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martes, 15 de mayo de 2012

LAS OCHO CARACTERISTICAS DE UN ADULTO INDIGO

Adultos Indigos
Los otrora niños de aura azul han crecido dando paso al surgimiento de adultos muy especiales, que por desconocimiento no logran comprenderse a sí mismos ni menos adaptarse al sistema. ¿Perteneces a este grupo? Descúbrelo a continuación.
Adultos IndigosEn las últimas décadas hemos escuchado hablar de los niños índigo, cuyos nacimientos aumentaron en número hace más de 20 años. Una especie de “raza” cuya misión es luchar contra el sistema establecido. “Se les denomina índigo porque su aura contiene una gran cantidad de color azul índigo, el color de la intuición y la espiritualidad. Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a nacer índigos, aumentó su número en los años 70 y se hizo un fenómeno más masivo en los años 80”, explica la sicóloga Esther Morales León, quien es miembro del equipo de Niños Indigo de Chile.
Pues bien, a estas alturas muchos de los pequeños ya se instalaron en la vida adulta, la mayoría sin siquiera saber si pertenecen a este grupo y, por consiguiente, sin llegar a entenderse. Un tema que para ellos resulta clave. “Su tarea es aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria”, plantea la experta, quien nos ayuda a dilucidar qué adultos se ajustan a estas características.

Idealistas, perceptivos, rebeldes

El adulto índigo se caracteriza por:
1) No encaja: El índigo es una persona muy sensible, inteligente y creativa, disfruta haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante la estupidez; puede tener problemas con el enojo y la ira. Se siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta adaptarse, es modelo para otros. Se resiste ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solo.
2) Ha tenido experiencias síquicas: nos referimos a premoniciones, ver ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, percibir la energía de personas y lugares, soñar o saber cosas que ocurrirán en el futuro, adivinar el pensamiento, tienen amigos imaginarios, ver elementales, ángeles, seres desencarnados, etcétera.
3) Ligados a lo espiritual: busca el significado de su vida y comprensión del mundo a través de religión o espiritualidad, grupos y libros de autoayuda.
4) Quieren mejorar el mundo: siente un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo, pero puede tener problemas para identificar su camino. Tiene problemas con los sistemas que considera ineficientes, como por ejemplo, político, educativo, médico y legal.
5) En la infancia: tiene una clara conciencia de sí mismo, es muy perceptivo e intuitivo, trae una sabiduría innata, desarrolla el pensamiento abstracto desde pequeño, es dotado y/o talentoso, soñador y visionario.
6) Creativo: aprende de manera reflexiva y no repetitiva cosas diferentes, pero cuando tiene suficiente conocimiento, los dejan por aburrimiento. No comulga con el sistema escolar actual, es rebelde a las normas y estructuras, tiene dificultades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones.
7) Hipersensible: poseen una gran sensibilidad por la naturaleza, y mucha conexión de tipo espiritual, probablemente se le diagnosticó como niño con síndrome de déficit atencional con y sin hiperactividad.
8) No a la mentira: le desagrada la mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, son sanadores, hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o perciben una realidad que otros no ven.
Niños Índigos
Niños Índigos
Wendy Chapman, la experta norteamericana autora de varios libros relativos al tema, aporta otros detalles, basándose en sus investigaciones.
1) Son inteligentes, aunque tal vez no hayan tenido las mejores notas.
2) Siempre necesitan saber por qué; especialmente, por qué se les está pidiendo que hagan algo.
3) Les disgustaba y quizás incluso odiaban gran parte del trabajo repetitivo y obligatorio de la escuela.
4) Eran rebeldes en la escuela en cuanto a que se negaban a hacer la tarea y rechazaban la autoridad de maestros o querían realmente rebelarse pero no se atrevían, generalmente debido a presión de los padres.
5) Es posible que hayan experimentado depresión existencial temprana y sentimientos de impotencia. Estos últimos pueden haber ido de tristeza a desesperación total. Sentimientos suicidas durante la secundaria o antes no son inusuales en el índigo adulto.
6) Tienen dificultades en empleos dedicados al servicio. Los índigos se resisten ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico.
7) Prefieren esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solos.
8) Pueden ser extremadamente sensibles en lo emocional, incluso llorando ante el menor motivo (sin protección). O pueden ser lo opuesto y no mostrar ninguna expresión de emoción (protección completa).
9) Sienten frustración o rechazo hacia el tradicional “sueño americano” (trabajar 8 horas, matrimonio, 2,5 hijos, casa con cerco blanco, etcétera).
10) Tuvieron pocos o ningún modelo índigo a imitar.
11) Pueden ser sensibles a la electricidad: relojes no funcionan o lámparas se apagan cuando caminan por debajo de ellas, equipos eléctricos funcionan mal o se queman lamparitas.
12) Son muy expresivos sexualmente o pueden rechazar la sexualidad por aburrimiento o con la intención de lograr una conexión espiritual más elevada. Pueden explorar tipos alternativos de sexualidad.
13) Buscan el significado de sus vidas y comprensión del mundo.

Cómo vivir como un índigo

En medio de un mundo que no los entiende y al ser criados por padres que no saben cómo tratarlos - que confunden su forma de ser con hiperactividad o inadaptación al sistema -, las potencialidades de los índigos se ven algo transgredidas. “En general las características se mantienen toda la vida, sin embargo, las condiciones paranormales se van perdiendo por efectos de una educación muy racional o porque la persona teme ser incomprendida o malinterpretada”, plantea Morales.
Tanto para los padres de un niño índigo como para quienes lo son, vale la pena entender que desde pequeños se les debe escuchar, valorar y respetar, nunca forzarlos a hacer cosas que no quieren. “Se deben negociar las normas, ponerlos en colegios donde se les permita desarrollar su individualidad, facilitarles libros de acuerdo a su área de interés, darles alimentos y bebidas naturales”.
En vez de medicarlos para solucionar “problemas” con ellos, como es muy común, hay que optar por medidas que se ajusten a su esencia. “Responden excelentemente a las terapias energéticas, a los remedios naturales, la homeopatía y les hacen muy bien los alimentos y bebidas naturales, sin aditivos químicos, colorantes y azúcares. Se benefician del contacto con la naturaleza y prácticas como el yoga, tai chi y les encanta el reiki”.
Hay un aspecto clave “si un índigo encuentra el equilibrio, puede convertirse en un individuo muy fuerte, sano y feliz”.
Vía Esther Morales León | Terra Chile

martes, 1 de mayo de 2012

La Gratitud y su Poder

Por EmilceShrividya
Tradución: Ivonne D’Albora
La Gratitud es una virtud que es necesario que cultivemos y desarrollemos constantemente. Es importante que se vuelva un hábito. La mayor parte de las veces, olvidamos agradecer y solamente reclamamos.
En lugar de herirnos, cambiemos esa actitud de víctima por una actitud positiva, agradeciendo desde que abrimos los ojos hasta la hora de irnos a dormir. Al hacer esto, abrimos nuestros corazones y nuestro entendimiento descubriendo las bendiciones pequeñas y grandes que recibimos cada día. Así logramos percibir bendiciones que no habíamos notado ni disfrutado hasta ahora. Comenzamos a darnos cuenta que muchas veces hemos sido protegidos, ayudados, amparados.
El sentimiento de gratitud nos libera de preocupaciones y nos brinda tranquilidad. Al agradecer nuestro corazón descansa, nuestra mente se aquieta, nos relajamos, dormimos mejor, y nos vemos libres de las tensiones de la vida moderna.
El agradecimiento sana las dolencias psico somáticas y las crónicas. Cura los dolores del alma como la depresión, la tristeza, la soledad, la melancolía, la baja autoestima, el insomnio y la ansiedad.
Recordemos siempre demostrar nuestro sincero agradecimiento a aquellos que nos ayudan.
Expresar agradecimiento es una fuerza muy poderosa; es un atributo natural de nuestra mente dirigida hacia la prosperidad.
Cuando desarrollamos este hábito, ponemos en funcionamiento la energía sanadora del Universo y cambiamos para mejor las circunstancias y el ambiente a nuestro alrededor.
Al agradecer lo que ya está materializado en nuestra vida, lo que nos rodea, lo que nos hace felices, lo magnificamos y lo conservamos para nosotros y para quienes están en nuestro entorno.
Es altamente importante agradecer. Para recordarlo, exiten “truquillos” bien fáciles; escribir pequeñas notitas que sembraremos por allí donde estamos frecuentemente, o en nuestros bolsillos, la billetera, nuestra agenda… Repitamos varias veces al día: “Gracias, Gracias, Gracias”, a Dios tal cual lo concibamos según nuestras creencias. Experimentémoslo y sintamos la felicidad, la calma y lo plenos que nos podemos sentir.
La práctica de la meditación y la relajación nos hace sentir el corazón agradecido porque purifican los modelos mentales, limpian la mente de emociones y sentimientos negativos que bloquean el sentimiento de gratitud.
Seamos sensibles a la belleza de la naturaleza. Despertemos nuestra percepción para disfrutar más de la hermosura del mar, de las sierras y montñas, de la vegetación, de las flores, las frutas y los árboles, de los ríos y las cascadas. Disfrutemos del canto de los pájaros; sintamos cariño y respeto por los animales. Agradezcamos a Dios por este Universo tan pleno de maravillas.
Sintamos profundo agradecimiento a nuestro Planeta, nuestra querida tierra, que nos dá todo, sin pedir nada a cambio. Hagámoslo de manera concreta, en acción, cuidando el medio ambiente, ayudando a eliminar la polución, preservando la naturaleza, reciclando la basura.
Es importante que nos conscienticemos al respecto. Si cada uno de nosotros hiciéramos nuestra parte en el proceso, por menor que sea, estaremos haciendo parte del cumplimiento de misión de la humanidad, ayudando a nuestra amada Madre Tierra.
Cuando depertamos a un sentimiento tan noble como es la gratitud, comenzamos a sentir agradecimiento por todo, por el aire que respiramos, por poder caminar, ver, oir, hablar y por el simple hecho de estar vivos.
Comenzamos a dar más valor a la vida y a la oportunidad de vivir, al regalo de haber nacido en esta Tierra para evolucionar espiritualmente. Al comprender todo esto, nos liberamos de sentimiento de rebeldía, de no aceptación.
Los Sabios nos enseñan a agradecer tanto lo que consideramos bueno, como lo no tanto; comprendiendo que todo ocurre para el mayor bien y que todo sigue un plan Divino. Dios quiere que saquemos enseñanzas de las dificultades para purificarnos y desarrollar virtudes en nuestro interior.
En lugar de reclamar y enfocarnos en faltas y defectos, podemos ver el lado positivo de las situaciones. Cuando no somos agradecidos, no somos capaces de sentir felicidad, porque permanecemos enfocándonos en lo que no tenemos y no en lo que tenemos y nunca tenemos suficiente.
A través de los conocimientos y de la práctica de la filosofía del yoga disolvemos la unión con el dolor, quedamos libres de la ignorancia y del sufrimiento. Aprendemos el camino que se va liberándonos del dolor de los deseos, de la preocupación, de la ansiedad, de los apegos y los aversiones, de la rabia, de la irritación y la insatisfacción.
Al conquistar la virtud de tener un corazón agradecido, respetamos a todos y al mismo tiempo no dejamos de discernir. Es el antídoto para el orgullo.
A través de la gratitud, sintonizamos con las bendiciones divinas y atraemos la buena suerte.
Dijo una vez Gurumayi: “cuando nos volvemosa agradecidos, recibimos más..cuando expresamos nuestra gratitud, recibimos aún más. Es una de las leyes de la Naturaleza.”
Cultivemos la gratitud. Sintonicémosnos con las vibraciones puras de Dios a través del agradecimiento sincero y profundo y muchos de nuestros problemas y karmas se reducen y recibimos más y más gracias Divinas.
Vivamos ahora esto; cerremos los ojos y respiremos tranquilamente. Dejemos que el aire salga y entre naturalmente.
Contemos las bendiciones que tenemos. Recordemos de todo lo que tenemos para agradecer.
Agradezcamos a Dios, la Fuente Divina de quien todo recibimos.
Agradezcamos la vida.
Agradezcamos nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Agradezcamos nuestros padres, nuestros hijos, familiares, amigos, a todas las personas y a todos los acontecimientos.
Recordemos todas las cosas buenas de la vida.
Permitamos que la gratitud disuelva nuestro cansancio, la tristeza y el karma.
Permitamos que nuestro corazón se vuelva suave y dulce a través de la gratitud y experimentemos el entusiasmo y la tranquilidad.
¡OmShanti!
¡Paz!