Muchos recordaréis aquel fantástico
anuncio de una marca de coches en el que aparecía Bruce Lee diciendo estas
palabras:
“Vacía tu mente. Libérate de las formas.
Como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y
será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua amigo.”
Puede que muchos no entendáis este
mensaje. Pero en el trasfondo de estas palabras se encuentra una filosofía de
vida muy poderosa, la cual merece la pena conocer.
Como todos sabéis, el agua es una
sustancia de carácter líquido, formada por dos átomos de hidrogeno y uno de oxígeno,
y es esencial para la supervivencia de casi cualquier forma de vida. La
particularidad de este elemento, es que en su estado natural (líquido), se
puede atravesar, se puede golpear, se puede intentar alterar su forma de
cualquier manera, pero nunca se rompe, siempre se adapta. El agua es blanda,
pero ni mucho menos es débil. Cuando está enfurecida y ataca con toda su
fuerza, puede penetrar por los huecos y las grietas de cualquier objeto,
resquebrajándolo desde su interior.
Se trata de un concepto difícil de
entender, pero si lo aplicáramos al día a día, sería una forma de vivir
mientras pensamos, sentimos y actuamos de una manera acorde a lo que
percibimos, aceptando nuestra realidad y no oponiéndonos a ella , en cierto
modo, dejar que cada suceso de nuestra vida nos afecte en su justa medida.
Por culpa de nuestro ego generamos un
modelo de nosotros mismos que muchas veces puede chocar frontalmente con
nuestro entorno. Sino somos capaces de ser más flexibles y aprender a
adaptarnos a las cambiantes circunstancias de nuestra realidad, sufriremos
permanentes estados de tensión y ansiedad. Por ello es importante buscar una
situación permanente de serenidad que nos haga ver las cosas desde un prisma
que nos permita moldearnos a las circunstancias, y no oponernos constantemente
a ellas.
Un
reflejo de esta forma de actuar en la vida se podría denominar como
asertividad, término empleado en comunicación para definir a aquella forma de
interactuar basada en la defensa de los derechos propios y el respeto a los
demás, es decir, en la cual la persona ni agrede, ni se somete a la voluntad de
los otros. Es una forma que difiere de la mera pasividad, en la que no
reaccionamos ante una agresión externa, o de la agresividad, en la que la mayoría
de las veces se caracteriza por dar una respuesta desproporcionada a lo que la
situación requiere. Esta forma de comportamiento se caracteriza por la
serenidad y la muestra de autoconfianza, ajustando la emoción a las características
de la situación, sin que por ello se vean mermados los derechos propios.
Ya
decía Aristóteles que: “Cualquiera puede
enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en
el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo
correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.”
Por tanto, tenemos que tratar de ajustar nuestras emociones y
nuestras respuestas a las características de la situación, ya que de esta
manera nos haremos respetar más que desde la intimidación, y tendremos una
mentalidad más clara a la hora de seleccionar nuestras acciones.
Pensad que si fuéramos como el agua, ninguna agresión externa
debería afectarnos más allá de lo que realmente merece. Sin embargo, empleando
toda nuestra voluntad para lograr algo de lo que estamos realmente convencidos,
ser como el agua implica ser un torrente imparable para la consecución de
nuestros objetivos. Porque cuando se encuentra con algún obstáculo, el agua busca
vías alternativas para seguir fluyendo. De ese mismo modo tenemos nosotros que
fluir, volviéndonos más flexibles, más constantes, y dejando de ser las víctimas
de nuestras vidas.
Seamos los autores de nuestra propia vida, seamos como el
agua.
El espíritu es la sensación, es la presencia y el universo es la habitación. El espíritu es la inteligencia vital,
que rodea y penetra a todo ser con vida física inteligente y que
unifica a todos los seres con vida física e inteligencia en el universo.
El espíritu es un sentimiento que unifica a toda la vida inteligente y material, con la vida extra material del Universo.
El Hombre, El Ser Humano y el Espíritu:
.El hombre nació para ser ocupado por el ente humano que viene, nos levantó y busca regresar al romper su naturaleza.
El Ser humano es un solo ente, es un
solo género. El ente humano es una energía desarrollada que está pasando
a través de los cuerpos. Los cuerpos somos nosotros y nosotros somos un
campo frecuencial para la energía o del ente llamado humanidad. El
Ente humano se sirve de nosotros para manifestarse, y nosotros nos
servimos de él para desarrollarnos y elevarnos.
El hombre muere porque nace para eso, es
parte de la evolución. Somos un ciclo de la naturaleza, nacemos para
ser ocupados temporalmente por la energía de laInteligencia Pura y Supremaque
viene, nos levanta y busca regresar, para vivir, surgir y sobresalir al
romper su naturaleza. Si el espíritu no existiera en el universo, la
huella del hombre jamas se hubiera marcado sobre la faz de la tierra.
El
espíritu es la esencia y el fundamento de la existencia del Ser Humano
y de toda la Inteligencia que exista en el Universo. El espíritu es
nuestra esencia entérica, se alimenta de nuestra conciencia, vive de la
conciencia, necesita conciencia. Los sentimientos provienen del entendimiento del espíritu y son la expresión de los sentidos de él. El
Ser Humano Universal, genera pensamientos creados por los
sentimientos, inducido por las necesidades y el entendimiento
del espíritu.
Nuestro
espíritu es el piloto de nuestra mente, los conceptos son nuestras
conquistas, logros o derrotas. La conciencia es nuestro trofeo y triunfo
en nuestra competencia contra la ignorancia, el triunfo contra la
adversidad. La conciencia e inteligencia son para evolucionar.
Evolucionar es trascender, trascender es soy y ser libre,
inteligente, consciente, universal e infinito.
El aire y las alturas del universo es para los seres libres, para los seres conscientes, la libertady la concienciason sus alas, la única nave para navegar por el universo.
.El Ser Humano Universal, es gobernado en sus pensamientos y en sus actos, por el Espíritu Universal.
.Pensamiento Universal
La energía dinámica del espíritu se manifiesta en la materia, a través del pensamiento del ser humano universal, quien genera pensamientos, creados por los sentimientos, inducido por las necesidades y el entendimiento del espíritu.
«Puedes llegar a esta maravillosa comprensión de que cuando te vuelves real
—real— y simplemente eres quien eres sin jugar a ningún juego,
sí quizá tengas que perder a esa persona que está compartiendo la cama contigo,
pero quizá la siguiente persona que comparta tu cama sea tu igual. ¿Entiendes?»
«La verdad es libertad, y también es seductora. Es el cumplido más elevado
que te puedes dedicar a ti mismo. Nuestro cuerpo no es el cumplido más
elevado; nuestra mente lo es.»
La naturaleza
aparentemente elusiva del amor empieza a cobrar forma y color cuando cambiamos
nuestra perspectiva y reorientamos nuestra atención hacia nosotros mismos, y vemos
más allá de la superficie de nuestra fachada y de nuestro cuerpo. El paisaje
cambia completamente cuando empezamos a vernos a nosotros mismos —nuestro
mayor cumplido— como mentes soberanas investidas de libertad y dotadas de elección,
capaces de tener un pensamiento original, un nuevo sueño que establezca
el escenario y nos prepare para las valiosas experiencias que están por
venir. No somos meramente los receptores accidentales de una experiencia, sino
la mente que contempló su posibilidad y la hizo realidad,
consciente o inconscientemente.
La confusión surge
cuando insistimos en reducir nuestra naturaleza a los escalones inferiores de
la escala de la experiencia humana: amor sexual, amor necesitado y amor
manipulativo. La vida de un ser humano es mucho más que estos tres, y también lo es
nuestro amor. Sólo hemos conocido tres amores de siete. Aún nos queda por explorar el amor
incondicional, el amor a la verdad, el amor visto en todas las cosas y el amor
eterno de libertad sobre el tiempo y el espacio disfrutado por los verdaderos
maestros que caminan delante de nosotros y ya se han conquistado a sí mismos.
El amor nos incita
a luchar por la grandeza y a ver belleza donde otros solo ven fealdad y
descontento. Permite que nuestras mentes canten y vuelen con alas emplumadas,
trayendo a la vida la promesa de un nuevo sueño. El amor es verdaderamente la
sangre de la poesía y la belleza. Es la clave que nos muestra claramente que por dentro
somos divinos, porque, ¿cómo podríamos degustar tal bebida
inmortal, que transciende los océanos del espacio y del tiempo, si fuéramos
meros mortales? Somos más de lo que podemos tocar físicamente. Somos la mente que
anima nuestro cuerpo y lo hace único, tan elusiva y libre como el amor mismo.
Dicho todo esto, ahora estamos preparados para empezar. Llena tu vaso con el
vino de los Dioses, para que, con tanta seguridad como los corazones de los
hombres y mujeres mortales seguirán cautivados por este sueño en
siglos venideros, tú también puedas llegar a conocer ese elixir llamado amor.
El karma (acción) es el aliento mismo de un humano. Como sea el karma, será el resultado.
Uno debe mantener una buena salud, no solo física sino también mental. Los pensamientos y resoluciones también deben ser sanos.
Nadie puede escaparle a las consecuencias del karma. Un ser humano
lleva a cabo malos karmas, alberga malos pensamientos y, por último, se
enfrenta a malos resultados. Por otro lado, quien alberga buenos
pensamientos y emprende buenos karmas, disfrutará de buenos resultados.
No es posible conseguir buenos resultados realizando malas acciones. Habiendo
plantado un retoño de lima, ¿podrán obtener un fruto de mango? Al
plantar un retoño de mango, ¿podrán obtener una lima?”
Uno deberá examinar a cada paso si se está comportando como un ser
humano o un animal. Cuando recurren a malos actos, el resultado de las
malas acciones les llega desde sí mismos.
Los seres humanos deben tomar conciencia de que han nacido sólo para emprender buenas acciones. Las palabras “ser humano”
,en sanscrito: “manava”, tiene un significado profundo. Consiste de
tres sílabas: ‘ma’: ignorancia, ‘na’: sin y ‘va’: conducirse. Es así que
alguien que se conduce sin ignorancia es un ‘manava’. Habiendo nacido
como ser humano, uno debería conducirse de manera acorde.
Los seres humanos deben ayudar a sus semejantes. “Ayuden siempre; no dañen nunca.”
Aunque conocen esta máxima, causan daño a otros a sabiendas. Ese es un
gravísimo error. Los humanos han sido dotados con la facultad de
razonar. La mente puede ser utilizada de buena o mala manera. Es por
ello que se dice: “La mente es la causa tanto de la esclavitud como de la liberación del hombre”.
La mente es un don de Dios para el ser humano. No corresponde a la
real naturaleza de un ser humano el injuriar, ridiculizar o lesionar a
otros. Hasta los animales ayudan de distintas maneras a los seres
humanos, y a otros animales de su especie. Entonces, ¿cuál es la
grandeza de un ser humano al ayudar a un semejante? Habiendo nacido como
seres humanos, deben comportarse de manera concordante y amar a todos
como a sus hermanos.
Deben emprender aquellas actividades que complazcan a Dios, sólo
entonces su nacimiento humano será santificado. Dios reside en todos. Se
dice: “Entre todos los seres vivientes, el nacimiento humano es el más excepcional”.
No deberían desperdiciar un nacimiento humano tan precioso. Estarán
perdiendo su condición humana diciendo mentiras, causando injusticia a
otros y emprendiendo malas acciones. Un ser humano deberá conducirse
como ser humano siguiendo el principio de “ver lo bueno, hacer lo bueno y ser bueno”.
Debe haber armonía entre los pensamientos, las palabras y las
acciones de uno. Cuando haya unidad entre estos tres aspectos, habrá
pureza. En donde haya pureza, habrá Divinidad. Sea lo que fuere que
otros les hagan, considérenlo como bueno para ustedes. Velen por no
perder su condición humana bajo ninguna circunstancia. De hecho, esta
condición humana es la más valiosa de sus pertenencias.
“Amen a todos, sirvan a todos”. Sólo entonces podrán llevar una vida sana y feliz.
Se dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Si andan en buena compañía, serán buenas personas. Por otra parte, si
andan en mala compañía, también se volverán malos. Por lo tanto, busquen
siempre la buena compañía. Si desean ser buenas personas, emprendan
actividades buenas y nobles. Deberían estar en buena compañía y cultivar
buenos pensamientos y sentimientos. Los celos, la ira, el ego y otros
sentimientos de este tipo deben ser desechados.
La gratitud es otra de las buenas cualidades que hay que cultivar.
Una persona agradecida prosperará, en dondequiera que se encuentre.
Deben mostrar gratitud hacia todos los que los ayudan, sin tomar en
consideración si la ayuda es grande o pequeña.
La vida entera está llena de reacción, resonancia y reflejo.
Vean lo bueno, hagan el bien y sean buenos.
De esta manera su nacimiento como ser humano será santificado.