viernes, 1 de junio de 2012

CIENTIFICOS "REDESCUBREN" EL TERCER OJO

La importancia del tercer ojo, conocido también como el ojo de la sabiduría, ha sido conocida por los buscadores de la Verdad y practicantes espirituales a través de los siglos, pero sólo recientemente la ciencia moderna ha aceptado su existencia. Por ejemplo, en un estudio ruso reciente, una película fotográfica en un sobre a prueba de luz, comenzó a producir imágenes fotográficas después de ser colocada en la frente de sujetos experimentales. De acuerdo con el investigador principal del estudio, Vitaly Pravdivstev, “Esta prueba revela que ciertas personas son capaces de irradiar las así llamadas 'imágenes mentales' desde algún lugar dentro de sus frentes”.
 
El Sr. Pravdivstev prosiguió para señalar la correlación entre esta habilidad y el centro del cerebro, conocido como el tercer ojo, declarando: “Las tradiciones orientales antiguas pueden probar nuestra suposición: Ellos dicen que la radiación proviene de los centros energéticos del ser humano. La ciencia esotérica llama a este centro el tercer ojo”. 

También, la existencia del tercer ojo en ciertos animales ha sido bien establecida en el campo de la zoología. Muchos reptiles y aves han mostrado tener un tercer ojo, el cual se correlaciona con la glándula pineal y que no ve de la misma manera que los ojos físicos, sino que percibe la luz y el calor. Más aun, se ha encontrado que la glándula pineal humana posee receptores de luz que produce melatonina, sustancia cuya liberación es determinada por la cantidad de luz que recibe el cuerpo. (Véase la Revista Noticias #133, “La glándula pineal y la melatonina”).

Pero los científicos generalmente han minimizado la importancia de la función de la glándula pineal en la fisiología humana. Aunque es similar al tercer ojo de ciertos animales, los humanos no usan esta glándula para percibir luz directamente. Y un descubrimiento reciente de que los ojos físicos también pueden producir melatonina, parecería hacer de la función de la glándula pineal humana algo incluso menos significativo. Finalmente, a diferencia de los animales, el tercer ojo de los humanos está enterrado profundamente dentro del cerebro y esta diferencia de localización podría hacer que la glándula pineal humana parezca aún menos vital. Porque, en términos de evolución, pareciera que la glándula está desapareciendo lentamente, más bien que sirviendo a una función vital de supervivencia actual.

Pero, los hallazgos en investigaciones, tales como los de Vitaly Pravdivstev antes discutidos, podrían urgir a la ciencia moderna a asumir una nueva perspectiva al respecto. La habilidad de proyectar imágenes fotográficas implica un nivel de funcionamiento que no solamente es más completo de lo que los científicos reconocían previamente, sino que también indica que este órgano realmente puede “ver” por sí mismo y operar más allá del nivel de la mera supervivencia física. De modo que puede ser cierto que, mientras que para muchas personas el tercer ojo ha caído en desuso, la razón podría ser enteramente diferente de lo que la ciencia ha creído por largo tiempo. La glándula pineal podría necesitar solamente la clase de despertar al cual la Maestra hace referencia como “reconectarse con Dios” para asumir su verdadera función. 

Otro autor, el teosofista G. de Puruker, escribió en los años 20 acerca de la glándula pineal y la evolución de la humanidad desde una perspectiva más bien espiritual que biológica:
Incluso ahora la glándula pineal es la fuente del conocimiento intuitivo. Siempre que tenemos un presentimiento esta glándula está vibrando suavemente; cuando tenemos una inspiración o un destello de entendimiento intuitivo, vibra más fuertemente. Sin embargo, no le va muy bien, debido principalmente al trabajo de los dos ojos físicos, los cuales la superan. A medida que pase el tiempo los dos ojos se harán lentamente cada vez más perfectos en cuanto a su función, pero mermarán en importancia, y el “primer ojo” mostrará su verdadero valor.
Quizá la referencia del Sr. de Puruker al “primer ojo” siendo reconocido una vez más por su verdadera importancia, coincida con nuestra entrada a la Era Dorada. De ser así, el estudio de Pravdevstev podría representar una validación anticipada por parte de la ciencia de la verdadera importancia y significado del ojo de la sabiduría. Y por tanto, tal como dice la Maestra, el ojo de la sabiduría es donde “vamos” para reconectarnos con Dios internamente, en las décadas venideras todos nosotros iremos apreciando más profundamente la importancia de nuestra conexión divina con Dios.

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