Publicado en el Diario La Nación de Neiva (Huila, Colombia) 14 de Agosto de 2011.
Una de las preguntas que con más recurrencia recibo, tiene que ver
con: ¿qué hacer para mejorar o aclarar la conexión con los ángeles?
Para empezar: todos estamos conectados con el Creador, no existe
separación alguna del Padre más que en nuestra propia mente. Por su
parte, los ángeles, creaciones divinas (al igual que nosotros)
permanecen a nuestro lado y nos aman tal y como somos, con nuestras
fallas y defectos. De manera que, el canal angelical siempre está
abierto y dispuesto, solo que a veces con nuestros pensamientos,
hábitos, sentimientos y emociones negativas entre otras cosas, lo
contaminamos.
Una frecuencia es un estado de vibración. Según el Principio de
Vibración, en el universo: “Nada está inmóvil; todo se mueve; todo
vibra”. Como los ángeles y en general todos los seres de luz vibran en
una frecuencia altísima, somos nosotros los que debemos elevar la
nuestra, para sintonizarnos mejor con la Divinidad y todas sus
extensiones.
Siguiendo el mismo principio, los seres humanos continuamente
transformamos nuestra vibración con las emociones que nos permitimos
sentir. Es tan sencillo como que si uno se siente bien, vibra rápido; y
si vibra rápido se alinea con frecuencias de esa misma vibración.
¿Entonces, cómo incrementar nuestra frecuencia vibratoria?
Indiscutiblemente la emoción máxima que incrementa nuestra frecuencia
vibratoria es el amor. Elevar la frecuencia vibratoria también va de la
mano con el despertar y el cambio de conciencia que tanto escuchamos en
estos tiempos. Esto significa ser mejores humanos, viviendo desde el
amor en todas sus versiones: gratitud, perdón, bondad, respeto, alegría,
compasión, esperanza, etc. Todo lo contrario, lo que no procede del
amor: el miedo, la culpa, el orgullo, la envidia, el rencor, el juicio,
la tristeza, la rabia, el control, la preocupación, el deseo de
venganza, entre otras cosas, no son más que prolongaciones del ego que
nos ponen en un nivel de vibración bajo, bloqueando el flujo natural de
nuestra energía y obstaculizando la comunicación angelical.
Algunos consejos adicionales para elevar su vibración son:
- Siéntase feliz. Sin importar la situación por la que esté pasando, opte por la felicidad como su estado de ánimo constante, convirtiéndola en un hábito. Su actitud positiva, además, inspira a quienes se encuentran a su alrededor y atrae más experiencias dichosas a su vida.
- Ore, medite. Aunque para algunos la meditación es otra forma de oración, normalmente se define el acto de orar como una forma íntima y muy personal de hablar con Dios, mientras que meditar se relaciona con recibir respuestas a través de la guía interior. Orar y meditar generan y fortalecen el sentimiento de estar más cerca de Dios, tranquilizando y aliviando tanto la mente, como el cuerpo y el espíritu.
- Trabaje el perdón. No existe nada más liberador y por consiguiente sanador, que el perdón. Primero perdón hacia uno mismo y luego hacia los demás. Al perdonar se recuperan el equilibrio y la paz interior. Muy sabias eran las palabras de la Madre Teresa de Calcuta al referirse al perdón: “El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”.
- Sea agradecido. Cuente sus bendiciones a diario. La gratitud abre las puertas a recibir más bendiciones y regalos del cielo. Además, agradecer de antemano todo lo bueno que está por sucederle, tiene un efecto maravilloso en la manifestación de sus deseos.
- Viva en congruencia; es decir, sea consistente entre lo que habla, piensa y hace. Alinee sus pensamientos con sus emociones y sentimientos para materializar sus sueños.
- Ría más. Sonreír es una terapia instantánea, natural, efectiva, accesible a todos y que no cuesta nada. Excelente herramienta también para mitigar situaciones de tensión, desviar la atención del dolor y restar drama. Mantener un buen sentido del humor, además, nos ayuda a enfrentar los retos desde una perspectiva diferente.
- Téngase fe. Es muy cierto eso de que si no se cree en uno mismo, nadie creerá en uno. Usted puede lograr todo lo que se proponga.
- Libere. Deje ir todo lo viejo y obsoleto que ya no sirva en su vida. No se apegue a nada.
- Practique el no juzgar. Todos somos diferentes. Permita a los demás ser como deseen y no descalifique ni condene los comportamientos que sean diferentes al suyo.
- Renuncie a quejarse. Como cita la poeta norteamericana Maya Angelou: “Si no le gusta algo, cámbielo. Si no puede cambiarlo, cambie su actitud. No se queje.”
- Viva en el presente. Acepte cada momento de su vida tal como sucede sin preocupaciones por lo que ya pasó o lo que viene.
- Cuide su cuerpo. Haga ejercicio, descanse y nútrase equilibradamente con alimentos sanos.
Para terminar, mi más amorosa recomendación es la siguiente: Si desea
cambiar la frecuencia con la que vibra, elija sentirse bien. Haga lo
que esté a su alcance para mantener su estado de ánimo positivo.
Obviamente, como todo lo que emprendemos, mantener su vibración en buen
nivel requiere conciencia, práctica, constancia y compromiso.
Martha Muñoz Losada
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