Lucifer es un Ser elevado que confunden muy seguido con el diablo.
EN LA ANTIGÜEDAD
En la mitología romana Lucifer era la divinidad de la luz y del conocimiento (en latín significa “portador de luz”), asociado con el planeta Venus. Su equivalente griego era Heósforo o Fósforo.
La interpretación que se da a esta asociación es que:
Como Venus es el astro visible más brillante después del sol y la luna, y debido a su órbita es visible al este en las últimas tres horas antes del amanecer, De ahí que los antiguos consideraban que anunciaba o “portaba” la luz del sol.
Esotéricamente
la correspondencia de Venus como portador de luz es mucho más antigua y
tiene una base más profunda ya que Venus es el planeta hermano de la
Tierra y sus habitantes fueron quienes trajeron verdaderamente la “luz
divina” a los humanos. Lo explico en el lado esotérico de Venus.
Notas
Venus también es
visible al oeste en las tres últimas horas antes del anochecer, pero los
antiguos griegos pensaron al principio que se trataba de otro astro al
cual denominaron Héspero, los romanos lo llamaron Vesper y
mitológicamente era el hermano de Lucifer.
Es interesante
constatar que en Oriente tienen el mismo concepto. El nombre de Venus en
sanskrito es Sukra (o Shukra) que significa “brillante, resplandeciente” y también es en el brahmanismo una deidad que conduce un carruaje con ocho caballos. Al principio era una deidad benefactora, pero posteriormente (seguramente bajo la influencia occidental) Shukra se convirtió también en el “gurú de los asuras” (el Señor de los demonios). Sin embargo tanto la astrología hinduista como la astrología occidental, guardan su origen benefactor, definiendo a Venus como un astro benéfico.
También
en Mesoamérica asociaron al dios Quetzalcóatl con el planeta Venus.
EN EL CRISTIANISMO
Aunque parezca increíble al principio Lucifer estaba asociado con Jesús
En Apocalipsis 22:16 dice:
“Yo Jesús he
enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la
mañana”.
Ahora bien Venus también se le conoce como la “estrella de la aurora” o “estrella de la mañana”.
En 2 Pedro 1:19 dice:
“Tenemos además
la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien de estar atentos
como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro hasta que el día
despunte, y la estrella de la mañana aparezca en vuestros corazones”.
Para los
cristianos “la palabra profética más segura” es la de Jesús y el
versículo toma más sentido si remplazamos “la estrella de la mañana” por
“el portador de luz”:
“Tenemos además la palabra profética más segura (que es la de Jesús), a la cual hacéis bien de estar atentos como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro hasta que el día despunte, y (Jesús, el portador de luz) aparezca en vuestros corazones”.
El Exultet es uno de
los más antiguos himnos de la tradición litúrgica romana. Existen
testimonios de su existencia desde fines del siglo IV. Se canta la noche
de Pascua. Al final dice:
“Que el lucero
(estrella de la mañana) lo encuentre ardiendo, ese lucero que no conoce
ocaso Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para
el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.”
Aunque
increíble, es lógico ya que la iglesia católica se sincretizó con las
religiones paganas para facilitar la expansión del cristianismo, así por
ejemplo, Jesús también fue asociado con la divinidad solar Mitra, cuyo nacimiento
se festejaba después del solsticio de invierno “cuando la luz del día aumentaba”
por el 25 de diciembre. Es solo a partir del catolicismo medieval que se
comenzó a identificar a Lucifer con el diablo
La interpretación que
se tiene desde entonces es que Lucifer era un ángel de un rango muy
elevado (dependiendo la tradición cristiana: serafín, querubín o
arcángel) a quien Dios le dio ese nombre “portador de luz” porque era
el más hermoso y brillante de todos los ángeles, pero su magnificencia
lo volvió soberbio y se rebeló contra Dios, ya que quería ser igual a
Dios. Como castigo fue confinado al infierno arrastrando con él a un
tercio de los ángeles del cielo que lo habían seguido, volviéndose los
ángeles caídos. A partir de entonces se le llamó Satanás (que en hebreo
“satan” significa adversario).
Esta interpretación
deriva de la primera traducción oficial que se hizo de la Biblia en
latín a partir del griego y el hebreo por San Jerónimo de Estridón entre
los años 382 y 405 d.C., por encargo del papa Dámaso 1º y conocida como
la “Vulgata”. El objetivo era facilitar el estudio y entendimiento de
la Biblia con una versión más exacta que sus predecesoras, ya que
entonces había diferentes versiones. Y aunque San Jerónimo se mudó a
Belem para perfeccionar su conocimiento del hebreo, cometió algunos
errores de interpretación:
En Isaías (14:12-14) tradujo la palabra hebrea HYLL
que significa astro brillante por Lucifer ya que como vimos Lucifer
está asociado en latín con Venus, la “estrella de la aurora”. Y lo que
traducido de la versión hebrea dice:
“¡Cómo has caído del cielo, o astro brillante, hijo de la Aurora! ¡Cómo has sido derrumbado en la tierra dominador de naciones!
Tú decías en tu corazón: Subiré al cielo; por encima de las estrellas
de Dios levantaré mi trono; me sentaré sobre la montaña de la asamblea,
en el extremo norte. Subiré sobre las alturas de las nubes, seré el
igual del Altísimo.”

Para 1569 se leía en las Sagradas Escrituras:
“¡Cómo caíste del
cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, el que
echabas suerte sobre los gentiles. Tú que decías en tu corazón: Subiré
al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y
en el monte del testimonio me sentaré, y en los lados del aquilón.
Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.”
Así nació el mito que Lucifer era el ángel caído Satanás.
Pero
de hecho varios eruditos consideran que la historia del ángel caído es
una mala interpretación y que en realidad Isaías se está refiriendo al
rey babilónico Nabucodonosor II quien reinó en el más vasto imperio de
la Antigua Babilonia (605-562 a.C.).
Al principio en Isaías (14:4-6) dice:
“Comenzaras este
canto sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo acabó el tirano, como
acabó la opresión! … Que golpeaba con furia a los pueblos con golpes
incesantes, Que sometía con ira a las naciones en incesante
persecución.”
Aunque fue más
comprehensivo que los anteriores reyes que destacaban por su crueldad,
para los pueblos vecinos era un ególatra tirano que se quería igualar
con Dios, ya que efectuó monumentales construcciones: los Jardines
colgantes de Babilonia, muchos templos, la restauración del lago de
Sippar, un puerto en el Golfo Pérsico y una muralla de protección. Estos
trabajos requirieron muchos obreros, los cuales fueron obtenidos por
medio de conquistas, entre ellas invadió Judea y Jerusalén.
No es de extrañar que
para los judíos Nabucodonosor fuera “satan” (el adversario) y es
particularmente odiado por ellos porque destruyó muchos templos judíos,
entre ellos el templo de Salomón (aunque varias veces perdonó Jerusalén,
finalmente la destruyó por necesidad política). La Biblia se lo
menciona varias veces (Reyes, Daniel, Jeremías, Crónicas).
Se casó con Amytis,
hija del rey de los medos, un poderoso imperio vecino ubicado en el
noreste el cual por cierto es un territorio montañoso, de ahí
probablemente que Isaías diga “me sentaré sobre la montaña de la
asamblea, en el extremo norte” (14:13)
Según Daniel
(4:30-34), por su arrogancia Yahvé lo castigo haciéndolo perder su trono
durante siete años por causa de demencia. Los anales babilónicos no lo
confirman, sin embargo hay una ausencia de actos del rey
durante 582-575 a.C. Lo que puede corresponder con la “caída del astro
brillante, dominador de naciones” que menciona Isaías.
EN EL ESOTERISMO
Según Pastor (guía espiritual, conferencia 28-08-86),
si existe un ser elevado conocido por el nombre de Lucifer y si cayó,
pero no por soberbia, sino por un acto de amor que desafortunadamente no
dio sus frutos esperados y que fue completamente a cargo de él
quien tuvo la iniciativa. No fue una rebelión. El mismo voluntariamente
se encadenó con los hombres y no podrá liberarse hasta que la humanidad
en su conjunto alcance un cierto grado de conciencia.
No está encarnado en algún lugar sobre la tierra. Está en la misma zona sutil donde se encuentran los maestros y guías.
El problema es que no hace nada útil, simplemente experimentó la
caída, pero da de su vida, de su vibración, de su corazón, de su
oración, de su visualización.
Esto se asemeja con
el mito de Prometeo; el Titán protector de la Humanidad quien robó
el fuego a los dioses para dárselo a los humanos y por castigo fue
encadenado.
Una
divinidad que viene a ayudar a la humanidad primitiva aportando el conocimiento para que surja la civilización
es un concepto bastante extendido por el mundo. Lo cual no tiene nada de
sorprendente. Lo que SI es increíble es que todos los pueblos le den características
muy parecidas a esa divinidad. Lo que deja suponer que tienen un origen común. (Lo
detallo en ¿Fueron Quetzalcóatl, Apolo, Huangdi, un
ser real?)
Lucifer como un benefactor de la humanidad es considerado en varias corrientes esotéricas-espirituales: gnosticismo, maniqueísmo, cataros, rosacruces, etc.
Blavatsky nombró Lucifer su revista teosófica que publicó en Europa (ver bibliografía).
Incluso existe una corriente llamada luciferismo que se considera heredera de la tradición antigua.
Sinónimo: Luzbel