¿Una teoría de la física que pueda explicarlo absolutamente todo?
¿Una
teoría que pueda dar razones sobre cómo se creó el Universo, sobre
cuántos tipos de materia existen y cómo se relacionan entre ellos, sobre
cómo se comportan el espacio y el tiempo...?: es la “Teoría Unificada” o
“Teoría del Todo”. Este ansiado modelo, que algunos han llegado a
considerar una mera fantasía científica, puede estar más cerca de lo que
nunca se creyó posible. Científicos del Imperial College de Londres
aseguran que es posible probar de forma empírica la “Teoría de las
Cuerdas”, algo que jamás se había demostrado sobre el papel. No es lo
mismo, de acuerdo, pero es el modelo del que se espera nazca la teoría
universal. En definitiva, el primer paso para contestar a todos los porqués.
Para desenredar este galimatías hay que empezar por el principio. Para la Teoría
de las Cuerdas -desarrollada originalmente para describir las
partículas fundamentales que han creado el Universo-, los componentes
básicos de la materia (átomos y partículas subatómicas) no son puntos o
esferas, como se han descrito hasta ahora, sino hilos
vibrantes de energía denominados cuerdas. Las cuerdas vibran de unas
formas determinadas dotando a las partículas de sus propiedades únicas,
como la masa y la carga. Muchos
científicos son muy escépticos a esta propuesta, pero sus defensores
creen que puede convertirse en una Teoría del Todo, capaz de explicar
todos los fenómenos de la Naturaleza. Pero hasta ahora había un pequeño problema: nunca había sido probada.
Los investigadores del Imperial College creen que han dado una vuelta de tuerca a esta situación. En un artículo publicado en la revista Physical Review,
describen cómo llevar a cabo la primera prueba experimental sobre la
validez (o no) de la “Teoría de las Cuerdas”. Y aseguran que se puede
demostrar a través de un fenómeno con el que nunca antes se había
relacionado: el entrelazamiento cuántico, por el que dos o más
partículas se unen tanto que no pueden describirse por separado. Cuando
esto ocurre, aunque las partículas se encuentren a millones de
kilómetros, cuando el estado de una de ellas cambia, la de la otra
también lo hace.
Descubierto por casualidad
Como
este entrelazamiento se puede probar en laboratorio, los científicos
creen que también se podría utilizar para comprobar si las predicciones
de la Teoría de las Cuerdas funcionan de verdad. Esta demostración resultaría un hito en el campo de la física teórica.
Según explica la web científica Physorg.com, Michael Duff, responsable de la investigación y profesor del Departamento de Física Teórica del Imperial College,
llegó a estas conclusiones de forma casual, cuando, en una conferencia
en Tasmania, otro físico explicaba unas fórmulas matemáticas sobre el
entrelazamiento cuántico. De repente, Duff se percató de la similitud entre las fórmulas que le estaban presentando y otras que él mismo había desarrollado años antes sobre la Teoría de las Cuerdas para
describir el comportamiento de los agujeros negros. El descubrimiento
fue totalmente inesperado y, si se confirma, puede cambiar la forma en
la que se comprende la física. No hay una conexión obvia para explicar
por qué una teoría que se desarrolla para describir el funcionamiento
del Universo es útil para hacer lo mismo con el comportamiento de algo
tan minúsculo como los sistemas cuánticos entrelazados, pero resulta,
por lo menos, muy llamativo. “Esto puede decirnos algo muy profundo
sobre el mundo en el que vivimos o no ser más que una peculiar
coincidencia”, apunta Duff. El tiempo lo dirá.
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