas partes. Las relaciones son un laboratorio viviente, una prueba sobre el terreno para determinar cómo nos va, si hemos aprendido nuestras lecciones, para descubrir hasta qué punto nos acercamos a nuestro plan vital predeterminado. En las relaciones se evocan nuestras emociones, y reaccionamos. ¿Hemos aprendido a poner la otra mejilla o contraatacamos con violencia? ¿Tendemos la mano a los demás con comprensión, amor y compasión, o reaccionamos con miedo, egoísmo o rechazo?

Sin las relaciones no lo sabríamos, no podríamos evaluar nuestro progreso. Son oportunidades maravillosas para aprender, aunque difíciles.

Estamos aquí en estado físico para aprender y crecer. Aprendemos rasgos y cualidades como el amor, la no violencia, la compasión, la caridad, la fe, la esperanza, el perdón, la comprensión y la conciencia. Tenemos que olvidar rasgos y cualidades negativos, entre ellos el miedo, la rabia, el odio, la violencia, la avaricia, el orgullo, la lujuria, el egoísmo y los prejuicios.

Esas lecciones las aprendemos principalmente a través de las relaciones.
Puede aprenderse más cuando hay muchos obstáculos que cuando hay pocos o ninguno. Una vida con relaciones difíciles, repleta de obstáculos y pérdidas, presenta muchas más oportunidades de crecimiento del alma. Una persona puede haber elegido la vida más difícil para poder acelerar su progreso espiritual.

En ocasiones un hecho negativo, como perder un trabajo, puede suponer la apertura de una oportunidad mucho mejor. No tenemos que sufrir con anticipación. Es posible que el destino necesite algo más de tiempo para tejer su intrincado tapiz. Además del dolor y de las dificultades, también hay amor, alegría y éxtasis en este mundo. Estamos aquí para vivir en comunidad, para aprender sobre el amor al estar entre otros seres humanos que siguen la misma senda, que aprenden las mismas lecciones. El amor no es un proceso intelectual, sino una energía bastante dinámica que fluye por nuestro interior en todo momento, seamos o no conscientes de ello. Tenemos que aprender a recibir amor, además de darlo. Sólo en la comunidad, sólo en las relaciones, sólo en el servicio a los demás podemos aprender realmente la energía del amor, que todo lo abarca.

Extracto del libro, Los mensajes de los sabios, de Brian Weiss