El arte del 
cortador de  gemas va unido a mostrar la belleza oculta dentro de un 
cristal. Comenzando por  el golpe que hiende a la piedra, seguido del 
corte posterior, el cortador de  gemas va liberando gradualmente, en su 
total expresión, la belleza interior  encerrada dentro de la piedra más 
grande.
Aprender a ver la 
belleza  interior en una persona, una situación, un ambiente o una 
circunstancia no  siempre es fácil. La vida, tal como la vivimos, tiende
 a producir la  superposición de una capa sobre otra de sustancia 
material hasta que oculta la  esencia interior espiritual, tal como un 
grano se encierra dentro de la  cáscara. Este mundo de apariencias 
externas, a menudo confunde la verdadera  realidad y la ansiada búsqueda
 de la belleza la confía a dichas apariencias.
Como en todos los 
 objetivos dignos de alcanzar, se necesita un entrenamiento para 
lograrlo, y es  a través de la revelación de la belleza interior. 
Aprendemos a reconocer la  belleza y asistimos a su total florecimiento 
buscándola tras los planos  externos sobre los que vivimos nuestras 
vidas. Podemos encontrar esta belleza  interior a menudo de forma 
silenciosa como expresión de un instante o de un  encuentro fortuito.
Por otra parte, en
 un  ambiente sombrío podemos ser golpeados de repente por un resplandor
 sutil que  espera que lo reconozcamos. La belleza interior jamás está 
presente, pero si  latente y espera nuestro descubrimiento cuando la 
buscarnos en lugares inesperados  y vamos a ella con una buena 
disposición a ser sorprendidos.
Se ha dicho que la
  belleza es tanto de divinidad como la que puede expresarse de 
cualquier otra  forma. La forma tiene la intención de servir, no como un
 contenedor, sino como  una lente por la cual la belleza interior puede 
pasar - desde esferas más altas  a más bajas-, cumpliendo un ciclo de 
flujo de energía y para un objetivo que no  podemos entender totalmente.
La red de los 
triángulos  que envuelve el planeta, llevando energías de luz y buena 
voluntad por todo el  mundo, es un poderoso agente de la revelación de 
belleza interior.  Transformando calidades espirituales latentes, como 
la luz y la buena voluntad,  en potencias de la expresión humana, la 
belleza de los reinos interiores se  está trayendo a una revelación más 
clara, y la orden, dejar la vida interior  emerger para todo lo que se 
ve, se está cumpliendo.
                                        …………………………………………………….
En el convencimiento de  que el Lago de tu mente permanece inalterablemente claro y sereno.
 Que Dios Y la Vida te Bendiga y que tu  devuelvas esas Bendiciones multiplicadas por mil.-
Simon EL TEMPLARIO
 
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