domingo, 13 de mayo de 2012

LA AUTOCONSCIENCIA


Ni siquiera todos los elementos de la vida que son autoconscientes pueden utilizar conscientemente la Energía Esencial. No es sólo una cuestión de ser conscientes; también es una cuestión del nivel de consciencia que ha alcanzado un ser o una especie. Por ejemplo, aunque un perro es un ser muy inteligente, no tiene (que nosotros sepamos) la autoconsciencia suficiente para poder utilizar la Energía Esencial de manera intencionada.
»Los seres humanos no sólo son conscientes de sí mismos, sino que son conscientes de que son conscientes; por ello, han ascendido al menos al segundo nivel de la consciencia. Este nivel de la consciencia permite a los seres sensibles advertirse a sí mismos, e incluso advertir que se advierten a sí mismos. Es decir, podemos situarnos «fuera de nosotros mismos» y observarnos hacer lo que hacemos y pensar lo que pensamos y decir lo que decimos.

»Hasta podemos observar cómo nos observamos. Podemos salir al pasillo de la consciencia y asomarnos a las puertas que tenemos por delante y por detrás; y, según dicen algunos, llegar a ver y a vivir nuestro Yo Divino y Sagrado.»

NEALE DONALD WALSCH

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