Para
comprender la geometría sagrada y el funcionamiento universal es
necesario conocer bien la 1ª,2ª y 3ª dimensión. La primera dimensión la
podríamos ver como un punto en el vacío, el todo unificado. Es muy
difícil comprenderla más allá de esto por que es demasiado grande y
compleja.
Si de ese punto primero
nos damos cuenta de que podemos trazar lineas obtenemos la 2ªD.
Podríamos decir que Dios ha comenzado a separarse para así poder
conocerse, verse por partes. Trazando líneas la primera figura que
obtenemos, la más sencilla y compleja, es el triángulo. Cuando esa
figura gana las perspectivas adelante, atrás, arriba, abajo, es cuando
entramos en la 3ªD en la que habitamos actualmente.
Del triángulo se derivan
todas las demás figuras geométricas que conocemos, por eso es sencillo y
complejo, y como todo, polar. Esta figura es lo que conocemos como
Santísima Trinidad o los tres ángulos del hombre. Padre, madre, hijo; Voluntad, Sabiduría y Amor.
Si a este le encontramos su centro o punto de equilibrio trazando
líneas desde sus ángulos y lo giramos desde su eje central obtenemos un
círculo. A su vez , y sabiendo que círculo te “contiene” o limita , corresponde a tu fractal,
observamos las dos polaridades del triángulo obtenemos la Merkabah o
Estrella de David. Esta es la figura básica que forma todas las cosas en
este universo.
Cada triángulo representa
una parte de la dualidad, una polaridad del todo. El triángulo que
apunta hacia abajo es la mujer, el polo positivo. El que apunta hacia
arriba es el hombre, el polo negativo. Esta dualidad es lo que
finalmente genera al ser, pues generan un desequilibrio que se traduce
en movimiento. Es fuerte movimiento energético es lo que permite al ser
manifestarse en tercera, así como en dimensiones superiores.
No hay que olvidar que
la 3ªD es la más densa, la más difícil de llegar. Es decir, requiere de
una geometría sagrada muy compleja y desarrollada. Todos hemos estado
ya, necesariamente, en la 1D (que es la misma que la última, la 22, pero
en un fractal menor), pero no todos los seres están ya en tercera.
Llegar aquí es un camino largo.
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Una Merkabah conforma otra, ejemplo de fractal en geometría sagrada |
La manifestación de nuestro
ser, así como de todo el universo, están basadas en esta figura. El
lenguaje puro de esta Geometría Sagrada es lo que desglosamos más
básicamente en Las 7 Leyes Universales, y finalmente en todo lo que es. De
esta forma cuando se mueve la energía a gran velocidad se divide y
densifica el ser manifestándose así en la materia. No es incorrecto
decir que el ser es energía, y esta ni se crea ni se destruye,
solo evoluciona. Esta densificación de la energía que llamamos materia
tiene a su alrededor esta energía que la conforma (es la llamada 4ªD) y
que ancla en el cuerpo en distintos centros energéticos o Chakras, cada
uno con sus propias características.
Sabemos que esta energía es dual y
que de su interacción se forman todas las cosas. ¿Cómo?. Pues la
interacción de la energía, de los polos, es representada mediante el Ying Yang.
Este es como una fotografía del fluir de la energía vista de cerca.
Hemos dicho ya que esta energía se mueve a gran velocidad, girando
un triangulo dentro del otro y cada uno en una dirección. Si giramos a
gran velocidad la figura del Ying Yang lo que obtenemos es ni más ni
menos que la espiral que conforma nuestro ADN, o el símbolo del
infinito.
Estos centros energéticos o chakras están en cada partícula del
cuerpo. Existen naturalmente centros mayores de los cuales son muy
importante las articulaciones y Los Principales 7. Como podéis ver los 6
círculos en los ángulos de los triángulos y el punto central o de
equilibrio, donde se encuentra el todo. Se dividen en el cuerpo siendo
la polaridad positiva o femenina del triángulo, el que mira hacia abajo,
los chakras Tercer ojo (frente), Laríngeo (garganta) y Corazón. La
polaridad masculina o negativa del triángulo, el que mira hacia arriba,
los chakras Plexo Solar, Sacro y Raíz (órganos sexuales y piernas). El
séptimo se encuentra en la parte superior del craneo, Chakra Corona, y
podríamos entender que es el centro energético del todo en el cuerpo humano. Representa el punto por el que entra o conecta el espíritu con el cuerpo.

Fuente AcuAres