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sábado, 30 de junio de 2012

EL ALIVIO QUE PRODUCE LA COMPRENSIÓN

El alivio que produce la comprensión

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Cuando estás enojado, deseas aliviar el sufrimiento que sientes, es una tendencia natural. Hay muchas formas de encontrar alivio; pero el mayor de ellos, lo proporciona la comprensión. Cuando la comprensión está presente, la ira desaparece por sí sola. Cuando entiendes la situación de la otra persona, la naturaleza del sufrimiento y la cólera desaparecen, porque se transforma en compasión. Observar profundamente la situación, es la medicina más recomendable contra la ira. 

Si la observas, entenderás las dificultades del otro y la aspiración profunda que nunca ha podido alcanzar. La compasión nacerá entonces en ti; y será el antídoto, para la ira que sientes. Si dejas que la compasión brote en tu corazón, el fuego de la ira se extinguirá en el acto. La mayor parte del sufrimiento que experimentamos, nace de nuestra falta de comprensión y de no percibir que no existe un yo separado.

La otra persona es tú; y tú, eres ella. Si entras en contacto con ésta verdad, la ira desaparecerá. La compasión es una bella flor que brota de la comprensión. Cuando te enojes con alguien, practica el inspirar y espirar conscientemente. Observa profundamente la situación, para ver la verdadera naturaleza de tu sufrimiento y el de la otra persona, y te liberarás.

Thich Nhat Hanh

viernes, 22 de junio de 2012

EL MANEJO DE LA TRISTEZA

Cuando nos sentimos heridos emocionalmente, pueden surgir memorias que la mayoría de nosotros quiere arrojar al sótano del inconsciente. Pensamos que el tiempo se encargará de curarlas, pero ellas continúan volviendo. He aquí un método mucho más efectivo para curarlas...
  
    "Si te estás sintiendo desgraciado, deja que esto sea una meditación. Siéntate en silencio, cierra las puertas. Primero, siente la desgracia con tanta intensidad como sea posible. Siente el dolor. Alguien te ha insultado: Ahora, la mejor manera de esquivar el dolor consiste en ir e insultarle, a fin de poder estar ocupado con esa persona. Eso no es meditación.
 
Si alguien te ha insultado, agradécele porque te ha dado la oportunidad de sentir una herida profunda. Esa persona ha abierto una herida. La herida puede haber sido creada por muchos, muchos insultos que has padecido en toda tu vida; puede que esa persona no sea la causa de todo el sufrimiento, pero ha disparado un proceso.
 
Simplemente cierra tu habitación, siéntate en silencio, sin enojo por la persona, pero con total atención al sentimiento que está surgiendo en ti: el sentimiento de dolor porque has sido rechazado, porque se te ha insultado. Y, entonces te quedarás sorprendido pues no sólo esa persona está ahí: todos los hombres y todas las mujeres y toda la gente que alguna vez te ha insultado empezarán a pasar por tu memoria.
 
Empezarás no solo a recordarlos, empezarás a revivirlos. Entrarás en una especie de primal. Siente el dolor, siente la pena, no la esquives. Por eso es que, en muchas terapias se le pide al paciente que no tome droga alguna antes de que empiece la terapia, por la razón simple de que las drogas son una forma de escapar de tu miseria interior. No te permiten ver las heridas, las reprimen. No te dejan penetrar en tu sufrimiento y, a menos que penetres en tu sufrimiento, no puedes ser liberado de su aprisionamiento.
 
Es perfectamente científico dejar todas las drogas antes de entrar en la terapia, si es posible incluso drogas como el café, el té, el cigarrillo, porque son todas formas de escapar. ¿Has observado? Cuando te sientes nervioso inmediatamente empiezas a fumar. Es una forma de evitar el nerviosismo; te entretienes fumando. En realidad es una regresión. El cigarrillo te hace sentir otra vez como un niño – despreocupado, irresponsable- porque el cigarrillo no es más que un seno simbólico. El humo caliente te lleva simplemente otra vez a los días en que te alimentabas del pecho materno y la leche tibia iba penetrando: El pezón se ha convertido en un cigarrillo. El cigarrillo es un pezón simbólico. Por medio de la regresión esquivas las responsabilidades y las penas de ser adulto. Y eso es lo que sucede con muchas, muchas drogas.
 
El hombre moderno está drogado como nunca antes, porque está viviendo en un gran sufrimiento. Sin las drogas sería imposible vivir con tanto sufrimiento. Esas drogas crean una barrera; te mantienen drogado, no te permiten la sensibilidad suficiente para reconocer tu pena. La primera cosa a hacer es cerrar las puertas y detener toda clase de ocupación: mirar la tele, escuchar la radio, leer un libro.
 
Detén todas las ocupaciones, porque eso también es una droga sutil. Permanece simplemente en silencio, completamente solo. Ni siquiera ores, porque eso nuevamente es una droga, empiezas a entretenerte, empiezas a hablar con Dios, te escapas de ti mismo. Atisha lo dice: simplemente sé tú mismo. No importa el dolor, no importa el sufrimiento producido. Ante todo experiméntalo en su total intensidad. Será difícil, tendrás que entregar el corazón: Puede que empieces a llorar como un niño, puede que te revuelques por el suelo por la profundidad de la pena, tu cuerpo puede tener contorsiones. Puede que te des cuenta súbitamente de que la pena no sólo está en el corazón, sino en todo el cuerpo, de que duele por todas partes, de que es penoso por todas partes, de que todo tu cuerpo no es otra cosa que dolor. Si lo puedes experimentar- esto es de tremenda importancia- entonces empieza a absorberlo.
 
No lo deseches. Es una energía tan valiosa, no la deseches. Absórbela, bébetela, acéptala, dale la bienvenida, siéntete agradecido. Y, puedes decirte: "Esta vez no voy a esquivarlo, esta vez no voy a rechazarlo, esta vez no voy a desecharlo. Esta vez me lo beberé y lo recibiré como a un huésped. Esta vez lo voy a digerir". Puede que te lleve unos pocos días el ser capaz de digerirlo, pero el día que esto suceda habrás dado con una puerta que te llevará realmente muy, muy lejos.
 
Una nueva jornada ha empezado en tu vida, te estás desplazando hacia una nueva clase de ser, porque inmediatamente, en el momento en que aceptas la pena sin ningún rechazo, su energía y su cualidad cambian. Deja de ser una pena. En realidad uno se queda sorprendido, no lo puede creer, es algo tan increíble. Uno no puede creer que el sufrimiento pueda ser transformado en éxtasis, que la pena se puede convertir en gozo. Cuando una cosa cualquiera es total, se transforma en su opuesto.
 
Éste es un gran secreto que debe recordarse. Cuando algo es total se cambia a su opuesto, porque no hay forma de seguir adelante; se ha llegado al final. Observa un viejo reloj de péndulo. Lo hace una y otra vez: el péndulo va hacia la izquierda, a la extrema izquierda, y luego hay un punto que no puede traspasar; entonces empieza a moverse hacia la derecha. Los opuestos son complementarios. Si puedes sufrir tu sufrimiento en su totalidad, con gran intensidad, te quedarás sorprendido. .. No serás capaz de creértelo cuando sucede la primera vez, que tu propio sufrimiento absorbido voluntariamente, con aceptación, se convierta en una gran bendición. La misma energía que se convierte en odio, se convierte en placer; la misma energía que se convierte en sufrimiento, se convierte en bendición".
  
   
Osho, extracto de El Libro de la Sabiduría 

martes, 19 de junio de 2012

EL OCEANO DE LAGRIMAS

Uno de los regalos del mes de Cáncer es la capacidad de ser sensibles al dolor de otros. Usualmente, cuando vemos a otra persona sufriendo, intentamos ayudarlos un poco y luego nos detenemos. Nos decimos a nosotros mismos: “No hay mucho más que pueda hacer”. Sin embargo, cuando una persona acepta la responsabilidad de decir: “Hay algo que puedo hacer para aliviar el dolor y el sufrimiento en el mundo” y sale a confrontar el sufrimiento, entonces no hay límite para lo que es capaz de hacer o para cuánto pueda impulsarse a sí mismo.
Cuando era niño, había una historia que mi padre y maestro, el Rav Berg, a menudo nos contaba para mostrarnos la importancia de ser diligente en despertar compasión por el mundo.
El océano de lágrimas
Durante tiempos remotos, dos grandes maestros espirituales, que eran mejores amigos, hicieron un trato. Ellos acordaron que quien abandonara este mundo primero, regresaría a visitar al otro en un sueño o una visión; éste le contaría a su amigo dónde se encontraba y le revelaría los misterios de la vida después de la muerte.
Pasaron muchos años y uno de los maestros murió. Su amigo esperó confiadamente que éste apareciera como lo había prometido, pero pasaron muchas semanas sin ningún sueño o visión. Preocupado, el amigo decidió visitar al hijo del maestro fallecido.
“Teníamos un acuerdo”, le explicó al hijo. “Tu padre nunca rompería su palabra a menos que algo crucial haya ocurrido”.
El hijo dijo: “Estaba igual de preocupado porque también esperaba que mi padre me visitara. No obstante, sabiendo el arte secreto de transportar mi alma a los mundos superiores, anoche pude visitar a la Corte Celestial y preguntar qué había sido de mi padre”.
“Los ángeles contestaron: ‘Él estaba aquí, pero no se quedó. Siguió caminando’. Busqué en cada región del cielo y les pregunté a los ángeles si lo habían visto. En cada lugar, me dieron la misma respuesta: ‘Tu padre estuvo aquí, pero siguió caminando’”.
“Finalmente, me encontré a un hombre sentado en la entrada de un bosque y le dije: ‘¿Ha visto a mi padre?’”.
“Él también contestó: ‘Sí, estuvo aquí, pero siguió caminando’. Luego agregó: ‘Lo encontrarás al otro lado del bosque’”.
“Recorrí el bosque en lo que parecían días y, finalmente, llegué a un lugar donde no había más árboles. Mirando tan lejos como mis ojos me permitían, vi un amplio y turbulento océano, con olas tan grandes como montañas. Mi padre estaba parado ahí, descansando con su bastón, observando el océano. Me le acerqué y tomé su brazo. ‘¿Qué haces aquí?’, le pregunté. ‘Todos estamos preocupados porque no regresaste a visitarnos en una visión o un sueño. No sabíamos lo que te había ocurrido’”.
“Sin apartar sus ojos del océano, mi padre dijo: ‘¿Sabes lo que es este océano, hijo?’, le dije que no y él continuó, ‘Este es el océano de todas las lágrimas de todas las personas del mundo que han llorado de dolor y sufrimiento. He jurado ante Dios que nunca dejaré este océano hasta que Él seque todas las lágrimas. Es por eso que no he podido cumplir mi promesa’”.
Tenemos que asumir responsabilidad por todo lo que nos rodea. Cuando hacemos esto, entonces estimulamos nuestro deseo de traer el cambio. Por otro lado, si nos mantenemos enclaustrados en nuestro propio mundo, aislados emocionalmente de los demás, es imposible que nosotros (y el mundo) salgamos de nuestro caos.
La verdadera compasión por el sufrimiento de los demás nos conduce a continuar nuestro trabajo hasta que todos sean liberados. Como el maestro espiritual que no se movió del océano de lágrimas, insto a todos a que perseveren en su determinación de enfrentar el dolor y sufrimiento donde quiera que éste se encuentre. Si queremos eliminar el caos de este mundo, nuestra disposición a ayudar no debe tener fin.

Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.

RELACIONES TOXICAS


Detener el sufrimiento
 
HAY TRES CLASES DE PERSONAS EN TU VIDA:

Las que te dejan sol@
Las que te ayudan
Las que te lastiman

LAS PERSONAS QUE TE DEJAN SOL@ consideran tu sufrimiento una molestia o inconveniencia; prefieren mantener su distancia para sentirse mejor.

QUIENES TE AYUDAN tienen la fuerza y la conciencia necesarias para hacer con tu sufrimiento más de lo que tú puedes hacer sol@.

QUIENES TE LASTIMAN quieren que la situación siga igual porque no les interesa tu bienestar.

Analiza honestamente cuántas personas de cada categoría hay en tu vida. Esto NO es lo mismo que contar amigos y familiares cariñosos. Valora a los demás únicamente según se relacionan con TUS DIFICULTADES. Luego realiza un conteo realista, toma la  siguiente actitud:

-         NO VOLVERE A CONTAR MIS PROBLEMAS A QUIEN PREFIERE DEJARME SOL@, no es bueno para ellos ni para mí. No quieren ayudar, así que no les pediré que lo hagan.

-         COMPARTIRE MIS PROBLEMAS CON QUIENES QUIEREN AYUDARME. No rechazaré ofertas sincera de ayuda por orgullo, inseguridad o duda. Pediré a estas personas que se unan a mí en sanación y haré de ellas una parte mayor de mi vida.

-         PONDRÉ DISTANCIA ENTRE MI Y QUIENES BUSCAN LASTIMARME. No tengo que confrontarlos, hacerlos sentir culpables ni convertirlos en causa de mi autocompasión. Pero no me permitiré absorber su efecto tóxico, y si eso implica mantener mi distancia, lo haré.

lunes, 30 de abril de 2012

EL RESENTIMIENTO

Probablemente, en alguna etapa de nuestra vida hemos experimentado, sentido resentimiento por algo que nos ha afectado y que consideramos que nos desarmonizó, defraudo,  y emprendemos acciones contra ello, con ira, rabia, odio a fin de hacer justicia por lo acontecido.
 Lo cierto, que el resentimiento aflora y da paso a acciones que muchas veces  conllevan actuar de una forma no correcta, pudiéndose manejar por otras vías, de tal forma que perdonemos, aprendamos y ello nos ayude a crecer.
Los resentimientos son sentimientos negativos que tenemos hacia alguna persona. Perduran porque, o bien no se han resuelto con la persona implicada o bien no tienes claro que quieras superarlo
 Hay abundancia de escritos y opiniones sobre ello, que permiten ampliar el alcance y repercusiones que el resentimiento genera, por qué  se produce y como superarlo, por ejemplo René  Rivera Rodríguez, nos indica, como lo señala Dorsch ("002: 704_705), que se entiende  el resentimiento generalmente en el sentido de rencor sordo, frecuentemente inconsciente, de envidia u odio impotente, que se manifiesta en criticas, comentarios o insinuaciones que desprestigian a la persona que es objeto del resentimiento"
Por su parte  Muñoz (2002) comenta,  que el resentimiento es:
- Evocar un sentimiento de hostilidad contra una persona o personas que consideramos que nos han tratado mal.
- Rencor reprimido sobre un acontecimiento negativo que te ha sucedido.
- Molestia, agitación emocional que siente siempre que se habla de una determinada persona o acontecimiento.
- Incapacidad para perdonar, incapacidad de dejar pasar y olvidar.
- La base de la desconfianza y sospecha que sienten al tratar con personas o  acontecimientos que les produjeron dolor en el pasado.
- Dolor emocional no resuelto que se siente cuando no se logra aceptar una pérdida.
- El malestar sentido después de gastar mucho esfuerzo y energía para alcanzar algo que finalmente se pierde.
- El resultado de pensar que se fue víctima de un trato injusto sin la resolución del problema.
- El sufrimiento prolongado y en silencio cuando una expresión abierta de dolor es indeseada.

- El rencor hacia una persona o grupo que se considera que ha impedido lograr ciertos objetivos.
- Sentirse ofendido cuando una persona o un grupo ha ignorado o negado tus derechos.
- En ocasiones da lugar a depresión y al suicidio.
Por supuesto, es muy importante  saber cómo se manifiesta el resentimiento, al respecto Muñoz (2002) dice que el resentimiento se manifiesta, cuando la persona desplaza este hacia una persona o grupo de la manera siguiente:
Pone mala cara disimuladamente ante la presencia o mención de la persona que es objeto del resentimiento.
Sentir malestar cuando la música, una película, o un programa de televisión le recuerdan las interacciones desagradables que ha tenido con ellos.
Habla de una manera burlona, de hostilidad o degradante de él, ella o de ellos.
Tienen pesadillas o pensamientos desagradables sobre la persona o personas.
Se ve bloqueado en sus esfuerzos de crecimiento personal sin saber por qué.
Siente cólera sin razón aparente.
Se siente deprimido, abatido, y confundido cuando intenta superar estas experiencias frustrantes.
Evade cualquier tema que esté relacionado con su último enfado o malestar acerca de esas personas.
En el ámbito criminal encontramos a sujetos con las siguientes manifestaciones conductuales:
- Su agresividad puede encontrarse reprimida o manifiesta hacia las personas y hacia la vida.
- Pasan maldiciendo las circunstancias y retos que les pone la vida.
- El control de sus impulsos es inadecuado.
- No logran identificar lo inadecuado y consecuencias de sus actos.
- Manejan una nula, laxa o distorsionada escala de normas y valores.
- Labilidad afectiva.
- La mayoría se muestra indiferente ante la vida y ante sus actos.
- No aceptan los errores de sus actos.
- Muestran inmadurez e irresponsabilidad.
Muy interesante es el agregado que indica lo relevante de tomar en cuenta los efectos negativos del resentimiento no resueltos, es decir, cuando no se logra resolver el resentimiento:
  • Hipersensibilidad y odio cuando se recuerda a la persona o personas que lo afectaron.
  • Se tiende a negar o reprimir cualquier sentimiento de ira u odio hacia esa persona.
  • Sentimiento de decepción, provocado o encolerizado cuando las personas contra quienes guardas resentimiento son reconocidas por sus logros.
  • Recriminación y rechazo por la actitud hostil, cínica, y sarcástica, la cual se convierte en una barrera entre nosotros y las personas con quienes deseamos establecer una relación sana.
  • Estancamiento en el desarrollo personal
  • .Se rechazan y menosprecian todos los intentos de los demás para conseguir que se trabaje en el perdón, para olvidar ofensas y daños pasados.
  • Resistencia a no resolver los conflictos no resueltos con la persona o personas para sentirse libre y seguir con nuestra vida.
  • Dificultad en expresar nuestros sentimientos y confiar en otras personas, especialmente en nuevas relaciones.
  • Baja autoestima e inadecuado autoconcepto de nuestra persona.
  • Ideas estúpidas e irracionales.
Por otra parte, nos aporta nos aporta sobre este tema Sofía Roepke, que consideremos, que una de las emociones negativas más frecuentes y más difícil de superar es el resentimiento. Aquellas personas que nos han hecho daño siguen siendo nuestros deudores aunque haya pasado mucho tiempo. No importa que estén muertos o con vida, ya que el dominio del oscuro recuerdo no respeta fronteras. Tampoco hay diferencia en que el odio y el deseo de venganza se anuden en nuestro corazón desde la niñez o desde el ayer reciente. Nuestro tiempo psíquico es inmóvil. Por eso siempre estos recuerdos acechan, para surgir disfrazados de distintos temores cuando la oportunidad se presenta propicia. Esos temores son el veneno que debemos probar cada vez. El recordar a los que nos han causado sufrimientos, como también hechos y circunstancias dolorosas, abren de nuevo nuestras heridas. Repasamos con amargura esas situaciones y la idea de desquitarnos puede obsesionarnos. Pero debemos considerar el hecho de que siempre es mejor vivir el presente que quedarnos atrapados en un pasado doloroso lleno de resentimientos y culpas.
Finalmente, Daniel Mercado, comenta al respecto, que  recordemos que Scheler definió el resentimiento como una intoxicación del alma. Este veneno anímico se instala por dos mecanismos muy emparentados: la envidia y la injusticia.
Se resiente aquel que percibe para sí un derecho a tener lo que otro posee. Se produce por un falaz igualitarismo que cree que todo es para todos y tiene como trasfondo el deseo ávido de acumular, muy parecido al consumismo en auge.
Pero se resiente también el que sufre una injusticia, aquel al que se le quita, con o sin violencia explícita, un bien que poseía, una propiedad, la libertad o la dignidad.
Ambos resentimientos comparten la percepción de la injusticia y despiertan el deseo de eliminarla, lo que sin duda los puede hacer valiosos.
Ruth Muñoz no recomienda afrontar el resentimiento, porque continuar alimentando un sentimiento negativo durante mucho tiempo tiene un tremendo coste físico y emocional. Además este resentimiento rara vez afecta directamente a la persona que lo provocó, por el contrario es la persona que lo mantiene quien sufre las consecuencias negativas de éste.
Sugiere, Identificar qué se  puede hacer para mejorar la situación; Examina la situación desde la perspectiva de la otra persona; Examina las  propias creencias o pensamientos; En ocasiones, obtenemos beneficios de tener sentimientos negativos.