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lunes, 30 de abril de 2012

EL RESENTIMIENTO

Probablemente, en alguna etapa de nuestra vida hemos experimentado, sentido resentimiento por algo que nos ha afectado y que consideramos que nos desarmonizó, defraudo,  y emprendemos acciones contra ello, con ira, rabia, odio a fin de hacer justicia por lo acontecido.
 Lo cierto, que el resentimiento aflora y da paso a acciones que muchas veces  conllevan actuar de una forma no correcta, pudiéndose manejar por otras vías, de tal forma que perdonemos, aprendamos y ello nos ayude a crecer.
Los resentimientos son sentimientos negativos que tenemos hacia alguna persona. Perduran porque, o bien no se han resuelto con la persona implicada o bien no tienes claro que quieras superarlo
 Hay abundancia de escritos y opiniones sobre ello, que permiten ampliar el alcance y repercusiones que el resentimiento genera, por qué  se produce y como superarlo, por ejemplo René  Rivera Rodríguez, nos indica, como lo señala Dorsch ("002: 704_705), que se entiende  el resentimiento generalmente en el sentido de rencor sordo, frecuentemente inconsciente, de envidia u odio impotente, que se manifiesta en criticas, comentarios o insinuaciones que desprestigian a la persona que es objeto del resentimiento"
Por su parte  Muñoz (2002) comenta,  que el resentimiento es:
- Evocar un sentimiento de hostilidad contra una persona o personas que consideramos que nos han tratado mal.
- Rencor reprimido sobre un acontecimiento negativo que te ha sucedido.
- Molestia, agitación emocional que siente siempre que se habla de una determinada persona o acontecimiento.
- Incapacidad para perdonar, incapacidad de dejar pasar y olvidar.
- La base de la desconfianza y sospecha que sienten al tratar con personas o  acontecimientos que les produjeron dolor en el pasado.
- Dolor emocional no resuelto que se siente cuando no se logra aceptar una pérdida.
- El malestar sentido después de gastar mucho esfuerzo y energía para alcanzar algo que finalmente se pierde.
- El resultado de pensar que se fue víctima de un trato injusto sin la resolución del problema.
- El sufrimiento prolongado y en silencio cuando una expresión abierta de dolor es indeseada.

- El rencor hacia una persona o grupo que se considera que ha impedido lograr ciertos objetivos.
- Sentirse ofendido cuando una persona o un grupo ha ignorado o negado tus derechos.
- En ocasiones da lugar a depresión y al suicidio.
Por supuesto, es muy importante  saber cómo se manifiesta el resentimiento, al respecto Muñoz (2002) dice que el resentimiento se manifiesta, cuando la persona desplaza este hacia una persona o grupo de la manera siguiente:
Pone mala cara disimuladamente ante la presencia o mención de la persona que es objeto del resentimiento.
Sentir malestar cuando la música, una película, o un programa de televisión le recuerdan las interacciones desagradables que ha tenido con ellos.
Habla de una manera burlona, de hostilidad o degradante de él, ella o de ellos.
Tienen pesadillas o pensamientos desagradables sobre la persona o personas.
Se ve bloqueado en sus esfuerzos de crecimiento personal sin saber por qué.
Siente cólera sin razón aparente.
Se siente deprimido, abatido, y confundido cuando intenta superar estas experiencias frustrantes.
Evade cualquier tema que esté relacionado con su último enfado o malestar acerca de esas personas.
En el ámbito criminal encontramos a sujetos con las siguientes manifestaciones conductuales:
- Su agresividad puede encontrarse reprimida o manifiesta hacia las personas y hacia la vida.
- Pasan maldiciendo las circunstancias y retos que les pone la vida.
- El control de sus impulsos es inadecuado.
- No logran identificar lo inadecuado y consecuencias de sus actos.
- Manejan una nula, laxa o distorsionada escala de normas y valores.
- Labilidad afectiva.
- La mayoría se muestra indiferente ante la vida y ante sus actos.
- No aceptan los errores de sus actos.
- Muestran inmadurez e irresponsabilidad.
Muy interesante es el agregado que indica lo relevante de tomar en cuenta los efectos negativos del resentimiento no resueltos, es decir, cuando no se logra resolver el resentimiento:
  • Hipersensibilidad y odio cuando se recuerda a la persona o personas que lo afectaron.
  • Se tiende a negar o reprimir cualquier sentimiento de ira u odio hacia esa persona.
  • Sentimiento de decepción, provocado o encolerizado cuando las personas contra quienes guardas resentimiento son reconocidas por sus logros.
  • Recriminación y rechazo por la actitud hostil, cínica, y sarcástica, la cual se convierte en una barrera entre nosotros y las personas con quienes deseamos establecer una relación sana.
  • Estancamiento en el desarrollo personal
  • .Se rechazan y menosprecian todos los intentos de los demás para conseguir que se trabaje en el perdón, para olvidar ofensas y daños pasados.
  • Resistencia a no resolver los conflictos no resueltos con la persona o personas para sentirse libre y seguir con nuestra vida.
  • Dificultad en expresar nuestros sentimientos y confiar en otras personas, especialmente en nuevas relaciones.
  • Baja autoestima e inadecuado autoconcepto de nuestra persona.
  • Ideas estúpidas e irracionales.
Por otra parte, nos aporta nos aporta sobre este tema Sofía Roepke, que consideremos, que una de las emociones negativas más frecuentes y más difícil de superar es el resentimiento. Aquellas personas que nos han hecho daño siguen siendo nuestros deudores aunque haya pasado mucho tiempo. No importa que estén muertos o con vida, ya que el dominio del oscuro recuerdo no respeta fronteras. Tampoco hay diferencia en que el odio y el deseo de venganza se anuden en nuestro corazón desde la niñez o desde el ayer reciente. Nuestro tiempo psíquico es inmóvil. Por eso siempre estos recuerdos acechan, para surgir disfrazados de distintos temores cuando la oportunidad se presenta propicia. Esos temores son el veneno que debemos probar cada vez. El recordar a los que nos han causado sufrimientos, como también hechos y circunstancias dolorosas, abren de nuevo nuestras heridas. Repasamos con amargura esas situaciones y la idea de desquitarnos puede obsesionarnos. Pero debemos considerar el hecho de que siempre es mejor vivir el presente que quedarnos atrapados en un pasado doloroso lleno de resentimientos y culpas.
Finalmente, Daniel Mercado, comenta al respecto, que  recordemos que Scheler definió el resentimiento como una intoxicación del alma. Este veneno anímico se instala por dos mecanismos muy emparentados: la envidia y la injusticia.
Se resiente aquel que percibe para sí un derecho a tener lo que otro posee. Se produce por un falaz igualitarismo que cree que todo es para todos y tiene como trasfondo el deseo ávido de acumular, muy parecido al consumismo en auge.
Pero se resiente también el que sufre una injusticia, aquel al que se le quita, con o sin violencia explícita, un bien que poseía, una propiedad, la libertad o la dignidad.
Ambos resentimientos comparten la percepción de la injusticia y despiertan el deseo de eliminarla, lo que sin duda los puede hacer valiosos.
Ruth Muñoz no recomienda afrontar el resentimiento, porque continuar alimentando un sentimiento negativo durante mucho tiempo tiene un tremendo coste físico y emocional. Además este resentimiento rara vez afecta directamente a la persona que lo provocó, por el contrario es la persona que lo mantiene quien sufre las consecuencias negativas de éste.
Sugiere, Identificar qué se  puede hacer para mejorar la situación; Examina la situación desde la perspectiva de la otra persona; Examina las  propias creencias o pensamientos; En ocasiones, obtenemos beneficios de tener sentimientos negativos.