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sábado, 16 de junio de 2012

RESPIRACION CONSCIENTE


Conectar conscientemente con nuestra respiración es la llave de lo que se ha denominado “despertar espiritual” o despertar de consciencia, es decir el final del sufrimiento y por añadidura es también la clave de nuestra salud total.
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Es la compañera inseparable del silencio interior, que nos lleva hacia el despertar del alma, al recuerdo de sí (recuerdo de quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, porqué existimos y porqué existe toda la creación).

Y es que se trata de la forma más efectiva, quizá la única, de lograr que nada te turbe nunca jamás, ni en meditación, ni en tu vida cotidiana. O como dice el maestro Michael Brown: todo lo que estamos buscando se encuentra al otro lado [de la plena atención a la respiración].
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Lo más grandioso es que nos lleva a entrar en contacto personal con eso que muchas religiones y culturas conocen con la palabra “Dios”, pero que al vivenciarlo por nosotros mismos -por experiencia directa- podemos denominar simplemente: Amor Consciente.

¿Y cómo?

. Para conectar con nuestra respiración no necesitamos más que un momento, un instante que puede ser tan corto o largo como nos entusiasme. Dos o tres segundos son suficientes para entrar en contacto y luego podemos quedarnos ahí todo el rato que nos plazca, no importa lo que estemos haciendo: caminando, leyendo, mirando un video, disfrutando un delicioso platillo, formados en una fila, en medio de un terremoto, o bien: absortos en los ojos de nuestro ser amado…
 . Tampoco es necesaria alguna técnica especial. De hecho, mas que hacer algo, se trata de un no hacer, pues el cuerpo ya respira por si solo y recibe estímulos en sus sentidos sin que tengamos que hacer nada. Sólo dejamos que suceda y observamos.
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Sentir en vez de Pensar.

Únicamente prestamos toda nuestra atención a sentir cómo respiramos y -a la vez- qué otras sensaciones recorren nuestros sentidos en este momento, pero sin necesidad de pensar nada, ni buscar explicaciones o juzgar el cómo respiramos, sólo sentir sin etiquetar mentalmente lo que sentimos. Así entramos a la experiencia indescriptible de la atencion plena.

. ….. … ¡Así de fácil e inmediato! 
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¿Y si perdemos la conexión?
Mas, como estamos atentos, podríamos observar que de pronto nuestra respiración deja de ser natural y espontánea -es decir que sufre pausas, ya sea al pasar de la inhalación a la exhalación, a la inversa o en medio del ciclo-. Si sucede esto es que nos distrajimos con algún elemento sorpresa, ya sea exterior o interior (como algún pensamiento o incomodidad emocional, por ejemplo).
En ese caso, amorosamente volvemos al ciclo natural y seguimos disfrutándolo, no importa qué otro asunto estemos atendiendo.

. …….. ¡Así de simple!

lunes, 28 de mayo de 2012

EL SILENCIO DEL ALMA

El silencio guarda los secretos.

 Recuerda por lo tanto que no hay sonido mas dulce que el silencio.

El silencio es como una cancion del alma.

Algunos la escuchan en la oracion,

 otros la encuentran en su trabajo o en la

simple contemplacion de la vida.

Cuando se alcanza el dominio,

 los sonidos del mundo pueden apagarse

 y las distracciones ignorarse.

Toda la existencia se

convierte en meditacion.

Y como la naturaleza es meditacion,

 a traves de ella se contempla la divinidad.

 Una vida asi vivida

 solo pùede estar colmada de bendiciones.

 No hay lucha, ni dolor, ni preocupacion.

 Solo hay experiencia.

Respira en cada flor,

vuela con cada pajaro y encuentra belleza en todo.

 Es por ello que no debes buscar belleza,

 ni tampoco sabiduria.

 La sabiduria es una contemplacion de la belleza.

Cuando se actua en este estado

 todo lo que se hace se convierte en reflexion

 y la reflexion en ofrenda.

Al lavar los platos,

 disfruta del calor del agua que acaricia tus manos.

 Y al preparar la cena,

siente el amor del universo

que te trajo el alimento.

La comida le sabra mejor a tus comensales.

Al respirar, respira largo y profundo,

 respira lenta y suavemente,

respira el suave y dulce soplo de la vida,

 plena de

energia y de amor…..

Respira de nuevo profundamente

 y podras reconocer a Dios

en cada uno de tus respiros.

Utiliza tu vida como un sendero de meditacion

 y todos los eventos tendran una nueva

 y majestuosa dimension.

Muevete con perfeccion

y no te  detengas ante la duda y el temor

ni la culpa.

 Reside en el esplendor de saberte amado.

Siempre eres uno con Dios.

Y uno conmigo.

 Tu hogar es mi corazon y el mio es el tuyo.

Porque somos todo lo que es,

 todo lo que fue y todo lo que sera.

sábado, 26 de mayo de 2012

LA TRISTEZA COMO MEDITACION

La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Has de trabajarla. Es muy fácil escapar de tu tristeza. Todas las relaciones son, generalmente, formas de escapar de ella; procuras evitarla. Y siempre está ahí, oculta… la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.

Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.

No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?

Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites. Recuerda esto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate… y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.

Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la trsiteza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reunes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.

Has de recordar esto: cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate… en voz alta… no tienes por qué preocuparte.

En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio.

Escúchalo. Cierra tus ojos. Siéntelo… percibe su textura… su fragancia. Y si te sientes feliz, canta y baila.

Osho

viernes, 25 de mayo de 2012

EL SILENCIO INTERIOR

          ¿Cómo escuchar y comprender el silencio interior?
Este es un tema realmente importante tiene que ver con todo aquello  que significa propiamente el camino del Despertar Espiritual. Primero, que nada debe haber paciencia, respeto, humildad y deseo real de amor a la Verdad.
El Silencio interior es el preámbulo necesario en la mística de la adoración espiritual. Esto es lo que significa, el silencio interior: es una Oración de alabanza pero sin palabras.
¿Porqué sin palabras? .Porque ya antes se ha dicho todo entonces llega el momento donde virtualmente nos unimos en la elevación espiritual de la entrega, propiamente dicho. Y el escuchar es literalmente sentir  como todo nuestro ser se llena de un gran Amor, siendo  que el Amor es propia y pura  naturaleza espiritual. Este amor que sentimos es también el Amor que recibimos.
Esa es la forma correcta del entendimiento el de escuchar y sentir en el silencio la presencia del Amor Divino.
Mucho hay sobre este tema pero un paso a la vez nos levará a  la culminación de esta experiencia tan importante en la vida de toda persona que busque la comunión con la Verdad: Dios.

miércoles, 25 de abril de 2012

Silencie su mente y sintonícese con la divinidad

Publicado en el Diario La Nación de Neiva (Huila, Colombia) el 24 de Abril de 2011.
“Somos esclavos de lo que decimos y señores de nuestros silencios”.
Una clave maravillosa de bienestar y que además favorece  la comunicación celestial es el silencio interior. El silencio en sí mismo contiene una sabiduría tan infinita, que  ha sido denominado como la lengua del corazón. Y no me refiero solamente al silencio común de no pronunciar palabra, sino también a  acallar la mente bulliciosa ya que el silencio mental es muy superior al del habla.
Cuando dormimos profundamente, entramos en contacto directo con el extraordinario poder del silencio. Es por ello que los sueños constituyen una fuente increíble de guía divina, sanación y mensajes angelicales. Sin embargo, también podemos aprender a acceder a las bondades del silencio interior en estados conscientes de vigilia.
El silencio no es exactamente la ausencia de sonidos externos. Es más un estado de tranquilidad en el que podemos oír lo que se mueve en nuestro interior con mayor claridad. Una conexión y verdadera comunicación con Dios al sincronizar nuestra consciencia con Su conciencia.
Entre los beneficios del silencio interior  encontramos que ejerce una influencia sedante asombrosa sobre el cerebro y el sistema nervioso. Desarrolla la fuerza de voluntad, aporta paz mental, promueve la paciencia y frena el impulso de la palabra, entre otros. Además, es de gran ayuda para controlar las emociones tóxicas. Por ejemplo, el desasosiego, el malestar y la irritabilidad desaparecen y se siente uno lleno de serenidad, fortaleza, sabiduría, paz, quietud y alegría.
Invierta en usted, ajuste su agenda personal y regálese al menos un espacio de silencio cada día. Adicional al hecho de relajar su cuerpo por completo, le ayudará  a adiestrar su mente para permanecer aquí y ahora en el presente, sin los fantasmas del pasado o las incertidumbres del futuro.
Al hacer silencio, usamos el poder de la introspección que es lo mismo que  “ir hacia adentro” porque todo el conocimiento ya está ahí, en nuestro interior. Al reencontrarnos con nuestro propio Ser, recordamos quiénes somos, dejamos de hacer preguntas afuera y hallamos en nuestra mente serena las respuestas.
De todas maneras, hacer regularmente un ayuno de la palabra es provechoso también ya que reeduca al ego, el cual tiene la enloquecedora costumbre de hablar todo el tiempo. Además, las palabras escritas y habladas poseen gran fuerza y en ocasiones su energía se puede desperdiciar por medio de charlas ociosas.
A parte del ruido exterior, desconéctese literalmente de su propia palabrería mental, de sus conversaciones internas y conéctese  con su Ser Superior a través de este sencillo ejercicio de silencio que a continuación comparto:
Apague su celular, radio, televisión, etc. y pida no ser interrumpido. Siéntese cómodamente, invoque la presencia de sus ángeles guardianes y pídales que lo asistan y aclaren sus canales de comunicación con la Divinidad.  Cierre sus ojos y respire profundamente varias veces reteniendo el aire por unos instantes. En la primera inhalación, inspire Paz.  En la siguiente Amor. Luego: Luz, Alegría, Salud y cualquier otra sensación de armonía que desee. En cada una de las exhalaciones, entregue a Dios y a sus bellos mensajeros, sus miedos, angustias y todo lo que usted sienta que no marcha bien en este momento de su vida.
Después, respire cinco veces de manera continua. Es decir, sin hacer pausa entre inhalación y exhalación, formando un círculo en su respiración. Mantenga su atención en la acción de respirar sin detenerse en ningún pensamiento conscientemente. Si aparece alguno, no luche con él. Déjelo pasar, céntrese y continúe respirando. Deléitese con el dulce sonido de la tranquilidad y permanezca en paz con su cuerpo, sus emociones, su Ser.
En esta segunda parte no es conveniente respirar más de cinco veces porque se puede marear ya que generalmente el cuerpo no está acostumbrado y la energía que se genera es bastante fuerte. En la medida que vaya haciendo progreso en esta práctica, podrá ir añadiendo más respiraciones.
Es normal encontrar dificultad al empezar a practicar el silencio porque se puede sentir que los pensamientos inútiles y/o negativos nos acechan. No se desespere. La práctica del silencio debe ser gradual y como cualquier disciplina, requiere decisión, dedicación y determinación.
Entre el caos y la prisa del mundo en que vivimos, el silencio es una de las mejores herramientas con la que cuenta para acercarse a la Divinidad y a usted mismo. Además de ser una práctica transformadora, el silencio es una experiencia muy personal y elevada de la conciencia. Un encuentro con Dios, con el Poder que somos.
Martha Muñoz Losada

martes, 24 de abril de 2012

LA CIENCIA DEL PERDON

Al que perdona no le pasa nada raro en la memoria, simplemente decide hacerse un regalo. Un golpe en la cabeza puede producir olvido, pero no perdón. Cuando el indulto se otorga, el recuerdo sigue, pero ya no hace daño.
El proceso del perdón, incluye un beneficio en ambos sentido: alivio del resentimiento de quien lo ofrece y de la culpa y la vergüenza para quien lo recibe. No solamente es un obsequio para quien lo entrega, sino una forma de autorrecompensa y liberación. El perdón es una manera de lavar el alma y la mente. Es purificar el mundo interior. Al acto de perdonar se llega por dos caminos: la reevaluación objetiva de los hechos o el amor.
Perdonar no es otorgar clemencia, porque no ejercemos la función de jueces, al menos en la vida normal de relación.
Perdonar no es sentir compasión. La compasión solidariza con el dolor de la victima, es una "virtud afectiva" se trata de sensibilidad, de solidaridad emocional o de contagio, ya que el dolor ajeno nos toca o se refleja a través nuestro.
Perdonar no es renunciar a la justicia, es ejércela sin rencor, sin ira, sin aberraciones violentas. "Perdono pero exijo justicia" no por rencor sino por principios.
El error se disculpa, la maldad se perdona. Se perdona al ignorante, pero se perdona al malvado, .Dice Jankelevich en Riso (2004) si no hay intención entonces hay traspiés.
Luskin, (2008) indica lo que no es perdón;
No es aceptar la crueldad.
No es olvidar que algo doloroso ha sucedido.
No es excusar el mal comportamiento.
No tiene que ser una experiencia religiosa ni sobre natural.
No es negar ni desatimar el dolor,
No implica reconciliación con el ofensor. Tampoco significa dejar de sentir.
Continua estableciendo el autor señalado, que la persona que perdona tiene menos problemas de salud.
Perdonar reduce el estrés.
No perdonar puede ser más importante como factor de enfermedades cardiacas que la misma enemistad.
Las personas que culpa a otras de sus problemas se enferman más, por ejemplo de cáncer o del corazón.
Quienes piensan en no perdonar muestran cambios negativos de la presión arteria, la tensión muscular y las respuestas inmunológicas.
Las personas que se imaginan perdonando a su ofensor sienten mejoría inmediata en su sistema cardiovascular, muscular y nervioso.
Inclusive las personas que han sufrido perdidas devastadoras pueden aprender a perdonar y sentirse mejor psicológico y emocionalmente.
Para Chopra (2005: 64) "La compasión total se traduce en perdón total," usted no puede obligarse a perdonar a nadie. El perdón no pertenece al ámbito de la mente. Es un sentimiento del corazón. Entonces nos enfrentamos nuevamente a una paradoja, porque tal parece que cuando no ablandamos el corazón y sanamos cariñosamente sus heridas, nos protegemos contra el mal.Cuando construimos fortalezas para protegernos, solamente nos hacemos más vulnerables" , Chopra indica que las personas victimas, utilizan excusas para prolongar el sufrimiento. Sus esquemas mentales son:
Llevo tanto tiempo sufriendo que es demasiado tarde para cambiar.
Estoy esperando que alguien note mi sufrimiento.
Mi dolor significa que estoy vivo.
¿Por qué alguien no me salva?
Tengo una enorme necesidad de ser amado.
No se me permite comprender.

¿Qué es perdonar?

Para Orozco (2009), el perdón se contempla en todas las sociedades humanas como una forma que permite la cura del alma y el progreso espiritual. El que perdona no solo se cura a si mismo, sino que su alma entra en paz, teniendo una mayor vitalidad y un claro sentido del para que se vino a esta existencia. La falta de perdón, quizás es el motor que en la actualidad promueve tantas enfermedades de índole psicológicas, entre ellas la depresión
El perdón es benéfico
Una vez que se tiene claro el concepto del perdón, se debe tomar en cuenta sus beneficios para el organismo desde el punto de vista bio-psico-social. Según Chopra (2008) el ser humano es el único animal que siente culpa y vergüenza. En esta afirmación, el autor destaca la combinación de una inteligencia racional y emocional.
Es precisamente, esa inteligencia racional, la que permite la evaluación cognoscitiva de las consecuencias de la conducta emitida y el procesamiento de la información emocional que llega al cerebro. Con base a esto, el perdón es una alternativa, que permite "regular" hasta que punto la persona deja que aquel hecho lo afecte y si lo afecta en que intensidad, no se olvida el hecho, pero se aprende a vivir y a desarrollar la capacidad de resiliencia ante las adversidades.
La resiliencia es un concepto psicológico que define la capacidad de las personas de sobreponerse a la adversidad y ser fuerte en las crisis.
Rivas Lacayo (2009), presidenta de la Asociación Latinoamericana de Desarrollo Humano y de la Asociación de Orientación Holistica de la República Mexicana y autora del libro "Saber Crecer" afirma "Sin perdón no podemos crecer ni fortalecernos en la adversidad. No logramos tampoco ser residentes. Algunas personas mantienen su dolor al rojo vivo para demostrar al mundo lo mal que han sido tratadas, sin querer darse cuenta de que se dañan ellas mismas al hacerlo. Cuando nos aferramos al dolor, la autocompasión empaña la capacidad de dar a los demás y asumiendo el papel de mártires, nos sentamos a esperar que alguien mágicamente resuelva nuestra vida".
Para Rivas Lacayo (2009), el perdón ayuda a reconocer y admitir que se es frágil y que no se necesita ocultar la debilidad." Al hacernos concientes de nuestros limites evitaremos que la experiencia se repita"
Tomando en cuenta lo anterior, en donde se visualiza el perdón como capacidad reguladora de las emociones y de sobreponerse al dolor, se tiene las siguientes consideraciones:
Para Luskin (2008), el principal beneficio del perdón es la reafirmación de que no somos victimas de nuestro pasado. Ciertamente el pasado influye en el presente. El perdón brinda la clave para reconocer el pasado como una experiencia y seguir adelante. Cuando se perdona se teme menos.
De esta forma al perdonar se desarrolla y fortalece la autoestima. La persona se hace más fuerte y aprende que le conviene y que no le conviene. El segundo beneficio es lo mucho que se puede aprender en como se puede ayudar a los demàs.Segun Luskin (2008), pocos conocen el poder que da un ejemplo de perdòn.Se puede ayudar a muchos mediante el ejemplo de cómo enfrentar la adversidad y el dolor. Perdonar es una acción que demuestra fortaleza y la misma puede ser un ejemplo para los demás.
El tercer beneficio del perdón, nace del amor y del cuidado que se ofrece a las personas importantes en la vida. Generalmente las personas que sufren por la aflicción de las victimas, no son la que han lastimado, sino las que se preocupan por el sufrimiento del ofendido.
Seguidamente, se analizará el valor terapéutico del perdón, donde se percibe como una herramienta de liberación, de aquellas emociones negativas que alteran los pensamientos y en consecuencia los sistemas inmunológico, endocrino y nervioso.

El perdón y la salud

La salud humana es un complejo proceso sustentado sobre el equilibrio de factores biopsicosociales, es decir, una persona sana tiene en equilibrio tanto su cuerpo como su mente en adaptación con su entorno.
De lo anterior se desprende, que existe una relación entre mente y cuerpo y que la falta de equilibrio en uno de ellos, afecta el equilibrio y el buen funcionamiento del otro. La enfermedad afecta tanto al cuerpo como a la mente.
De esta relación mente/cuerpo nace la medicina psicosomática, que se centra en el estudio de las interacciones entre los procesos psicológicos (mente) y la ocurrencia de ciertas enfermedades (cuerpo).
Establecida la relación, el psicólogo Robert Ader (citado en Goleman. 1996) se dedicó a investigar como influyen ciertos procesos psicológicos, las emociones, en la salud (USA, 1974). Es así como nace un nuevo campo de investigación, la Psiconeuroinmunología (PNI), que estudia los vínculos que existen entre el sistema inmunológico y el sistema nervioso central. Su mismo nombre reconoce las relaciones: psico o "mente"; neuro, que se refiere al sistema neuroendocrino (que incluye el sistema nervioso y los sistemas hormonales); e inmunología, que se refiere al sistema inmunológico. Ha sido utilizada para establecer posibles relaciones entre los factores de comportamiento y la progresión de enfermedades.
Según Ader, (en Goleman, 1996) hay una infinidad de modos en que el sistema nervioso central y sistema inmunológico se comunican: sendas biológicas que hacen que la mente, las emociones y el cuerpo no están separados sino íntimamente interrelacionados.
Se está descubriendo que los mensajeros químicos que operan más ampliamente en el cerebro y en el sistema inmunológico son aquellos que son más densos en las zonas nerviosas que regulan la emoción. A cargo de estas investigaciones está el psicólogo David Felten (En Goleman, 1996) Él comenzó notando que las emociones ejercen un efecto poderoso en el sistema nervioso autónomo (SNA), que es el que regula diversas funciones del organismo. Detectó un punto de reunión en donde el SNA se comunica directamente con los linfocitos y los macrófagos, células del sistema inmunológico.
Se descubrieron contactos semejantes a sinapsis, en los que los terminales nerviosas del SNA tienen terminaciones que se apoyan directamente en estas células inmunológicas. Este contacto físico permite que las células nerviosas liberen neurotransmisores para regular estas células (Goleman, 1996).
Luego de diversos estudios, David Felten concluyó que sin esas terminaciones nerviosas el sistema inmunológico no responde como debería al desafío de las bacterias y los virus invasores. En resumen, el sistema nervioso no sólo se conecta con el sistema inmunológico, sino que es esencial para la función inmunológica adecuada.
Otra vía clave que relaciona las emociones y el sistema inmunológico es la influencia de las hormonas que se liberan con el estrés. Las catecolamina (adrenalina y noradrenalina) y el cortisol, entre otras, obstaculizan la función de las células inmunológicas: el estrés anula la resistencia inmunológica, supuestamente en una conservación de energía que da prioridad a la emergencia más inmediata, que es una mayor presión para la supervivencia (Goleman, 1996).
Basándose en lo anterior, se ha establecido la hipótesis de que el estrés y las emociones negativas generadas por el rencor como la ira, la ansiedad y la depresión, podían ser la causa de ciertas enfermedades. Las investigaciones no han arrojado datos clínicos suficientes como para establecer una relación causal, pero sí, se reconoce que, estas emociones, afectan la vulnerabilidad de las personas a contraer enfermedades. Asimismo, se investiga si las emociones positivas son beneficiosas a la hora de la recuperación de la enfermedad.
También, las emociones y la salud se relacionan cuando ya se está enfermo y desde el punto de vista psicológico el rencor se considera una enfermedad, se puede ser emocionalmente frágiles mientras se esta enfermos porque el bienestar mental se basa, en parte, en la ilusión de invulnerabilidad.
El rencor hace estallar esa ilusión, atacando la premisa de que el mundo privado está a salvo y seguro. De pronto la personas se sienten débiles, impotentes y vulnerables. Las emociones más típicas cuando se experimenta rencor son el miedo y la rabia. Se ha descubierto que las emociones negativas, como la ira, la ansiedad o la depresión, y también el estrés, debilitan la eficacia de ciertas células inmunológicas.
Estudios confirman que las emociones perturbadoras son malas para la salud. Se descubrió que las personas que experimentan ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua u hostilidad, cinismo o suspicacias implacables, debido a una situación de rencor, tenían el doble de riesgo de contraer una enfermedad, incluidas asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas y problemas cardíacos.
Esta magnitud hace que las emociones perturbadoras sean un factor de riesgo tan dañino como lo son, por ejemplo, el hábito de fumar o el colesterol elevado para los problemas cardíacos, es decir, una importante amenaza a la salud (Goleman, 1996). Lo anterior no indica, en modo alguno, que todos aquellos que tengan estos sentimientos serán más vulnerables a una enfermedad.
Se conoce desde hace años, que la homeostasis normal, el correcto nivel de las hormonas, neurotransmisores y demás elementos que conforman nuestro medio ambiente interno, el adecuado funcionamiento del sistema nervioso central y la adecuada respuesta del sistema inmunitario son factores implicados en el correcto desempeño de las funciones habituales y/o vitales, impidiendo que el organismo enferme, favoreciendo su resistencia en las situaciones de máxima demanda, y posibilitando una correcta y relativamente rápida recuperación tras las respuestas intensas que se haya producido en situación de estrés o de intensa emocionalidad.
A continuación, se revisaran algunos aspectos en los que se aprecia la influencia de los procesos emocionales que son generados del rencor, por la falta de perdón.
La Ansiedad
Para Chopra (2008), el miedo crónico del tipo que nos despierta en la noche y ataca sin previo aviso en cualquier momento de la vida se conoce como ansiedad. Es una de las formas más comunes de sufrimiento en nuestra sociedad, magnificada durante ataques y recuerdos dolorosos de un hecho violento. La ansiedad se siente como una especie de temor no especifico. Puede sentirse en grado leve, y entonces la persona se siente nerviosa e inquieta, o puede sentirse de manera aguda, cuando la persona se llena de terror sin razón aparente.
El miedo se convierte en ansiedad cuando una amenaza pierde su ventaja inmediata pero no puede olvidarse. La ansiedad, según el autor citado, tiene su asidero en la memoria. No viene de afuera, sino de nuestro mundo interior.
El funcionamiento sexual se ve claramente influenciado por efectos del estrés y de la emocionalidad intensa, ya que se produce una restricción del nivel de testosterona en el organismo. Esta hormona es fundamental en la motivación y conducta sexual de hombres y mujeres. (Palmero, 1999). También se ha observado que la intensidad emocional tiene relación con los trastornos del sueño.
Así, los procesos de ansiedad y depresión producen un incremento en la temperatura basal corporal y en la resistencia de la piel, constriñen los vasos sanguíneos y generan inquietud motora general. Todos estos factores dificultan la conciliación y/o mantenimiento del sueño. Palmero (1999) refiere que el insomnio no solo se refiere a la imposibilidad de iniciar el sueño, sino también a la dificultad de mantenerlo.
Durante momentos de gran ansiedad, sobre todos los producidos ante una situación de dolor o miedo, el cerebro secreta grandes niveles de cortisol y norepinefrina que interfieren con las operaciones normales de los mecanismos neurológicos para el aprendizaje y la memoria. Cuando estas hormonas de estrés llegan a un nivel crítico, mejoran la función de la amígdala pero debilitan las áreas prefrontales, las cuales pierden la capacidad de contener los impulsos de la amígdala. Goleman (2006).
Por otra parte, se ha evidenciado una alta relación entre estrés y diabetes, hablándose en la actualidad de una personalidad diabética. (Palmero, 1999), que vendría definida por una disminuida capacidad de alerta, apatía y depresión.
La Ira y La Hostilidad
Para Chopra (2008), la ira es una emoción primaria, pero que en el mundo del miedo es una línea secundaria de defensa. Las personas se tornan airadas cuando no pueden vencer sus sentimientos de indefensión. El hecho de estallar en ira, tiene dos propósitos hacer sentir a la persona que tiene el control, sin el cual muchos entrarían en pánico total y el segundo propósito es que permite canalizar la energía hacia fuera, proporcionando un enemigo externo al cual atacar.
La emoción de ira y la actitud de hostilidad, generado por el sentimiento de venganza, producen una excesiva activación de las glándulas suprarrenales, cuya consecuencia es la producción excesiva de cortisol, norepinefrina y epinefrina. Estas sustancias tienen efectos generales sobre el sistema cardiovascular, pues aceleran el proceso ateorogènico y reducen la luz de los vasos. Si se mantiene constante el volumen de sangre bombeada desde el corazón, la presión sanguínea va incrementándose paulatinamente a medida que se estrecha el diámetro útil y despejado del vaso.
Pero además, la epinefrina en particular tiene efectos que empeoran la situación. Esta catecolamina acelera el ritmo cardiaco y produce vasoconstricción. Los resultados son evidentes se incrementa la presión cardiaca. (Palmero, 1999). También se ha visto relación con las ulceras estomacales, ya que se produce un incremento en la secreción de ácidos en el estomago, que contribuyen a la formación de ulceras.
La Tristeza
Para Chopra (2008) en la base de la depresión (considerada como el extremo de la tristeza), hay un componente de miedo y ansiedad. La depresión es el sufrimiento dirigido contra el "yo". La actitud ante la vida de la persona deprimida es de pasividad y resignaciòn.
Existe una clara relación entre la tristeza y el cáncer, ya que aspectos emocionales de depresión han provocado disminución en la capacidad funcional del sistema inmunológico, produciéndose un crecimiento exponencial de estas células y se desencadena la enfermedad.
Por lo que respecta a otros trastornos importantes, el asma, se conoce en la actualidad que las situaciones que producen sentimientos de tristeza, frustración y conflictos, dados por recuerdos dolorosos del pasado, representan factores importantes para que ocurran ataques de asma. Igualmente se ha visto su implicación los problemas capilares. (Palmero, 1999).
El Estrés
El hipocampo es particularmente vulnerable al continuo estrés emocional, por los dañinos efectos del cortisol, Bajo estrés prolongado, dado por situación traumáticas y dolorosas, el cortisol ataca las neuronas del hipocampo, reduciendo el ritmo en el que se agregan las neuronas, o incluso reduciendo el numero total, con un impacto negativo en el aprendizaje. La muerte de las neuronas del hipocampo ocurre durante un sostenido aumento del cortisol, por ejemplo, durante una depresión severa o un trauma intenso. Incluso en bajas dosis, los periodos de estrés extensos producen altos niveles de cortisol que pueden impedir el crecimiento de esas neuronas.Goleman (2006) Con esto, se concluye que el estrés tiene influencia en el aprendizaje.
En los vínculos del estrés con la salud, los sistemas biológicos claves son el sistema nervioso simpático (SNS), y el eje hipófisis-hipòtalamo-suprarrenal (HHS). Cuando estamos atemorizados, tanto el SNC como el eje HHS asumen el desafió, secretando hormonas que nos preparan para enfrentarnos a una emergencia o amenaza. Pero lo hacen tomando recursos del sistema inmuno y endocrinológico, entre otros. Esto debilita a dicho sistema clave para la salud, por un momento o durante años.
Se considera un estudio Británico sobre trabajadores de la salud que tuvieron dos supervisores en días alternados, uno al que temían y otro que le gustaba. Wager, Feldman y Hussey (2001) En los días en que trabajaba el jefe atemorizador (Victimario), el promedio de la presión arterial subió 13 puntos para la sistólica y 6 para la diastolita (de 113/75 a 126/81).
Aunque las lecturas estaban dentro del margen saludable, tanta elevación si se mantenía mucho tiempo, podría tener un impacto clínico significativo, esto es, aumentar el riesgo de hipertensión. Los estudios de Suecia de trabajadores a diferentes niveles y en el Reino Unido entre empleados estatales, demostraron que la gente en posiciones inferiores dentro de las organizaciones y sometidas a mayores niveles de estrés por un jefe autoritario, vengativo y acusador, eran cuatro veces mas propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares, a los que no tenían tales presiones. Wamala (2000).
Para Puche (1999), cuando las emociones dejan de cumplir la función o función de protección para las que fueron creadas y empiezan a estorbar y limitar a la persona que la experimenta, se requiere realizar un proceso de "liberación". "El resentimiento, como su nombre lo indica, se presenta cuando alguien, después de haber tenido un conflicto con otra persona hacia la cual ha sentido mucha rabia, vuelve a sentir (resiente) esa rabia con frecuencia" (p.246). Puede decirse que la persona se "intoxica" poco a poco al recordar constantemente y sentir otra vez la ira, que se generaliza invadiendo otras dimensiones de la vida personal.
El resentimiento como la mayoría de las emociones, tiene beneficios ocultos o ganancia secundarias. Entre sus beneficios pueden contarse los siguientes: mantener una distancia real con la persona con la que se presenta el conflicto, protegiéndose de esta forma; generar una sensación de "control" del otro a través de la rabia, ponerse en situación de victima y buscar afecto y consuelo en otras personas, dejar de asumir responsabilidad sobre la propia existencia, al culpabilizar al otro por todo lo que le sucede..."Una de las grandes contradicciones de quienes tienen resentimiento profundos es que mientras más rencor sienten, más unido al otro se encuentran, sin importar la distancia física que los separe" (Puche, 1999:24)
Luskin (20d08) establece que las investigaciones en los diversos campos sugieren que aprender a perdonar es bueno de diferentes maneras. Cuando se perdona, se siente que las emociones positivas aumentan y que es más fácil sentir esperanza, cuidado, afecto, seguridad y felicidad. También hay beneficios por sentir menos furia. La persona puede experimentar menos depresión y desesperanza y hasta reforzar la espiritualidad. "Las personas que aprenden a perdonar se vuelven menos ansiosas, sufran menos estrés, aumentan su seguridad, son más calmadas, se deprimen menos, sufren menos y aprenden a quererse más" (Luskin, 2008:83). Hay estudios que han examinado el efecto del perdón en la salud fisica.
El primer estudio reveló que cuando la gente perdona a su ofensor, mejora el funcionamiento de su sistema cardiovascular y nervioso. (Van Oyen y otros, 2001). Al practicar el rencor aumenta la presión sanguínea, el ritmo cardiaco y la presión de las paredes arteriales. Estas son experiencias negativas para el sistema cardiovascular. Si estas respuestas se prolongan pueden afectar el sistema cardiovascular. Durante los talleres del perdón, los investigadores descubrieron que no se presentaron molestias psicológicas y los participantes informaron sentir emociones positivas y relajamiento.
Un segundo estudio de la Universidad de Wisconsin, en Madison (S.Sarinopoulos 2000) indicó que la intensidad con la cual se perdona la persona se relaciona con diversidad de enfermedades. Cuanto más perdonaron, menos sufrieron de una amplia gama de enfermedades y cuanto menos perdonaron, más enfermedades se reportaron. Esta relación se mantuvo constante para las quejas físicas a corto plazo y para el bienestar a largo plazo. En el estudio, la relación entre perdonar y la salud estuvo conforme en términos de la frecuencia de síntomas reportados.
El tercer estudio realizado en la Universidad de Tennessee (En Luskin, 2008) demostró que perdonar a corto plazo reduce el estrés, y aprender a perdonar no tiene efectos nocivos. Pero a pesar de estos resultados positivos, hay que recordar que las investigaciones sobre el perdón es una ciencia en construcción.Sin embargo, es una de las cosas aprendidas que sana física, emocional y espiritualmente.Con base a lo anterior, desde el punto de vista cognitivo, el perdón no sólo es un regalo que se le hace al infractor, lo cual puede llegar a se importante desde una perspectiva humanista, sino que también es un regalo que se hace la persona a si misma. (Riso, 2004), en tanto se deja de sufrir y en consecuencia de generar emociones negativas. Perdonar es aliviar la carga que causa el rencor. Para el autor citado, al perdón se llega por cinco caminos:
El camino del amor.
El camino de la compasión
El camino de la comprensión.
El camino del desgaste, donde la persona decide perdonar como un acto de "supervivencia" "Me cansé de odiar"
El camino de la comparación. El camino de identificación con el agresor no se hace desde el dolor sino desde la comparación. ¿cómo no perdonarte, si yo hubiese hecho lo mismo?
Para el autor, cuando se trata de perdonar, no importa tanto el camino sino el resultado. Tener un esquema positivo sobre el perdón implica estar dispuesto a no dejarse llevar tan fácilmente por el odio y a intentar terminar con el rencor si ya esta instalado.

Conclusiones

El perdón ha tenido muchas connotaciones a través de la historia desde el punto de vista moral ético y religioso, pero poco se ha estudiado sobre sus propiedades terapéuticas, no solo a nivel físico sino también psicológico. Con el surgimiento de la Psiconeuroinmunología, donde se pone en evidencia la clara relación entre la mente y el cuerpo. El perdón entra a formar parte de una nueva herramienta en el campo de la psicología y en especial de la psicología positiva, que permite activar las emociones positivas. El perdón como herramienta liberadora de emociones negativas que afectan la salud, juega un papel importante desde el punto de vista de la salud mental. Ya que es un mecanismo que esta bajo el control de la persona, que permite regular y manejar, según su necesidad de protección, el hecho doloroso. El Perdón permite que quede atrás las etapas aguda de la pena. El sentimiento de dolor queda en una especie de Olano sutil, como una especie de neblina gris, que se puede recordar, pero que ya no afecta emocionalmente. Si eso realmente sucede, como lo han demostrado las investigaciones que se han hecho al respecto, el sentido de normalidad se empieza a recuperar al igual que el equilibrio homeostático del organismo.
La ausencia de ese sufrimiento, significa que ya se esta listo para comenzar a satisfacer las necesidades más fundamentales como: La necesidad de seguridad, de pertenecer, de ser reconocido por los demás, de importarle a los demás, de expresarse libremente y de amar. En otras palabras el perdón tiene propiedades resilientes sobre la persona y permite la sanación y reestructuración de la misma. El perdón sosiega la angustia emocional, ayuda a la persona a pensar con claridad y acaba con el círculo vicioso de la historia del rencor. Es parte de la inteligencia emocional que permite la interacción de las personal con otros seres humanos. (Inteligencia interpersonal). Con el perdón la persona tiene mayor control de su vida, asumiendo responsabilidad por todo lo que hace La meta del acto de perdonar es sentir paz, por lo tanto induce en el organismo un estado de relajación, como lo han comprobado las diferentes investigaciones que se han hecho al respecto, generando toda una serie de emociones positivas que favorecen la producción de endorfinas y el fortalecimiento de los sistemas inmunológico y endocrino.
Hoy en día, se sabe que las emociones tienen un fuerte impacto en el cerebro, en el sistema inmunológico, en el funcionamiento endocrino y en consecuencia en la salud. En definitiva, el bienestar es un estado emocional.
Esta búsqueda del bienestar es lo que hace que el perdón forme parte del objeto de estudio de la Psicología positiva. A través de este camino el perdón pasara a ser una ciencia. Las emociones que genera el acto de perdonar son:
Optimismo: Es una disposición a esperar encontrarse con cosas positivas y buenas. La relación entre optimismo y bienestar han hecho que ésta sea una de las emociones más importantes de la psicología positiva. Sentido del humor: Hay suficiente evidencia para poder afirmar que la risa reduce el estrés y la ansiedad y, en consecuencia, mejora la salud física de las personas.
Adaptabilidad: También llamada resiliencia.
Es la capacidad que tienen algunas personas para adaptarse a las situaciones adversas de la vida. Creatividad: Es la capacidad de crear cosas nuevas, de buscar nuevas posibilidades, de encontrar soluciones diferentes. Desarrollo y bienestar personal Se considera que por cada emoción positiva hay al menos cuatro emociones negativas generadas por el dolor y el rencor Además las emociones negativas nos han servido como aliadas a lo largo de la historia de rencor, por su capacidad adaptativa. Sólo en los últimos años se ha comenzado a valorar la posibilidad de estudiar las variables que favorecen el desarrollo personal del individuo y entre ellas, se encuentra la capacidad de `perdonar. Se ha comenzado a admitir el bienestar como objeto de estudio con suficiente entidad. La sociedad jamás podrá alcanzar unos niveles mínimos de bienestar si no se consigue esto mismo para los individuos que la forman. El perdón es una destreza que se puede desarrollar, es una competencia que puede formar parte integral de la vidas, hasta convertirse en un habito. Es un estilo de vida que va ha permitir, una mejor salud, por lo tanto con entrenamiento adecuado se puede aprender.
Con él se aprende a equilibrar el aspecto impersonal del dolor con el personal., lo cual significa tomar y evaluar algo doloroso menos personalmente.
Permite tomar la responsabilidad sobre los sentimientos y asumir las consecuencias de estos. Para llegar a este punto y tener la madurez psicológica para ejercer el acto del perdón, la persona debe: Saber lo que se siente sobre lo ocurrido.
Tener claridad sobre la acción que motivo el dolor. Compartir la experiencia por lo menos con una persona de confianza. De esta forma, aquellas emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la ira y el dolor empiezan a liberarse, dando paso a un estado de relajación y paz que permita el "buen vivir" y la sana convivencia.

Autor:
Estrella R. Orozco Castro
Psicólogo

lunes, 23 de abril de 2012

EL PRESENTE, EL UNICO MOMENTO

Publicado en el Diario La Nación de Neiva (Huila, Colombia) el 28 de Agosto de 2011.
Recuerdo perfectamente una ocasión en la que llamé al teléfono fijo de una persona que acababa de conocer y obtuve el siguiente saludo de su contestador: “hola, no me encuentro en casa. Si tienes algo que contarme sobre el presente,  déjame tu mensaje. Si es sobre el pasado o peor aún, sobre el futuro, ni te afanes por decírmelo. Gracias”. Aunque quedé pasmada por unos segundos, me pareció divertido y didáctico lo que acababa de escuchar.
Y es que frecuentemente vamos distraídos por la vida, como el tronco que arrastra la corriente, sin detenernos a observar lo que sucede alrededor, atrapados algunos en el pasado, aterrorizados otros, por lo que viene. ¿A quién no le ha pasado que yendo de viaje (aun en un trayecto corto), por estar sumergido en sus pensamientos, se pierde detalles del recorrido? Llegamos a nuestro lugar de destino y  no nos damos cuenta ni a qué hora pasó.
Son muchos los autores que han desarrollado este tema del “aquí y el ahora”. Por todos lados escuchamos la frase: “vivir en el presente”; pero son pocas las personas que comprenden y aplican su significado. Antes de explicarlo, abordaré brevemente las trampas de engancharnos en el ayer y con el mañana.
Aferrarse al pasado es una pérdida completa de energía. Devolver frecuentemente la película de nuestra vida con pensamientos de lo que pudo haber sido, de las cosas que se dejaron de hacer, los sueños frustrados, etc. es nocivo y lastima. Otra cosa muy diferente es la retrospección, o sea la revisión de las memorias del pasado; que sólo debe ser usada en momentos de evaluación de las lecciones afrontadas para aprender, dar la vuelta a la hoja y seguir adelante. Eso si es válido.
Por otro lado, preocuparse por el futuro tampoco tiene sentido.  Es favorable planear los proyectos, pero no lo es obsesionarse con algo que aún no sucede. De hecho, el futuro lo creamos hoy y está condicionado por las elecciones que hacemos o dejamos de hacer. Ambos procesos: añorar el ayer y anticipar el mañana, desgastan energéticamente e inmovilizan a la persona robándole la paz interior y la posibilidad de actuar correctamente en el presente.
Aunque literalmente la expresión “vivir en el presente” es algo errada, ya que no se puede escapar del presente (¿quién en realidad vive en una fecha que no sea la de hoy?), Deepak Chopra, médico y escritor hindú, lo relaciona con mantener la atención en lo que existe aquí y ahora, buscando la plenitud en todo momento. Ello requiere tomar conciencia y disciplinar la mente para estar en el presente, ya que nuestro poder de creación y manifestación reside en el ahora.
¿Qué conlleva vivir en el presente?
  • Disfrutar de cada momento como una parte del todo, sintiendo además que uno es una pieza valiosa dentro de ese todo.
  • Aceptar con amor las cosas tal y como ocurren, entendiendo que el propósito del Padre es perfecto y se manifiesta en todo lo que existe y pasa.
  • Sonreírle a la vida, entendiendo que la felicidad ya existe ahora mismo.
  • Desistir de  lidiar con todo y con todos, tratando de alterar el orden perfecto de la vida y sus procesos. El universo vive a través de cada uno en este momento.
Como siempre, entre los múltiples aspectos con que los ángeles nos pueden ayudar está el permanecer consciente de uno mismo y de su alrededor todo el tiempo, para estar en contacto con la fuerza vital Divina. Si es tu deseo, pídele a sus ángeles que te ayuden a vivir en el presente, a apreciar con intensidad y gratitud los regalos y las maravillas que Dios te entrega cada instante.
Algunas sugerencias adicionales para tomar conciencia del momento son:
  • Agradece y bendice el presente. Acepta la vida como llega y no la desperdicies tratando de controlarla. Mejor, hazte cargo de tus reacciones. Todo el trabajo está por hacerse ahí en tu interior. A diario estás haciendo elecciones con tus pensamientos y percepciones.
  • Desacelera. Respira profundo y observa detalladamente con total paz tu entorno, la naturaleza, las personas. Advierte los sonidos,  las fragancias.
  • Haz que cada día cuente, apreciando cada experiencia vivida y procurando hacer de cada instante un momento especial. Vive el presente de manera tal que merezca la pena.
  • El presente es tu realidad y tu campo de acción. No es fácil tener un presente placentero sino sabemos dónde estamos, qué queremos y para donde vamos. Así que define y enfócate en lo que deseas construir en todas las circunstancias.
  • No permitas que la mente y el ego te arrebaten la majestuosidad del momento actual. Piensa y habla del presente, sobre lo que te está ocurriendo ahora mismo. No te involucres en conversaciones de temas del pasado y evita discusiones sobre fatalidades del futuro.
  • A menudo haz cortas pausas en tu actividad y enfócate completamente en el presente. Pregúntate: ¿cómo me siento?, ¿qué estoy haciendo?
  • Desecha de tu vocabulario expresiones como: “si hubiera…” o “que tal si…”. El presente es como debe ser. Todo tiene una razón; es ahora cuando la vida transcurre.
  • Permanece en conexión con el Creador y pide la asistencia de tus ángeles para aceptar y encontrarle gusto a cada experiencia.
Solo tú decides lo que quieres hacer en este momento. Centra tu Ser en el ahora y no permitas que el pasado o el futuro se entrometan. Recuerda: ¡la vida es un eterno presente!
Martha Muñoz Losada
INVOCACION

Que la Luz que mora en Mí sea la luz que me guíe.
Que aprenda yo a verla en todo,
Que el sonido que pronuncio revele la luz en mí,
Que pueda oirlo mientras otros hablan.
Que el silencio en mí y a mi alrededor se haga presente.
El silencio que rompemos a cada instante,
Que llene la oscuridad del ruido que hacemos,
Y lo convierta en la Luz de nuestro trasfondo,
Que la virtud sea la fuerza de mi inteligencia,
Que la realización sea mi logro,
Que mi propósito se adapte al propósito de nuestra Tierra.
Que mi plan sea un resumen del Plan Divino.
Que hablemos el silencio sin romperlo,
Que vivamos en la conciencia de lo Absoluto,
Que distribuyamos la luz en forma de alegría,
Que seamos dignos de merecer un lugar en el Reino Eterno.

OM.
Master E.K.
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