En la
vida, todo es energía. Todo. En la vida, todo vibra. Todo. La
vibración es el movimiento de la energía. Es la Esencia, que se manifiesta bajo
formas diversas por el proceso elegante del movimiento.
Todo está
conectado con todo lo demás. Todo. No hay nada que esté «desconectado»
ni «desgajado». Sólo nos creemos que lo está. Es imposible que nada se
desconecte o se desgaje.
La
Totalidad del Todo es en realidad una matriz inmensa, insondable. La matriz
vibra a frecuencias distintas en lugares distintos. Estas diferencias podrían calificarse
de perturbaciones locales del campo de energía, como cuando arrojamos
una piedrecita a un estanque.
Tú eres
una perturbación local. Lo mismo son tus pensamientos, tus palabras, tus actos.
Las palabras vibran. Los pensamientos vibran. Los actos vibran. Las palabras no
son más que sonidos, claro está, y el sonido no es más que una vibración de
energía a determinadas frecuencias. Los pensamientos son menos densos, y por
eso vibran a frecuencias diferentes. Los actos son más densos, y vibran también
a otras frecuencias.
El acto
de la «creación» no es más que el acto de sintonizar con la vibración de lo que
ya existe en la Totalidad del Todo; y esta sintonización lo atrae hacia ti. En
realidad, no estás «creando» nada, sino que te estás limitando a observar
aquello que ya se ha creado, y a magnetizarlo, o atraerlo.
El
proceso de atracción no es más que una cuestión de ajustar tu propia energía
a la energía de aquello que quieres vivir. Repitamos que no estás creando nada
sino que estás viviendo lo ya creado. Lo haces a base de arrastrarlo
hacia ti, de «evocarlo» desde el Campo de las Posibilidades Infinitas, por
medio de la «identicación» de tus energías.
En Conversaciones
con Dios se nos ha dicho que las tres herramientas de la creación son el
Pensamiento, la Palabra y la Acción. Todo lo que piensas, todo lo que dices y
todo lo que haces crea energía; y, por tanto, crea tu realidad. Pues tu «realidad»
no es nada más que la suma de tus energías y de las energías que éstas atraen.
El Mecanismo
de la Manifestación no es más que un «ajuste de energías».
Es
sintonizar la vibración para que resuene con el aspecto de la energía universal
que quiere vivir una Individualización.
La
palabra «realidad» significa «lo que se está viviendo aquí mismo, ahora mismo».
Recuerda que ésta es la única cosa que se puede vivir. No puedes
vivir el ayer; sólo puedes recordarlo. No puedes vivir el mañana; sólo puedes
preverlo. La única cosa del universo que puedes vivir es el Aquí y el
Ahora.
Nada es
verdaderamente «real»; sólo es «real» en la medida en que lo estás viviendo.
Otra manera de expresar esta idea es decir que, al vivirlo, lo haces real.
Vivir
experiencias es todo una cuestión de resonancia. Es una cuestión de las energías
de la Esencia que atraes hacia ti y a través de ti hasta el aquí mismo y el
ahora mismo. A esto lo llamas «creación».
La
creación es resonancia.
NEALE DONALD WALSCH
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