Mostrando entradas con la etiqueta espiritu. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta espiritu. Mostrar todas las entradas

domingo, 10 de junio de 2012

EN CADA PASO . . .

El Espíritu está presente en cada paso que das y en cada movimiento que haces.
Si tomas conciencia a cada segundo, estás haciendo mucho más por tí de lo que harías si intentases mirar al pasado, buscando las causas, las razones y cosas así.
Claro que si viene algún recuerdo, puedes perdonar lo que haga falta, dar amor a ese recuerdo y a tí, para luego seguir adelante con tu vida y amar todo lo que hay en tu vida.
- John-Roger

sábado, 9 de junio de 2012

ORACION DE AGRADECIMIENTO A DIOS


Señor Dios, una vez más damos las gracias por la oportunidad de estar Contigo. Te pedimos que nos Hagas sobrepasar cualquier cosa que hayamos elegido que nos mantendría rezagados o restringidos de Conocerte.
Elévanos de nuestras pretensiones y falsedades que hemos colocado delante de nosotros en la forma de juicios y conocimiento falso. Te pedimos que Te lleves la ilusión para que nos Asistas, a pesar de lo que hayamos hecho.
Green
Nos acercamos a Ti en Gracia, a la puerta del perdón. Restaura nuestra dicha y nuestro valor, para que podamos pasar cada día y lo que nos encuentre, conociendo las bendiciones de cada momento y estando contentos con lo que contemplamos como a la verdad eterna.

Aportamos nuestro entusiasmo para hacer lo mejor que podemos. Confiamos en que siempre Estás con nosotros y que Has preparado el camino.

Nada hay en contra nuestro que vaya a prevalecer por siempre. Cualquier negatividad que encontremos, no ha de prevalecer. Hemos resucitado en el Cristo. El Espíritu Santo es nuestro compañero.

Tu traes la mano del Señor para que nos acaricie, la fortaleza para que nos eleve, la vista para mirar Tu rostro, la Luz que nos permita ver la verdad y la sabiduría para saber que Tu voluntad se ha hecho. Y encontramos paz eterna en Tu amoroso abrazo.
Baruch Bashan.

viernes, 8 de junio de 2012

LA PLENITUD DEL ESPIRITU

Si quieres conocer la plenitud del Espíritu, haz que tu vida sea un ejercicio espiritual gigantesco.
Comprométete contigo mismo, momento a momento. Es lo más valioso que puedes hacer. Dedícate a tí mismo y haz que tu dedicación sea tu primera prioridad, sea que estés en una relación, un matrimonio, una carrera exigente o cualquier otra situación.
Tu primera prioridad es con tu propio despertar espiritual.
- John-Roger

martes, 29 de mayo de 2012

PROYECTO ORION

Martes 29 de Mayo de 2012, 13:20
Me fue dado este mensaje hace unos 10 minutos atras, en este tiempo lineal.
Estos mensajes se van a dar a traves de un canal, que se ha prestado voluntariamente, tomando en cuenta, y siempre tomando en cuenta, que es voluntario, y tu siempre tendras en cuenta (transcriptor) que dado que eres muy amoroso para impartir el mensaje, te gusta compartir con los hermanos. Es una gran bendición, y va a ser de muy buen provecho, todos los mensajes que se van a canalizar orientados a todo aquel, que tenga el espíritu abierto.
Los mensajes vienen de Orion, Orion no son las estrellas de Orion, como todo el mundo tiene pensado. Orion son un cumulo de energias, provenientes de la corona del sol ardiente, que juntamente con las energias de la rejilla magnetica, estan haciendo un trabajo hermoso, un trabajo lindo, un trabajo espectacular, trascendental, para la evolución del planeta tierra, y el salto al siguiente plano, y al siguiente nivel evolutivo que corresponde, y por el cual estan pasando en este momento todos. Esperamos que todos los mensajes que sean dados, sean bien discernidos, y sean amorosamente aceptados, o amorosamente rechazados, y que todo sea para la construccion, y para la armonización, y para el apoyo y el aporte al plano al cual estan destinados todos a subir.
Este mensaje es solo introductivo, es para que sepan que Orion esta de su lado tambien, y esta dispuesto a aportar los conocimientos, y a aportar las informaciones, el apoyo que todos necesitan y estan buscando. Su finalidad, sacar a la Luz todas aquellas preocupaciones, emociones, sentimientos, que hasta ahora, los tienen atrapados en la 3D vamos a tratar de hacer todo lo posible, por poder comunicarnos en el lenguaje sencillo, al que ustedes estan acostumbrados, y cualquier duda, pueden hacer perfectamente uso de todos sus recursos lingüisticos, para preguntar, y asi vamos a estar dispuestos a responderles todo aquello que ustedes necesitan saber.

Sesion canalizada por: Griselda I. Oliveros

 colaboracion de: Yuryatyn (transcripcion)

EL LENGUAJE DEL ESPIRITU

¿SABÍAS QUE EL ESPÍRITU TIENE SU PROPIO IDIOMA?

¿Cómo el espíritu puede tener su propio Idioma, habla inglés, francés, español, japonés?... No, el idioma del Espíritu se llama: Intención.
Cuando las personas hablan, expresan, piensan y más, es la Intención que va a juntar a las energías-palabras de lo pensado y estas van a salir de la boca emanando la frecuencia y vibración con la que fueron unidas y dependiendo de su intención estas serán expresadas y oídas. Es muy importante como se piensa y se habla, porque esta manera de expresarse, va a representar la vida del ser, formando su carácter y personalidad que lo determinará. Es muy cierto el dicho que dice: “Ustedes son lo que piensan”.

Durante muchos años, desde la niñez, juventud, adolescencia y adultez, el ser humano se ha acostumbrado a pensar y hablar de una manera y esta forma de expresarse lo ha acompañado hasta la actualidad. Tanto es así, que ya está totalmente adaptado y no se da cuenta que muchas de las palabras están tan arraigadas, que las usa constantemente y repetidamente, tanto, que el cerebro las tiene catalogadas y seleccionadas, activándolas positivamente o negativamente, cuando lo cree necesario.

Todos los que han Despertado la Consciencia, perciben cambios en su vida, entorno y medio ambiente. Están adquiriendo consciencia de la objetividad y existencia, ya no hacen las cosas por hacerlas, las están pensando, analizando y desean con toda la buena intención, que el esfuerzo a su trabajo interior, de los resultados positivos y no quieren equivocarse. Por esta razón siempre se están preguntando si esto o aquello es lo correcto.

Tener consciencia es saber cuidar, respetar y amar, sus tres cuerpos: Material, Psíquico y Espiritual. Hoy en día tienen el conocimiento al alcance para saber cómo deben cuidar el cuerpo material: Excelente alimentación (Vegetariana, Holística etc.) ejercicios que los mantengan en forma, sueño reparador, higiene y limpieza y todo lo que saben al respecto del cuerpo físico. El cuerpo Psíquico, lo deben alimentar con energías-pensamientos positivos, meditación, descanso, diversión, transmutar y trabajar sus emociones-negativas-enfermas, entenderlas, canalizarlas adecuadamente y más…

¿Y el Espíritu, saben cómo lo tienen que cuidar? La respuesta correcta sería: Si cuidan el cuerpo material y psíquico, automáticamente estarán cuidando del espíritu - ¿Cómo? - Nutriéndolo correctamente. El espíritu funciona en base de Electromagnetismo, Frecuencia, Vibración, Ritmo, Colores y más, si ustedes no lo nutren de estos elementos, entonces el espíritu no se desarrollará y una de las formas más importantes de su nutrición es: La Intención del Pensamiento y de la Palabra.

Todo origen y plasmación de una realidad, comienza en el pensamiento, porque ustedes son pensamientos. La palabra es una consecuencia del pensamiento, por lo tanto: Hay que pensar antes de hablar, porque la Intención que coloquen en el pensamiento y en las palabras que se pronuncien se convertirán en: La Causa y Efecto, de lo que se siembra y luego se cosecha.

¿Qué significa Intención? La intención es el objetivo que se persigue cuando se habla, escribe o se emite algún mensaje. Si se quiere informar, el mensaje tendrá ciertas características. Si se quiere enseñar cómo se realiza algún procedimiento, el lenguaje varía. Tanto la estructura como las palabras empleadas en cada caso, son diferentes. Sin embargo, un mismo mensaje puede tener más de una intención. Reparen con esta explicación, que el cómo, cuándo, por qué y dónde, son muy importantes en la vida del ser, porque ayudará a definir la verdadera intención de la: Obra, Acción y Pensamiento en el diario vivir.

Cuando el Espíritu se va formando él va eliminando poco a poco del lenguaje interno, infinidad de palabras o expresiones, él se reprograma automáticamente, las comienza a rechazar, porque no son afines a él. También va apagando de la memoria las frecuencias, vibraciones, ritmos y colores que le puedan causar sobresaltos inestables en el electromagnetismo de su cuerpo espiritual, de esta manera, mantendrá su estabilidad, armonía, cordura y equilibrio, manteniendo a estas frecuencias inalterables.

Durante mucho tiempo ustedes han vivido solo con dos cuerpos: Material y Psíquico y han expresado sus necesidades de acuerdo a ellos. Pero hoy en día están concibiendo su tercer cuerpo y este es: El Espíritu. Cuando ustedes conciben su espíritu en la Glándula Pineal, él se convierte en la máxima expresión de sabiduría dentro de ustedes. Y como es el cuerpo más elevado y sabio, lo primero que hará es: Reestructurar a las energías-pensamientos ordenándolas y reubicándolas en el lugar que les corresponde.

El espíritu es un ordenador, matemático y químico por naturaleza y al serlo, no puede existir dentro del desorden, caos, emociones conflictivas, negatividad, desequilibrio, desarmonía, desamor, incultura, inestabilidad etc. Por este motivo cuando el espíritu comienza a formarse, el ser automáticamente también empezará a cambiar su naturaleza interior, sus dos cuerpos: Material y Psíquico ya no soportarán alimentos, ambientes, programas, películas, mensajes, maneras de ser, personas, lugares y más que sean: Groseros, impropios, burdos, maleducados, incorrectos, inadecuados, hirientes, violentos etc. Por esta razón el pensamiento-vocabulario del Idioma Espiritual, comienza también a sofisticarse y a transformarse en pensamientos y palabras que expresan la verdadera naturaleza y espiritualidad del Ser.

El espíritu activo dentro del Ser, irá transformando los pensamientos-palabras que son duros, rígidos, soeces, severos, insensibles, groseros, inadecuados etc. por pensamientos-palabras que realmente se dicen de otra manera, más amorosa, comprensiva y humana. Significa que ya no gritarán, levantarán la voz, insultarán, perderán la paciencia, ofenderán, calumniarán etc.

El destino de todo Ser Espiritual del Universo es convertirse en una frecuencia y vibración: Estable, Armónica, Equilibrada, Pacífica, Amorosa y Rítmica. Solo así ustedes se convertirán en seres espirituales y estarán listos para unirse al latido, frecuencia y vibración cósmica, que pulsa y palpita en iguales condiciones.

Texto: Los Ayaplianos - Seramitas – Ciudad Interna.

lunes, 28 de mayo de 2012

¿QUE SIGNIFICA SER PURO DE ESPIRITU?

Hay un dicho que es absolutamente cierto; dice que los puros de espíritu ven a Dios. Pensemos en esa fra­se: los puros de espíritu. ¿Qué significa? ¿Por qué no pudiste sentir la presencia del Espíritu Santo? Porque no eres puro de espíritu. Eso significa que en tu mente armas juegos y pones puertas trampa, y estableces en qué condiciones serás un ser espiritual. Eso es lo que significa. Una persona que es astuta, manipuladora, y que solo toma de esto lo que quiere y nada más no es pura de espíritu.
Podríamos tomar a una persona común y corriente de la calle, que nunca ha oído las enseñanzas, una en­tidad común que siempre ha sido franca y nunca a ma­nipulado a nadie, y decir que es un hombre sincero o una mujer sincera. Algunas personas necesitan decir que la sinceridad es algo brutal. La sinceridad no es brutal; es deliciosa, es inusual. Todos vosotros pensáis que decir no es ser sincero. ¿Sabíais que decir sí también lo es? ¿No es eso exquisito? Algunos de vosotros pensáis que ser sincero implica ser malvado. No es asi. Es compasión. Es belleza; belleza verdadera. Cuando una persona es honorable contigo, es que es pura de espíritu. No hace falta que esté en esta escuela. Pureza de espíritu significa que no hay sombras que la res­puesta tenga que atravesar, no hay laberinto que deba recorrer del cual saldrá confusa y deformada.
Cuando una persona es honorable contigo, no tie­nes que entrar en su juego y quedar atrapado en su vida para tratar de hallar la solución. Una mujer ho­norable es pura de espíritu y se ha purificado a sí mis­ma, ya sea por su educación o por las circunstancias en las que se encuentra. Nunca se ha sentido perseguida por su pasado. Nuestro pasado nos persigue cuando hemos sido deshonestos con nosotros mismos y nunca observamos la verdad en nuestro interior. La razón de que tengamos pesadillas es que jamás hemos sido sin­ceros con nosotros mismos, y no nos hemos dicho lo que realmente somos. Siempre hemos jugado a los es­pías y a las escondidas con nosotros mismos. ¿Y por qué? Estoy seguro de que para ser encantadores, para agradar, para ser misteriosos, para ser astutos. Todos esos juegos, toda esa manipulación, han destruido la pureza del espíritu.
La entidad que vive en los arrabales y es capaz de ser honorable no dice mentiras; y tú mientes un mon­tón. Creas rumores, mientes, y eres deshonesto por­que no sabes lo que es ser honorable. No sabes lo que es hablar simplemente tu verdad. Sin embargo, la prác­tica que conlleva hacer eso hace aflorar la rectitud en el individuo. ¿Por qué menciono esto? Porque el enga­ño es el juego del ego alterado. El engaño es el juego. Mientras podamos mantener a los demás aquí ocupa­dos, bajo la falsa idea de que somos lo que decimos que somos, ellos nunca pasarán de cierta línea para descu­brir lo que ni siquiera nosotros sabemos que somos.
¿Qué tiene eso que ver con el hecho de que con­ciencia y energía crean la realidad? La falta de rectitud provoca un fraccionamiento de la energía enfocada, pues cada vez que te enfocas, debe dirigir su enfoque a través del laberinto de la deshonestidad y la falta de rectitud. Esa energía pura es la que siempre se estruja en el trapo sucio, y el agua que al entrar era pura, sale turbia y mugrienta por el otro lado. Y tú dices: «¿Qué pasó? No funcionó». Las enseñanzas no te van a fun­cionar hasta que seas puro de espíritu. Eso significa ser sincero y honorable, que cuando te acuestas por la noche tus sueños no te inquietan, y que no estás pre­ocupado por lo que le dijiste a aquella persona y re­cuerdas lo que dijiste e intentas mantener la trampa tendida. Cuanto más sincero y honorable eres, más lim­pio estás. Entonces, cuando añadimos el pensamiento común de la mente de Dios, se produce la manifesta­ción instantánea. Las manifestaciones que has conse­guido tras largas horas de enfoque se han manifestado de forma fraccionada. Si llegas a iluminarte acerca de esto, verás que alumbró cada parte del laberinto de la mente en vez de ir directamente al centro. Entenderás que no puedes manifestar nada en tu vida que no haya atravesado el laberinto de la mente.
¿Realmente esperas que tu enfoque en lo milagro­so aparezca inmediatamente? Si conciencia y energía son la base suprema de toda la realidad, entonces ¿qué hemos hecho con nuestra conciencia y cuáles son las reglas de la manifestación aquí? Las reglas no son nada que hayamos escrito, sino nuestra manera de pensar y, ¡ay!, aquí encontramos el pequeño inconveniente. Comprendemos que sólo cuando somos puros de espí­ritu podemos conseguir la manifestación pura e ins­tantánea. ¿Y por qué en nuestra vida han sucedido pequeñas cosas insignificantes, y pareciera que no ha sucedido ninguna de las grandes cosas? Porque las gran­des cosas requieren mucha maquinación y planificación, y las pequeñas cosas son tan insignificantes que no necesitan un laberinto, pues no son importantes; por eso suceden.
¿Por qué un día puedes curar tu dolor de cabeza y al día siguiente no puedes? Porque el dolor de cabeza presenta algunos imprevistos. Primero tenemos que ver por qué elegimos tener el dolor de cabeza y cómo el dolor de cabeza nos ha beneficiado. Tal vez ese día no queríamos trabajar. Tal vez el dolor sea consecuencia del estrés. ¿De dónde vino el estrés? De la desconfian­za. ¿De dónde vino la desconfianza? Del estado de se­paración, la falta de unidad en Dios. ¿Cómo podemos entonces curar el dolor de cabeza hasta que no haya­mos curado el problema que está detrás de eso, hasta que no hayamos limpiado a fondo el laberinto que con­duce a él? El dicho antiguo dice que los puros de cora­zón y los puros de espíritu siempre ven a Dios.

Entonces, ¿qué deberías estar haciendo? Si yo fue­ra tú —y soy feliz de no serlo—, en vez de trabajar en la riqueza fabulosa, trabajaría en todos los desvíos que me apartan de mi Dios y me apartan de serlo. ¿Y qué vendría a ser eso? Mi propia deshonestidad, los juegos en los que entro conmigo mismo. Por ejemplo: ¿cuán­do vas a dejar de culpar a tus padres por tu vida mise­rable, y por qué sigues cargando con eso como una muleta? Porque te conduce a donde quieres. Eso es lo que hacen las personas astutas. Lo pueden usar para conseguir lo que quieren. ¿Entiendes ahora cómo fun­ciona el juego? Las personas honradas no hacen esto* lo hacen las personas astutas. Es parte de la estrategia del juego, es parte de un ataque. Cada vez que haces eso, es como si yo regresara y reconstruyera la ciudad de Onai tan sólo para destruirla otra vez. ¡Qué ridícu­lo es eso! Tú haces lo mismo pero a costa del reino de los cielos y, a fin de cuentas, a costa del tormento.

Si yo fuera tú, trabajaría en la rectitud y en la pure­za de espíritu. Todos los días dedica cinco minutos de tu día —sé que va a ser difícil— a estar totalmente presente y decir: «Espíritu Santo, mi Espíritu Santo, te suplico que en este día presentes ante mí el cenagal de mi deshonestidad y que me alimentes de él hasta que lo haya consumido todo y ya no quede nada.» Es difícil de hacer, pero si vas hacia la inmortalidad, no tienes otra elección, porque eso es lo que te está apar­tando de ella.
Lo segundo que yo haría es aprender a ser recto, el uso recto del enfoque. ¿Qué significa eso? Significa que dejes de pensar en función de tu ego alterado y pienses en función de la luz de toda la eternidad. Esta vida que estás viviendo... Hay algunos de vosotros que no sa­béis lo cerca que estaréis de morir. Muy cerca. Esta vida podría terminarse mañana por la mañana, y tú ni siquiera la has vivido. Piensas que vivir la vida es acos­tarte con cada prostituta. Piensas que la vida es visitar todas las tabernas del Pony Pisador. Piensas que la vida son las drogas. Eso no es vida. Y así te has perdido de la vida una vez más.

Yo empezaría a pensar teniendo en cuenta la luz de toda la eternidad. Mi próximo punto de enfoque sería cuánto vale este momento a la luz de toda la eterni­dad. ¿Qué estoy a punto de decir? ¿Lo que estoy a pun­to de decir es relevante para el momento presente y para el problema en que me encuentro, o es relevante a la luz de toda la eternidad? Yo siempre elegiría la luz de toda la eternidad, pues recuerda que, en última instancia, nosotros somos nuestros propios fiscales, nosotros somos el verdugo. ¿Por qué habríamos de ro­garles a ellos —que somos nosotros— la liberación para una vida temporal cuando podemos tener vida para toda la eternidad? A la luz de toda la eternidad, ¿cuán­to vale este momento?

Lo siguiente que haría es no quitarles nada a los demás ni jugar al juego de la prostitución mental. Hay algunos de vosotros aquí que sois muy tacaños, sois unos codiciosos ladrones. ¿Qué podemos decir de eso? ¿Cómo puedes pedir riqueza fabulosa cuando eres ava­ro con la riqueza que tienes? ¿Cómo puedes ser Dios v codiciar tu monedero?

Algunos de vosotros aquí sois ladrones. Robáis a la gente y lo llamáis manifestación. ¿Ves cómo funciona el laberinto? ¿Ves cómo justificamos todo y que la per­sonalidad debe ser justificada a fin de que pueda asirse a esta vida? Te digo que ni por todo el dinero de este mundo ni del mundo venidero te vale la pena perder tu pureza de espíritu. No lo vale. Hay muchos santos que anduvieron sobre esta tierra y que comían pan ácimo, sólo bebían agua, y a veces ni siquiera eso, y el vino hubiese sido un placer sin medida. ¿Quién hizo esto y por qué? Porque era el principio fundamental de sus vidas. Podían gozar del vino, del banquete empala­goso, del cordero, los dulces, las olivas y el queso, pero sólo si sabían andar en ciertos círculos, y hacer eso significaba enturbiar la pureza del espíritu. Los gran­des seres a veces eligen ser simples porque el ser de otra manera implica renunciar a lo que les es más cer­cano y querido: la luz de toda la eternidad.

Al otro extremo de esto estáis aquellos de vosotros que sois ladrones. Os he observado. ¿No sentiste que tu conciencia se estremecía? Sí, lo sentiste. ¿Sabes qué hiciste con eso? Lo justificaste diciendo que era una manifestación. No es tuyo a menos que te lo den, y que te lo den por medio del amor de Dios —Dios es un dador; no quita—, y que te lo den sin esperar nada a cambio. Eso es incondicional e ilimitado. Vas a en­contrar muy pocas personas en el mundo que saben dar de esa manera, así que las ocasiones de recibir po­drían ser muy pocas. Pero todo debería ponerse en la balanza frente a tu vida espiritual.

No tomes ni una copa de oro ni un penique de cobre que no te pertenezcan, y si lo has hecho, devuél­velos. Eso se llama honestidad y ser honorable. Es algo difícil de hacer; es difícil tragarse la propia deshonra. Yo preferiría tragarme mi deshonra y saber que viviré para siempre —tal vez burlarme de mi propia ridiculez y de mis propios camaradas—, preferiría vivir confor­me a eso antes que ir a parar a los gusanos, perder mi memoria, nacer otra vez sin ningún recuerdo, y tener que empezar todo esto de nuevo con un alma herida.

RAMTHA

LA DIFERIENCIA ENTRE OIR LAS PALABRAS Y LLEVARLAS A LA PRACTICA


Al observarte, pues has venido aquí a aprender la vida espiritual, a aprender el poder de la conciencia y la energía y cómo solucionar ciertos problemas de tu vida, quiero que sepas, de manera muy franca y directa, que no me escuchas. Filtras sólo lo que tu parte humana necesita y no oyes el resto. ¿Cuál es la diferencia en­tonces entre oír las palabras y llevarlas a la práctica? Si hubieras escuchado todo lo que te he enseñado, y si te hubieras dedicado con sinceridad a aplicar todo lo que te he enseñado con la debida presteza y a concre­tar esa realidad adecuadamente, entonces, cualquiera haya sido lo que creaste, habrías realizado una travesía que convertiría en realidad todos tus sueños. Pero tú no me escuchas.

Para entender por qué algunos de tus sueños no se harán realidad, te diré que hay algunos de vosotros que insistís en hacer las cosas a vuestro modo. Yo te digo que tú no sabes más que yo, porque si lo hicieras no estarías sentado donde estás, y yo donde estoy. Pero hay una obstinación en la psique humana que es inte­resante. Todo el mundo se afana por ser singular. Por eso existe una palabra llamada belleza y una palabra llamada fealdad. Ahora bien, en el verdadero reino de Dios, esas palabras ni siquiera existirían. No serían necesarias, porque no son aspectos de Dios, son aspec­tos del ser humano.

Hay una necesidad de individualidad; lo complejo, sin embargo, es que quieres ser suficientemente indi­vidual, pero quieres mezclarte. Quieres ser un indivi­duo, pero quieres que te acepten. ¿Quién quieres que te acepte? ¿Otros individuos? Así que junto a esta ne­cesidad de ser un individuo y valerte por ti mismo, tenemos a un tonto. Y el tonto dice: «Yo sé lo que más me conviene y puedo descartar toda esta basura, por­que no es lo que quiero ahora en mi vida. Quiero ser un individuo. No quiero homogeneizarme con el Es­píritu. Trabajé muy duramente para ser individualista».

Así que esto es lo pasa: tomas sólo lo que quieres tomar y lo que piensas que es bueno para ti. Yo jamás te he dado una enseñanza que no te beneficiara ni una enseñanza que, de ser aceptada completamente, no te hiciera evolucionar. No estoy aquí para hacerte retro­ceder; estoy aquí para hacerte avanzar hacia el hermo­so, maravilloso y delicioso presente que te sigues perdiendo.
En esta necesidad de individualidad, estableces tus propias reglas, y yo debo enseñarte en torno a esas re­glas. Entonces, cuando venimos a crear un nuevo año, ¿cómo vas a edificarlo? ¿Qué herramientas, me atrevo a preguntar, has cultivado durante el año anterior que te permitirán llevar a cabo con absoluta certeza aque­llo que quieres? Y te diré esta noche que estás lisiado.

¿Por qué tu vida como individuo está tan trastor­nada, y tu vida como ser espiritual sólo viene en tu ayuda, al parecer, en el momento más extraño y res­pecto a cosas que ni siquiera parecen ser importantes? ¿Por qué el Espíritu no está íntegramente contigo? Por que tú estableces las condiciones. Tú instalas la red neuronal. Le has puesto una pared a la expresión to­tal, a la participación total.
El Vacío nos limpia, ¿no lo sabes? Cuando entra­mos en el Vacío, no podemos hacerlo en carne y hue­so. Esta cara bonita no puede ir allí, este hermoso cuerpo no puede ir allí, y sin embargo, esas son las normas que establecemos para el yo. Y ser capaces de concentrarnos es demasiado incómodo para esta cara bonita y este cuerpo hermoso. ¿Y sabes lo que haces? Ni siquiera lo intentas. Llegas hasta cierto punto y sim­plemente te pones a pensar. ¿Por qué no llegaste hasta allí? Porque no escuchas y porque no trabajas. Esperas que yo haga el trabajo por ti. Esta escuela no se trata de eso. Yo ya hice mi trabajo, viví la vida, transité el camino. Este es tu trabajo. ¿Es difícil esto? No es nada difícil, es tan simple como las decisiones que has to­mado en tu vida.

LAS ENSEÑANZAS SON UNA AMENAZA PARA NUESTRA PERSONALIDAD


Realmente necesitas algo de ayuda, pues no tienes fe en este trabajo. Lo echaste a perder, lo aceptaste sólo hasta el punto en que no avergonzara, rebajara o em­pequeñeciera tu identidad individual. Y al hacer eso, la identidad fue más importante que el Espíritu Santo.

Cuando necesitas las enseñanzas, no tienes fe en ellas, porque no las aplicas. Así que en definitiva, lo que debemos considerar es por qué pides algo que no te mereces. No te mereces el Espíritu Santo ni te me­reces la resolución; tampoco eres digno de caminar sobre el agua, sobre ese río turbulento que va a permi­tirnos dar el paso de nuestra humanidad a nuestro es­píritu.

No existe ningún otro lugar —y te ruego que vayas y encuentres uno, si piensas que me equivoco— que hubiera podido transmitirte enseñanzas y disciplinas tan magníficas, con una gracia, fortaleza y tenacidad tan absolutas como las que se te han ofrecido aquí. Pero parece que tú consideras las enseñanzas como una amenaza física. Lo son. Son una amenaza para la per­sonalidad. Cuando la personalidad necesita derramar su semilla, tener sus orgasmos, llenarse la barriga, ali­sarse el cabello, y ponerse sus ropas finas, las enseñanzas se interponen en su camino. Todo esto son reacciones sensuales, y cuántas más reacciones sensuales tenga­mos, más hermosos somos o más aceptables. Así es jus­tamente como funciona.

Consideras a las enseñanzas como una amenaza; pues bien, lo son, porque te piden que reemplaces este ego alterado con el reino del cielo. Cuando lo adora­ban por los milagros que realizaba, Yeshua ben José decía: «No he sido yo quien ha hecho esto». Lo que estaba diciendo era: «No he sido yo, Yeshua ben José, quien ha hecho esto. No veneréis mi ego alterado. No veneréis mi rostro ni mis pies. No veneréis mis vesti­duras. ¿No entendéis? Fue el Padre celestial que vive en mí quien lo hizo. Yo no soy nada». Nunca se adju­dicó el mérito por su obras, siempre se lo dio a Dios, y al hacer eso, pasó una prueba que tú nunca enfrenta­rás en esta vida, porque no tienes las agallas de decir «es mi Dios quien lo ha hecho», pues es demasiado difícil quitarle el mérito a tu personalidad; demasiado tentador. Supongo que esa es la diferencia y el motivo de que los maestros no residan entre vosotros. Lo úni­co que recibimos en la vida es aquello que somos. Sólo manifestamos en nuestra vida aquello que es igual a lo que somos. Esa es la ley; sin excepciones y sin prejui­cios. Obtienes todo lo que deseas y, por desgracia, de­seas lo que es perecedero. Yo me esfuerzo por enseñarte acerca de lo imperecedero.

Muchos de vosotros habéis hecho milagros, ¿pero es eso suficiente como para que te cruces de brazos el resto de tus días? «Bueno, fui capaz de hacer esto. Hace dos años hice aquello, hice lo otro.» ¿Vas a vivir a cuen­ta de esa reputación? ¿Acaso disculpa, de alguna ma­nera, tu conducta de hoy? ¿Y por qué hoy no puedes librarte de tu dolor de cabeza? El hecho de que el año pasado hayas obrado un milagro, ¿es motivo para que pases por alto el problema que creaste hoy? La reputa­ción no va a resolverte la vida. Se trata de vivirlo a cada instante del presente divino.
No puedo enseñarle a nadie que insista en oír sólo lo que le interesa oír. Yo puedo enseñarles a aquellos que despiertan y comprenden que el verdadero proble­ma de su vida es que han recibido una gran cantidad de sabiduría, y que no sólo la escucharon verbalmente, sino que se les dio la libertad de llevarla a la prácti­ca. Y muchos tienen el mérito de haber podido hacer­lo y de haberse probado a sí mismos que la enseñanza no es una filosofía, sino una verdad.

Yo podría sentarme a llorar durante otros 35.000 años, porque la mayor travesía en la que me he embar­cado ha sido regresar para conseguir que realices ese único y pequeño milagro: la verdad. Y si eso no fun­ciona, entonces nada va a funcionar. No se trata de que yo sea Ramtha o que no lo sea, sino de que yo te enseñé a obrar lo milagroso, y tú lo hiciste. ¿No hace eso que nos preguntemos cuánto más hay ahí? Ese pe­queño milagro, esos dos pequeños milagros, esos dos niveles de verdad son como plumas en el viento en lo que respecta a la personalidad, porque la personalidad puede negar, rechazar y razonar lo milagroso en sus propios y sórdidos términos de lógica. Les ha pasado a los mejores de vosotros. ¿Recuerdas el dicho que dice «los últimos serán los primeros y los primeros serán últimos»? Es totalmente cierto.

En algún lugar dentro de cada uno de vosotros debe nacer, tal como nació en mí, la idea de que debe exis­tir algo mejor que mi vida. Yo tuve mucho tiempo para pensar en eso durante los siete años que pasé en la roca. Yo me senté y sufrí durante siete años. Y te diré algo que deberías considerar digno de atención: yo creé mi propia traición porque en una sola ocasión no uti­licé mi sabiduría. ¿Cuántas veces al día no usas tu sa­biduría? ¿Hace falta que te señale el abuso que le infliges a tu vida por no usar la sabiduría que tienes en algún lugar dentro de ti y que obtuviste un asombroso día?

Los primeros años estaba lleno de ira y amargura; lleno de resentimiento y de odio. Estaba resentido con todos y odiaba a todos. Yo era la víctima por excelen­cia. Como era el líder, sufrí una gran caída desde mi inmortalidad, la leyenda que yo era. Imagínate eso. Yo sé por qué no haces cosas que amenacen tu imagen, pues yo también lo hice; sé lo que se siente. Yo estaba resentido, lleno de odio, y sin embargo, no podía ha­cer nada al respecto. Así que siéntate allí, Ramtha, y resiéntete y odia un poco más; sólo estás creando el día siguiente que te va a herir todavía más, y vas a sentirte peor. Y después de un tiempo, me harté de sentirme peor. ¿Sabes por qué estaba resentido? Por haberme caído de mi imagen, y a eso súmale la herida. Yo estaba resentido por eso. Pero no podía hacer nada al respecto, después de todo, yo había creado las cir­cunstancias de mi propia caída. Así como tú conti­núas creando las circunstancias que vuelven a presentarse en tu vida, así lo hice yo.

Aquel pájaro nocturno me enseñó más de lo que había aprendido en toda mi vida. Era mi compañero único y verdadero. A él no le importaba que yo fuera el Ram, nada más no hagas ningún ruido, no sea que despiertes a los pichones. Después de un tiempo obe­decí eso. Yo estaba en su territorio; ellos no estaban en el mío. ¡Qué interesante!
¿Sabes en qué consiste el resentimiento? En tratar de volver al pasado. Existe una cualidad primitiva en la personalidad con respecto a querer volver a su pasa­do. Es primitiva hasta el punto en que continúas re­gresando a las cosas que te resultan familiares, formas de pensamiento familiares, modos de pensar que son familiares. Es un elemento primitivo en ti. Yo lo sé; estaba en mí.

Déjame decirte cómo es. Continúas reafirmando tu pasado porque elegiste hacerlo. Por eso se interpo­ne en el camino de lo milagroso en tu vida, porque lo milagroso, con su luminosidad, debe atravesar las som­bras de tu personalidad. Regresar al pasado sería para mí como regresar a la última ciudad que he arrasado, reconstruirla y volverla a destruir, luego pensar acerca de eso, regresar y hacerlo otra vez. El pasado para mi -igual que lo que tú haces todos los días— sería tratar de volver a Onai, erigirla, regresarla a la posición donde estaba, dedicar todo mi tiempo a reconstruirla, piedra por piedra —y ni qué hablar, por supuesto, de resucitar a la gente de entre los muertos—, volverla a construir para hacer que me sometiera una vez más.

¿Por qué querría resucitar al guerrero que me escu­pió en los ojos? ¿Por qué querría resucitar al sátrapa que deshonró a mi hermano? ¿Por qué querría hacer eso? Tú dices que tú no lo harías, pero yo te digo, ¿no es eso lo que haces? ¿No reconstruyes tu pasado una y otra vez? Lo haces. Dices que los rostros han cambia­do, pero yo te digo que no sería diferente si yo me fue­ra a otro plano, arrebatara a las personas que maté de la vida en la que están actualmente, y ellas desapare­cieran y regresaran al pasado. Lo único que estás ha­ciendo es reciclar los mismos rostros de siempre. Eso es lo único que haces. Simplemente tienen puesta una máscara diferente.

Todavía no se te ha ocurrido realmente —excepto a aquellos que puedo contar con una sola mano y que me sobren dedos— que para mí la realidad comienza en la mente. No sucede en lo físico; eso no es realidad. Esa es la diferencia con las personas que están atasca­das en los escollos de un río turbulento. Su realidad es el río turbulento.
Cruzar el río es traicionero              
Para los seres que han vivido su vida en comunión con toda la vida, su realidad no es una única cosa es­pecífica, sino la comunión de la vida misma, que está aquí. Si yo te dijera que no se trata de lo que haces, sino de lo que piensas, entonces eso respaldaría, en pocas palabras, la enseñanza de que conciencia y ener­gía crean la realidad. Si lo hubieras pensado, ya lo ha­brías hecho.

¿Cómo ponemos esa declaración en el contexto de lo milagroso? Lo que piensas en tu cerebro siempre se manifiesta. Yo lo llamo pensamiento común. El pen­samiento común es el pensamiento más poderoso de todos, porque no encuentra objeciones; se le permite ser. Lo milagroso requiere nuestro trabajo: subir la ener­gía más allá de nuestros tres primeros sellos, debemos sentarnos y hacerlo. Es traicionero, porque quizá esta­mos cansados, puede que sea tarde, tal vez estemos en la cama, o podríamos estar con alguna prostituta. Así que siempre es traicionero; cruzar el río es traicionero. Pero esto es lo que pasa. Tu pasado fue como mi pasa­do, yo me apoyaba sobre los hombros de mis conquis­tas, pero cuando desaparecieron, me quedé sin hombros en los que apoyarme. Ese era mi pensamiento común.

Tu pensamiento común es tu ego alterado, por eso se sigue manifestando, y por eso tenemos que trabajar tan arduamente para que el Espíritu Santo esté activo en nuestra vida. Decimos que es un trabajo arduo. Sí, lo es, porque aún no te has apropiado de estas pala­bras. Estos pensamientos transmitidos abiertamente y con elocuencia aún no son tus pensamientos. Tú no piensas como yo. Incluso en el cerebro de esta mujer yo pienso como un Dios, uso el cerebro como un Dios. ¿De qué otra manera explicas esas horas de orienta­ción fluida? Esa es la mente de Dios que fluye a través de un cerebro humano, a la cual podrías criticar fácil­mente, pero no puedes negar que está fluyendo. Te es­toy dando una demostración del pensamiento común, fluye desde mí de manera ilimitada. Ni siquiera pue­des sostener una conversación conmigo. Tu pasado está reforzado por lo común de tu personalidad, y lo mila­groso aún no es parte de tus pensamientos. No piensas como Dios, por lo tanto, no puedes vivir como Dios.

No se trata de lo que haces: se trata de lo piensas. Y como tu profesor te digo que para mí tus pensamien­tos son realidad. No me importa lo que hagas después, es insignificante. El punto de realidad se creó en tu cerebro, y tú contemplaste el pensamiento. Eres un tonto si crees que esos pensamientos no están expuestos
 a todo el mundo del plano de la luz y más allá. Eres un tonto si piensas que son privados, pues no lo son.
La divinidad fingida sólo te conducirá a la tumba, y habrás perdido un cuerpo que te permite realizar las maravillosas obras del reino del cielo. Retomo mi pre­gunta: ¿por qué le temes tanto a tu personalidad? ¿Por qué piensas que si eres un ser divino vas a perder vida? ¡Qué tontería tan absurda!

Y no te excuses diciendo: «Soy joven». Esa no es una excusa. La juventud ofrece la mayor reserva de energía para la consumación del Cristo en la materia. Cuando envejeces, se hace difícil eliminar el dolor de tus huesos, porque gran parte de tu vida emocional ahora está en ellos. Es aún más difícil cuando ya no eres tan viril como para encontrar la energía hormo­nal que ha perdido el cuerpo, para resucitarla en una clase de pasión que conocías sólo cuando eras joven e imprudente. Todos piensan que son indestructibles cuando son jóvenes. Son las hormonas las que te ha­cen pensar así, pero se abusa de ellas, no se las usa.

¿Cuál es la recompensa? El reino de los cielos. ¿Y qué significará eso? Significa que la mente se coloca en el altar de Dios, y se coloca allí para que Dios sim­plemente la tome y la utilice como un instrumento para crear el paraíso. Cuando lleguemos a ese punto, debemos depositar una pesada carga en ese altar, lo que no es fácil, pues es difícil dejar a un lado nuestras enfermedades, ya que han constituido nuestra perso­nalidad. Es difícil dejar a un lado nuestra sexualidad, pues nos ha causado problemas que le han dado senti­do a nuestra vida. Los problemas son siempre una ra­zón para vivir.

Es difícil dejar a un lado la sexualidad. Es difícil dejar a un lado la identidad femenina, porque te ha hecho llegar muy lejos en la vida. Pero yo te digo que un día no te llevará a ninguna parte. Es muy difícil dejar a un lado la identidad masculina, porque enton­ces piensas que te pierdes la juventud. Te pido que te plantees conmigo, ¿hay algo que hayas hecho que no continúes haciendo? Consideremos tus hábitos, ¿cuán­do tienes suficiente? Tienes suficiente cuando lo has hecho una vez, pero si eso no basta, te pido que razo­nes conmigo —muéstrame tu lógica, yo te escucha­ré—, ¿cómo es que la redundancia de esa actividad de tu vida podría ser superior a la vida de una maestro? No lo es.
¿Significa que tienes miedo de que no te quieran? Si te aferras al amor por medio de tu cuerpo, tu apa­riencia, tu juventud, o lo que sea que te haya funcio­nado —lo que ha hecho que esas personas estén en tu vida—, si temes perder eso por el reino de los cielos, entonces no eres digno del reino de los cielos y te has rodeado de las personas equivocadas en tu vida. Si lle­vamos eso un poco más lejos, yo diría que tus pensa­mientos las han creado a todas ellas, así que tus pensamientos están equivocados, pues pienses lo que pienses en tu cerebro, debe consumarse aquí, en los rostros de cada persona de tu vida.

Es mucho lo que hay que poner en el altar. Es mu­cho lo que supone confiar en Dios. Pero Dios no se tra­ta de confiar; se trata de ser. La confianza existe sólo cuando estás separado de algo. Nunca puedes descon­fiar de ti mismo, eso sólo ocurre cuando estás separado de ti; y tú estás separado. Nadie puede desconfiar nun­ca de sí mismo, porque siempre vive aquello que es su yo, ya sea el humano o el Dios. Jamás puedes descon­fiar de lo que eres. Puedes predecir lo que serás por tus pensamientos, pero cuando se trata de otra persona, eso es un signo de separación, es un acto de confianza. En Dios no existe el confiar; sólo existe el ser.

Así es como es. En mi larga carrera, no sé cómo decirte de manera más sencilla que has elegido tus pen­samientos, y que eliges pensarlos cada día como pen­samiento común. Entiende esto: no debería haber sorpresas en tu vida, porque no hay nada que suceda en tu vida que primero no hayas pensado, contempla­do y fantaseado como pensamiento común, el pensa­miento más poderoso de todos. No me mires y digas: «Fui inocente de esto». No lo fuiste. Decláralo abier­tamente. Eres un creador, y atribúyete el mérito por eso, pues tú has tenido la fantasía, tú contemplaste el pensamiento, le diste vueltas en tu cabeza, conspiras­te, manipulaste, fuiste astuto, y ahora lo has consegui­do con todas esas complejidades. ¿De qué manera más sencilla lo puedo decir?

Yo estaría totalmente fuera de lugar si te dijera que estas son las enseñanzas más elevadas que hayan exis­tido, sin que tú las demostraras por ti mismo. Pero como tú has sido lo milagroso en esos espléndidos momen­tos, yo estoy aquí para decirte que funcionan, y que funcionan para todo el mundo.
Depositas mucho en el altar de Dios, pero cuando cruces el río verás que no fue nada. Todos vais a cruzar el río, porque todos vais a morir. Cuando cruces y es­tés fuera de este cuerpo —y fuera de esta red neuronal atascada en sus hábitos— y eches una mirada hacia atrás, vas a entender lo que te estoy diciendo. Tal vez haga falta otra de estas vidas para que llegues a verlo.

Algunos piensan que yo no te dejo en paz. Es ver­dad, no te dejo en paz. ¿Y por qué debería hacerlo? Soy tu profesor. Te estoy diciendo lo que ningún otro puede decirte, ni siquiera tus mejores amigos, pues ell0s nunca te dicen nada; siempre te dicen lo que les bene­ficia a ellos.

Vas a tener que reemplazar tu mente pertenecien­te al mundo popular del ego alterado, sus idas y veni­das, sus imágenes, sus expectativas. Vas a tener que reemplazar algo de ese mundo con ser Dios, crear un mundo y hacer cambios en él. Entonces, cuando ca­minas por el mercado sabes que lo has afectado en vez de estar ahí sólo para pasar un buen rato. El mejor de los tiempos —y así es— es el no tiempo. Caminar por un mercado y que no haya tiempo significa que lo has cambiado. Ese es el mayor de todos los obsequios. El mercado jamás te hará pasar un tiempo mejor que el que tú vas a crear, te lo aseguro.

Si dices que eres seriamente un Dios de la Gran Obra, debes dedicar una parte de tu vida a ser ese Dios. Y eso no significa que tengas que pasearte en una larga túnica y propugnar palabras vacías. Significa que de­bes vivir su sustancia y ser recto.

RAMTHA

domingo, 27 de mayo de 2012

EL GRAN DIAMANTE


Aproximación a un estudio con metáforas
En la “mente” del Creador el proyecto estaba listo. Dio el “pistoletazo” de salida y el Universo comenzó a nacer, conjuntamente con el espacio, el tiempo y las dimensiones.
De la Nada surgió el prodigio. La Nada: uno más de los insospechados atributos de la Divinidad Eterna. Y de otro de esos atributos y para facilitar la comprensión, configuraremos la imagen de lo que da título al presente trabajo: EL GRAN DIAMANTE.
Satisfecho el Divino Creador por su Magna Obra, sintió el deseo de conocerla a fondo, recorriéndola en su totalidad, sin dejarse ni uno sólo de sus recovecos y participando de la infinidad de Energías de las que estaba provista.

Optó por desintegrarse en fragmentos o copias de SÍ MISMO; “hologramas” de la totalidad de su Divina Esencia; un Gran Diamante presentando tantas facetas como fragmentos; ESPÍRITUS, como se los denominó posteriormente.
Antes de lanzarlos al descubrimiento, quiso el Creador dotarlos de cierto grado de “individualidad” revestida con alguna libertad de decisión. Y, a su vez, dispuso que NO recordasen quiénes eran realmente; seguirían siendo, todos y cada uno de ellos, el mismo eterno Dios, pero sin recordarlo. No obstante, les permitió saber que la suma de todos ellos conformarían la totalidad de la Divina Esencia. Conocimiento que a nuestros recién estrenados Espíritus les colmó de alegría. Al propio tiempo supieron que contarían con el apoyo incondicional y asesoramiento de la JERARQUÍA, “mecanismo” creado para facilitar el desarrollo de la misión encomendada.
A medida que iban amoldándose a la nueva situación, comenzaron a ser conscientes de que ahora eran ellos a quienes tocaba “mover ficha”. Trataron de iniciar un desplazamiento y… ¡oh, maravilla! avanzaron y “vieron”, asombrados, cómo se iban oscureciendo sus respectivas facetas (del Gran Diamante) , al tiempo que ellos empezaban a “brillar” gracias a la Luz del entendimiento.
Se detuvieron y fue entonces cuando pudieron comprobar que  no estaban “solos”, una representación de altos dignatarios de la Corte angélica y una nutrida presencia de entidades angelicales menores les acompañarían para dar realce a sus logros, tan pronto se produjeran, todo el tiempo que durasen los “viajes” a realizar. A su vez, encontraron en sus respectivos “equipos” cierto lugar para ir “almacenando” toda la información captada como fruto de sus experiencias. (Estaba previsto que dicho lugar sería ocupado por los que vinieron en llamarse “Guías” y que no serían otra cosa que la “memoria” del propio Espíritu perfectamente clasificada por temas, situaciones y circunstancias).
Y llegó el gran momento: Todos los Espíritus, al unísono, se aprestaron a dar un vacilante paso en “dirección” al primer “aspecto” de la Creación que debían visitar. Un “mundo” inimaginable –para nosotros, por ahora- y el cual, sin duda, formaría parte de una “pieza” hallada en el equipo titulada “escala multidimensional”.
Nuestro Espíritu… -a partir de ahora cederemos el protagonismo al tuyo, amigo lector, o al mío-, pensó que lo mejor para avanzar sería crear un “explorador”, al que llamaríamos y llamaremos CONCIENCIA. Así lo hizo y lo lanzó para que se integrase en aquella “situación” indescriptible y comenzase su labor: aprender y recoger. La experiencia resultó absolutamente satisfactoria; al punto de recibir los plácemes de la protocolaria Corte angélica de acompañamiento.
El Espíritu –al que a partir de ahora mismo denominaremos MAESTRO- guardó la “cosecha” en los almacenes previstos, al tiempo que decidía permanecer en el punto donde se hallaba. Para proseguir con la “exploración”, convirtió su primera Conciencia en Maestro, si bien con algunas simples atribuciones menos y sin el recuerdo de lo “vivido” en lo recientemente experimentado.
Este “nuevo” Maestro conservaría intacta toda la Esencia Divina (a la que más tarde se le daría el nombre de ALMA), su propia Esencia, recibida de su Maestro y se haría cargo de todas las entidades de protocolo.
El nuevo Maestro situado en el mismo “mundo” que él exploró siendo sólo Conciencia, sólo sabe que debe avanzar y para ello crea un nuevo expedicionario, una nueva Conciencia, y ambos se lanzan al siguiente “peldaño” de la citada escala.
Una vez allí, esta otra nueva Conciencia se integra en “lo” que allí predomina e inicia la labor: aprender y recoger. Y cuando creemos que ya hemos cumplido regresamos al “aspecto” inmediatamente anterior y allí se nos hace saber que está todo muy bien, pero… lo aportado no cumple con las expectativas; no hemos logrado lo suficiente. Sin dudarlo ni un solo momento solicitamos regresar, se nos acepta y renacemos –no sin antes de haberlo olvidado todo por completo- y seguiremos experimentando y recogiendo una vez más… diez veces, cientos, miles de veces…
Y no seré yo sólo el único. Más adelante llegaremos a conocer que todos los expedicionarios habrán pasado por casi lo mismo.
Desconocemos cuántos “peldaños” tendrá la escala y es por ello que, sin más dilación, cada Maestro habrá realizado una copia de sí mismo (cada vez más limitada) valiéndose de su propia Conciencia, a la par que crea una nueva, un nuevo explorador, que lanzará para que se integre, aprenda, experimente, recoja y acarree todas cuantas veces sea necesario.
Nos situaremos ahora en el “peldaño” que muy bien podría corresponder a la misteriosa, por desconocida, 6ª.Dimensión. Porque lo que allí encontrará nuestro expedicionario ya se acerca bastante a lo que un humano de nuestros días sabría interpretar. Nos hallamos en el feudo de la VIBRACIÓN, de la Vibración creada que nada tiene que ver con la eterna.
El humano conoce y hasta domina dicha Vibración, en todas sus gamas de frecuencia, y es capaz de detectarla, utilizarla y sentir sus efectos, y hasta de producirla  a cualquier frecuencia deseada. (Si en la Tierra existen mil millones de teléfonos móviles, cada uno trabaja a una radiofrecuencia distinta)
Allí nuestros exploradores descubrirán –descubriremos- que son –somos- Vibración, pero de la eterna, naturalmente.
Cada explorador de los que fuimos llegando nos íbamos integrando –fusionando- con aquellas frecuencias todas distintas entre sí y… ¡oh, maravilla! todas ellas eran capaces de crear diferentes aspectos de sí mismas (gracias, posiblemente, a lo que nuestros científicos más tarde denominarían ARMÓNICOS) y que a la vez les permitía gozar de algo parecido a la Consciencia y comunicarse de algún modo con sus semejantes.
Después de muchas “idas y venidas” pudimos tener noticia directa de la existencia de la ENERGÍA, también del átomo, del electromagnetismo y hasta de la gravitación. Conocimientos que tendríamos de olvidar cuando nuestras respectivas Conciencias convertidas en Maestros y habiendo realizado paralelamente unas nuevas Conciencias nos lanzasen a descubrir la 5ª.Dimensión. Siempre y como en todos los “viajes”, acompañando a los Maestros.
¿Aquello era la 5ª.? Efectivamente, aquella gigantesca nube de… ¿gas? Era la 5ª.Dimensión. Penetramos en ella. Era hueca. Ocupaba su interior una inmensa cantidad de esferas, aparentemente de la misma composición gaseosa, pero al aproximarnos pudimos comprobar que en realidad se trataba de perfectos dodecaedros (12 facetas pentagonales). Todos ellos en constante movimiento dibujando en el espacio líneas rectas y arabescos. (Un humano les asignaría unos 8 metros de diámetro)
Dejamos a nuestros expedicionarios fusionándose con la Energía y creando una especie de nuevo hogar con una "vibración" algunos de cuyos Armónicos resonaron fuertemente al acercarse con el recién llegado.
Pensaron -pensamos- que había llegado el momento de tomarse un descanso y nos dedicamos a la familia y al hogar. Conocimos una de las muchas magnitudes del tiempo y el mundo del electromagnetismo. Allí vimos también al que luego se le conocería con el nombre de Kryon, que no era una Conciencia en viaje de exploración, como nosotros, sino un enviado de la Jerarquía para hacerse cargo del Servicio Magnético.
Kryon lucía la misma forma dodecaédrica que nosotros, pero toda su superficie estaba "rayada" con líneas de muy variados colores. A nosotros se nos asignó una sola y de un sólo color, para distinguirnos de los no fusionados todavía.
Kryon -que, por cierto, ese no era su real nombre- nos descubrió cuál era el "código" que nos diferenciaba... nuestro "nombre"; una mezcla de vibraciones exclusivas para cada uno. Un humano no sabría distinguir si ese "enrevesado" nombre era música, color o una larguísima e impronunciable palabra. El de Kryon era eso mismo pero de mucha mayor complejidad.
El tiempo transcurría en la más absoluta placidez (una hora en la 5ª. vendría a ser como un siglo en la 3ª.) Hasta que un buen día Kryon recibió una alarma: un fragmento del Cosmos sólido estaba amenazado de destrucción cosa que hubiera afectado, caso de producirse, una importantísima debacle local. Se trataba de un planeta, la Tierra concretamente.
Kryon se dispuso a salir inmediatamente para prestar ahí sus servicios, al tiempo que solicitaba "voluntarios" entre nosotros. Nuestros Maestros aceptaron enseguida y fuimos lanzados por el "viento del nacimiento", no sin antes haber dejado atrás todos nuestros recuerdos y vivencias. Caímos en una "oscuridad", las entrañas de una hembra pleyadiana gestante que sería la llamada a darnos nuestro primer aspecto sólido. Más tarde, fuimos directamente destinados a las hembras homínidas, las naturales de la Tierra.
Entre tanto Kryon había solucionado la anomalía surgida en el planeta y que concernía a su responsabilidad: la rejilla de Gaia. Más tarde nos informó que no se había producido el terrible "argamenon" anunciado por los antiguos, gracias a nosotros los humanos que, con nuestra presencia y voluntad habíamos evitado el cataclismo.
Kryon resolvió lo de la rejilla y nosotros, los humanos, conseguimos incrementar la vibración del planeta y salvarle de una imparable autodestrucción gracias a nuestra presencia y fuerza de voluntad.
Pero es preciso introducir antes una aclaración por si lo de Las Pléyades sorprendió. En la percepción del Cosmos "sólido" no sólo participa la Tierra y Pléyades, nuestros exploradores llegaron a infinidad de otros mundos. Toda la percepción sólida es 3ª.Dimensión.
Habremos de dedicarle unos párrafos a la Tierra; planeta hostil y sanguinario que tanto trabajo y sufrimientos nos depara. No entraremos en detalles por ser todo ello sobradamente conocido. Algunos de nosotros llevamos infinidad de encarnaciones por lo arduo de nuestra labor. Kryon y su equipo siguen aquí porque se encariñaron con los humanos hasta el punto de que tanto él como otros Enviados hallaron el modo de conectar directamente con nosotros y hacernos llegar su AMOR y sus enseñanzas por la vía de lo que se conoce como "canalización".
¿Y cuál es esa labor nuestra que tanto nos está costando concluir? Hay quienes lo simplifican con una sola palabra: "despertar". En realidad se trata de obtener el máximo grado de CONSCIENCIA; conseguir el mayor número posible de respuestas a todas las incógnitas que nos embargan; en despojarnos cuanto antes del MIEDO ancestral -producto de la Ignorancia- que nos atenaza, etc.
Habremos de reconocer que algo sí estamos avanzando, muchos sabemos ya quiénes somos realmente, que el Padre está en nosotros y que agilizaremos nuestro regreso al hogar AMANDO y AMÁNDONOS.
Y este sentimiento habrá de facilitarnos las cosas. Y no se trata de "evangelizar" a nadie. Sólo "predicar con el ejemplo". Este rayito de Luz que ya estamos consiguiendo iluminará nuestro entorno ayudando a los "aletargados".
En la 5ª., alguien nos está esperando. Amemos y así nos reuniremos más pronto.
¿A qué o a quién le damos el nombre de JERARQUÍA?
Jerarquía es la VOLUNTAD DEL CREADOR, disociada de su Divina Esencia. Un dispositivo automático y autónomo.
El Creador, consciente de la magnitud de su Obra, decidió que habría de equilibrar su infinita potencia y evitar un caos que muy fácilmente podría llegar.
Nos ceñiremos, por el momento, a lo que en nuestro ámbito terrestre hemos sentido y conocido. En pasados tiempos a los "efectos" notables de la labor de la Jerarquía se le denominó DESTINO.
Y es muy posible que pronto se la conozca como MÁQUINA DEL DESTINO.
Resultaba muy cómodo, por nuestra parte, imaginarnos a un Dios justiciero enviándonos, a capricho, premios y castigos sin motivación aparente.
Y ahora ya comenzamos a entender que esto no es así y nunca lo fue... Todo tiene su razón de ser; TODO.
Conozcamos ahora un poquito de esa "máquina" incomparable.
Más arriba quedó dicho que el dispositivo estaba programado con "máximos" y "mínimos" para realizar su labor de modo independiente. Sin tener que ir a cada momento a recibir instrucciones del Creador.
Además la máquina dispone de una pantalla inmensa reproduciendo ininterrumpidamente toda la actividad universal desde todas sus "dimensiones".
Y en un minúsculo rinconcito de esa pantalla aparece Vía Láctea,
y en ella, nuestra Constelación: y en ella, nuestro Sistema Solar; y en ella, nuestro planeta.
Diríamos que, para aportar una imagen en ayuda de una mejor comprensión, la máquina dispone de un inconcebible tablero (como los de ajedrez, pero con trillones de casillas) y allí aparecemos los humanos moviéndonos como fichas de cuadrito en cuadrito.
Tal parece que somos nosotros quienes decidimos nuestras particulares "jugadas". Y en parte es así, pero no en todo. La Jerarquía nos mantiene ligeramente atados y es ella la que toma las decisiones por nosotros cuando conviene a todo el conjunto... A TODO EL COSMOS.
Y quede claro que ella -ni nadie- puede conocer el futuro. Pero la Jerarquía contempla la totalidad de los "movimientos" de energía y materia. Y puede calcular siempre y al instante la inminente colisión entre dos galaxias… la caída al río de un bus escolar, desde un puente, afectando a todos sus ocupantes… el progreso de un óvulo fecundado... etc.
La máquina está en posesión de la MATEMÁTICA completa. Algo inconcebible para nuestras mentes en el presente.
Empezaba a explicar que la Jerarquía conoce todos los movimientos y puede calcular y prevenir si el rumbo que lleva cada uno se saldrá de sus máximos y mínimos programados. También la todopoderosa "máquina" está ligeramente atada corta por quien puede: el Creador.
Cuando uno de nosotros muere en accidente o es favorecido por una inesperada y substanciosa herencia, es la máquina que, teniendo ante sí la totalidad del entorno y la colocación de cada una de las piezas, la que toma ambas decisiones, no Dios. Y lo resuelve así por dos razones, por conveniencias del entorno local y por conveniencias del conjunto cósmico.
La máquina, lógicamente, carece de "sentimientos"; es inflexible. Desoye todos los ruegos y súplicas que le llegan constantemente y de todo el Universo. Sólo la mueve la realización permanente de todos los ajustes necesarios para no caer en el caos universal.
Quien domine la totalidad de la Matemática, conocerá la totalidad de los "potenciales".
 Y es que los números, obviando su aparente frialdad, son una de las magnas obras del Creador. Son la base de casi todo.
Los números fueron creados junto con el tiempo y el espacio. Sin ellos, estos últimos no tendrían razón de ser.
El "despertar" se nos está administrando dosificada y equilibradamente. Ya dijimos una vez que si surgiera alguien mucho más despierto que todos los demás, lo encerraríamos en un psiquiátrico o lo crucificaríamos.
Existe un punto que por ser poco conocido y menos estudiado, considero que también podríamos reservarle un pequeño espacio. Y es el de la CLONACIÓN. Todos los Maestros poseen la facultad de poder realizar “copias” de sí mismos antes de iniciar un cambio de Dimensión. Una copia suele quedarse y la otra –u otras- se deslizan, juntas, por el “viento del nacimiento” yendo a parar cada una a las entrañas de una hembra gestante distinta.
Se tomó esta decisión desde buen principio por varias razones: nacimientos malogrados, que motivaban el regreso a “casa” de vacío, y también para amoldarse a los ritmos de crecimiento de la población de la nueva Dimensión en proceso de reconocimiento.
Ello nos ayuda a interpretar lo que nos anunciaron recientemente: la NO-MUERTE en la Tierra –y, quizá, en otros mundos. Cuando el cuerpo fallece su alma lo abandona y en algún caso esa alma (Maestro, Conciencia y Acompañantes de protocolo) no regresa a “casa” por decisión de la Jerarquía y pasa a ocupar un cuerpo que disponga de uno de sus “clones”, cuerpo elegido también por la Jerarquía, según conveniencias.
La Consciencia del cuerpo receptor no acusa cambio alguno con la llegada del nuevo Maestro porque son la misma Esencia Divina individual. En lo único que difieren es en que ambos están “impregnados” de experiencias distintas recogidas por los dos cuerpos. No obstante, poco conocen de los detalles por las circunstancias antes aludidas; es decir, sus limitaciones y su “amnesia” impuesta. Saben, eso sí, que “descargarán” sus experiencias al regresar.
Las genuinas “almas gemelas” de servicio en el planeta, son los clones de una misma alma y ésta con cada uno de ellos.
Existe un “lugar” sin espacio, tiempo ni luz al que se le suele dar el nombre de 4ª.Dimensión (…) que no es más que una etapa en el camino. Etapa que sólo ocupan aquellas almas las cuales, por circunstancias de variado origen, no han podido culminar su “viaje” de regreso y vagan extraviadas en la oscuridad. La incertidumbre termina para ellas tan pronto logran dar con la dirección a seguir, que tanto puede de retorno a la Tierra, para renacer o de regreso feliz a “casa”. Una vez más es la Jerarquía la que mueve estos hilos y sólo sabe ella el porqué.
Y, por último, quisiera dedicar unas líneas a lo que considero sea la más importante obra de la Creación: la VIDA. Gracias a ella los humanos hemos sabido de la existencia del Padre Creador y de Su AMOR a todas Sus criaturas.
Y a modo de epílogo podría incluir mi visión sobre cómo finalizará el presente Ciclo Universal.
Llegará un “momento” en el reloj cósmico en el cual no solamente se habrán concluido las labores de exploración y descubrimiento que quiso darse el Creador, sino que, además, y esto es muy importante, TODAS las almas del Universo habrán DESPERTADO completamente y se presentarán ante el Gran Diamante listas para ocupar su puesto en su faceta siendo portadoras de todas las experiencias recogidas.
Y, ¿cómo se realizará el Gran Regreso? Fácil. En primer lugar todos los clones serán absorbidos por sus respectivos Maestros originales. Y el último Maestro se reunirá –fundiéndose- con el anterior; éste hará lo mismo con el suyo… y así, sucesivamente, hasta llegar al primer Maestro que fue uno de los que inició la Expedición.
Cuando todas las facetas vuelvan a estar ocupadas el Gran Diamante lucirá con un brillo y un esplendor indescriptibles, al tiempo que sus facetas se van diluyendo y quedando el Gran Diamante convertido en una perfecta esfera inconcebible. Y en su interior toda la Corte Angélica entonará cánticos de bienvenida a los expedicionarios y de alabanza al AMOR de los AMORES.
                                                           .oOo.
¿Iniciará el Creador un nuevo Ciclo?
¿Aprovechará la Vida que sigue latiendo en el Cosmos gracias a la fauna y flora todavía presentes?
SÓLO ÉL LO SABE.
Quim Grau
Febrero 2012