Mi fe en Dios me llena de esperanza y confianza
Esperanza Al
mirar el cielo por la noche, puedo apreciar las estrellas como símbolos
resplandecientes de la presencia omnipresente de Dios. Tal belleza me
llena de maravilla y fe. En esos momentos, digo: “Gracias, Dios, por
esta bella expresión de Tu provisión”.
Mi fe crece como consecuencia de las alegrías y de los retos en la
vida. Si siento algo menos que vitalidad y salud, enfoco mi atención en
la presencia de vida de Dios en mí. Me renuevo constantemente en mente,
cuerpo y espíritu gracias a la vida y a la energía divinas. Mi fe es
fortalecida y mi esperanza es renovada al permanecer consciente de que
Dios se expresa en mí y a mi alrededor.