domingo, 6 de mayo de 2012

EL CICLO DE LA VIDA


Cuando estamos aquí pasamos por muchas etapas. Nos despojamos de un cuerpo de recién nacido, pasamos al de un niño, del de niño al de adulto, y del de adulto al de anciano. ¿Por qué no dar un paso más y desprendemos del cuerpo adulto para pasar a un plano espiritual? Eso es precisamente lo que hacemos.
Nunca dejamos de crecer. y cuando llegamos al plano espiritual seguimos creciendo aún más. Pasamos por varias etapas de desarrollo. Cuando llegamos, estamos quemados.
Tenemos que pasar por una etapa de renovación, una de aprendizaje y una de decisión. Decidimos cuándo queremos regresar, dónde y por qué motivos. Algunos resuelven no volver. Prefieren pasar a otra etapa de desarrollo y permanecen en forma espiritual, unos más tiempo que otros, antes de regresar. Todo es crecimiento y aprendizaje, un crecimiento continúo. El cuerpo no es más que un vehículo que utilizamos mientras estamos aquí. Lo que perdura eternamente es el alma y el espíritu.
Brian Weiss

sábado, 5 de mayo de 2012

CUATRO CLASES DE PERDON

El perdon es la base de toda sanidad en la mente, conciencia y corazon. El perdon es la clave de la liberacion espiritual. El perdon es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior.
Sin perdon hay dolor, hay rencor, resentimiento y amargura.
Comienza hoy tu sanidad completa

Las clases de perdon son:

1. PERDONARSE A SI MISMO: Hay situaciones que producen desilucion de nosotros mismo, hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, denigran y averguenzan. Las fallas de esta clase requieren de un auto-perdon. Se libre hoy de tus propias fallas, perdonate, nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa, propensa a fallar, existe en todos los seres humanos. Perdonarte a ti mismo, es aceptar con humildad tu condicion real de ser humano, reconoce que no eres perfecto y comienza a mejorar. Perdonarte a ti mismo, te hara depositar la confianza en Dios para recibir la fortaleza y no volver a fallar. Se libre hoy, perdonandote de todo lo malo que hayas hecho. Somos perfectibles y estamos en un camino de mejoramiento continuo.

2. PERDONAR A OTROS: Las heridas duelen y aveces mucho, pero alguien dijo: la mejor venganza es el perdon, porque la falta de perdon te autoesclaviza. Te lastimas a ti mismo, cuando no perdonas, mientras que el ofensor no se percata de sus sentimientos. Tu falta de perdon hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona, liberalo.
Te fallaron? Bienvenido al planeta tierra, Este es un mundo con injusticias, con seres humanos que tienen libre albedrio.
Seran libres y felices quienes cruzan la barrera del perdon. Quienes saben olvidar y perdonar poseen una virtud suprema. Solo los valientes perdonan. Solo los sabios saben perdonar al projimo. Solo quien tiene verdadero amor. Tu eliges entre permanecer preso o hallar la libertad. Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar. esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes. Perdona hoy lo que te hicieron tu no tienes la culpa, confiesa el perdon con tus labios, hazlo y seras libre por siempre.

3. PERDONAR A DIOS: Esto a veces es una actitud inconsciente. Acaso Dios se equivoca?
No en absoluto, pero nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en algunas ocasiones. Pensamos que ciertas tragedias e injusticias, son una falla de Dios, pero no es asi. es que nuestra mente y percepcion espiritual son demasiado estrechas como para comprender la magnitud de algunas cosas. esta claro que en el mundo el desastre lo producen los seres humanos. Quiza sentiste que Dios se olvido de ti o que llego tarde, pero en realidad, el estuvo contigo dandote fuerzas en tu dia malo. No seamos necios y no hechemos culpas a Dios, cambia tu actitud si estas enojado con Dios porque el quiere lo mejor y jamas querra nada malo para ti.

4. EL PERDON DE DIOS: Ademas de fallarnos entre nosotros, muchas veces le fallamos a Dios. El es el creador de todo y juez del universo, Y Dios apesar de ser juez no se complace en juzgar sino en perdonar. Dios es amor, por eso su naturaleza es perdonar las fallas de sus hijos, no importa lo que hayas hecho. Dios te perdona. Donde hay verdadero arrepentimiento hay perdon de Dios asegurado. Algunos preguntan donde esta Dios que no lo veo? Dios ya se hizo visible en la persona de JESUS, su hijo, quien vino a perdonar. La mision de la venida de Dios a la tierra fue esa: perdonar. El dijo antes de morir: padre, perdonalos porque no saben lo que hacen. Es una dicha muy grande saber que Dios nos perdona cuando se lo pidamos. Dios respondio con perdon ante las fallas de la humanidad. Envio a su hijo para que seamos amados y perdonados, Dios nos quiso amar y envio la solucion para nuestros pecados. La solucion es Jesus, el hijo de Dios quien murio en la cruz para derramar su sangre inocente. Y la sangre pura e inocente de Cristo es la que nos brinda la limpieza de todos nuestros pecados cuando creemos en el.

Recibe hoy el perdon de Dios.
Repite esta oracion: Padre mio, te pido que me ayudes, me fortalezcas, me des salud y prosperidad, bendice a mi familia por completo. Gracias por perdonarme y aceptarme a pesar de mis fallas.

LA CREACIÓN DE RELACIONES DE AMOR

Son niveles de aprendizaje distintos, y tenemos que aprender algunos de ellos en carne propia. Tenemos que sentir el dolor. Los espíritus no sienten dolor. Están en una etapa de renovación. El alma se renueva. En estado físico, cuando entran en la carne, sienten dolor; pueden sufrir. En forma espiritual no se siente dolor. Sólo existe felicidad, una sensación de bienestar. Pero es un período de renovación por el que pasamos. En estado espiritual, la relación entre la gente es distinta. En estado físico, pueden experimentarse las relaciones.

Tras nacer en estado físico, nuestra principal fuente de aprendizaje es la relación con los demás. A través de la alegría y el dolor de las relaciones con otras personas, progresamos en nuestra senda espiritual para aprender sobre el amor desde todas partes. Las relaciones son un laboratorio viviente, una prueba sobre el terreno para determinar cómo nos va, si hemos aprendido nuestras lecciones, para descubrir hasta qué punto nos acercamos a nuestro plan vital predeterminado. En las relaciones se evocan nuestras emociones, y reaccionamos. ¿Hemos aprendido a poner la otra mejilla o contraatacamos con violencia? ¿Tendemos la mano a los demás con comprensión, amor y compasión, o reaccionamos con miedo, egoísmo o rechazo?

Sin las relaciones no lo sabríamos, no podríamos evaluar nuestro progreso. Son oportunidades maravillosas para aprender, aunque difíciles.

Estamos aquí en estado físico para aprender y crecer. Aprendemos rasgos y cualidades como el amor, la no violencia, la compasión, la caridad, la fe, la esperanza, el perdón, la comprensión y la conciencia. Tenemos que olvidar rasgos y cualidades negativos, entre ellos el miedo, la rabia, el odio, la violencia, la avaricia, el orgullo, la lujuria, el egoísmo y los prejuicios.

Esas lecciones las aprendemos principalmente a través de las relaciones.
Puede aprenderse más cuando hay muchos obstáculos que cuando hay pocos o ninguno. Una vida con relaciones difíciles, repleta de obstáculos y pérdidas, presenta muchas más oportunidades de crecimiento del alma. Una persona puede haber elegido la vida más difícil para poder acelerar su progreso espiritual.

En ocasiones un hecho negativo, como perder un trabajo, puede suponer la apertura de una oportunidad mucho mejor. No tenemos que sufrir con anticipación. Es posible que el destino necesite algo más de tiempo para tejer su intrincado tapiz. Además del dolor y de las dificultades, también hay amor, alegría y éxtasis en este mundo. Estamos aquí para vivir en comunidad, para aprender sobre el amor al estar entre otros seres humanos que siguen la misma senda, que aprenden las mismas lecciones. El amor no es un proceso intelectual, sino una energía bastante dinámica que fluye por nuestro interior en todo momento, seamos o no conscientes de ello. Tenemos que aprender a recibir amor, además de darlo. Sólo en la comunidad, sólo en las relaciones, sólo en el servicio a los demás podemos aprender realmente la energía del amor, que todo lo abarca.

Extracto del libro, Los mensajes de los sabios, de Brian Weiss

Aumentar la conciencia del yo y del otro

Lo que se me revela es lo que es importante para mí, lo que me incumbe. Toda persona debe preocuparse de sí misma, de convertirse en un todo. Tenemos lecciones que aprender... todos nosotros. Hay que aprenderlas una a una, por orden. Sólo así podremos saber qué necesita la persona que tenemos cerca, qué le falta o qué nos falta a nosotros para ser un todo.

Comprenda la naturaleza del yo, del yo verdadero, que es inmortal. Darse cuenta de eso le ayudará a ver siempre las cosas desde la perspectiva adecuada.
Conózcase, para poder ver claramente, sin las distorsiones de la mente consciente o del subconsciente.
Practique la meditación y la visualización, la observación distanciada, la percepción tranquila, las sensaciones de amor-cariño desde la distancia o el distanciamiento del amor, Cultive ese estado.
Conozca sus ideas y sus suposiciones y dese cuenta de que puede que las haya adoptado sin cuestionárselas.
Cuando se generaliza estableciendo grupos o tópicos se hace imposible ver a los individuos por sí mismos.
Las suposiciones erróneas arraigadas en el pasado, como «los hombres Son unos brutos y unos insensibles» o «las mujeres son demasiado sensibles y emotivas» ocasionan una percepción distorsionada de la realidad.
La experiencia tiene mucha más fuerza que las creencias. Aprenda de sus experiencias. Lo que ayuda sin hacer daño tiene valor. Descarte las creencias y los pensamientos caducados.
La felicidad nace en el interior de las personas. No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con facilidad. Nunca le dé su poder a nadie.
Intente no tener demasiado apego a las cosas. En el mundo tridimensional aprendemos gracias a las relaciones, no a las cosas. Todos sabemos que no podemos llevárnoslas con nosotros cuando nos vayamos.
Cuando morimos y nuestras almas progresan hasta dimensiones superiores, nos llevamos nuestros comportamientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos y nuestro conocimiento. La forma de tratar a los demás en las relaciones es infinitamente más importante que lo que hemos acumulado materialmente.
Además, podemos ganar y perder muchos objetos materiales a lo largo de la vida. En la otra vida no nos encontraremos con nuestras posesiones, sino con nuestros seres queridos. Esta idea debería ayudarle a recapacitar sobre sus valores en caso de que sea necesario.
Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, de John Gray, es desde hace muchos años todo un éxito de ventas en muchos países. Muchos otros libros, películas y programas de televisión han subrayado también las diferencias entre hombres y mujeres, al parecer insalvables. Existe un abismo entre los sexos que se manifiesta en nuestra forma de pensar y en nuestro comportamiento. No vemos el mundo del mismo modo. La testosterona, la hormona masculina, inclina a los hombres hacia la agresión y la competitividad, en lugar de la cooperación, hacia la «propiedad» del territorio y de la familia. El estrógeno y la progesterona, las hormonas femeninas, parecen fomentar la sensibilidad, la comunicación en lugar de la competición, un menor deseo de agresión y una mayor ansia de protección.
La forma en que se educa a los niños y a las niñas aumenta esa asimetría innata y refuerza los muros biológicos que separan a hombres y mujeres. A los niños se les anima socialmente a ser más agresivos, más competitivos, más enérgicos. A las niñas, a ser más pasivas, más comunicativas, más cooperativas. Los padres y los maestros, la sociedad y la cultura, y los medios de comunicación y los publicistas nos enseñan valores distintos.
Parece que hay mucho de cierto en todo esto. No puede resolverse ningún problema hasta que se tome conciencia clara de este problema. Pues bien, ya lo sabemos. ¿Y ahora qué pasa?
Está claro que hay que educar a los niños para que sean conscientes de su sensibilidad y la expresen más.
Hay que enseñarles a cooperar más y a aprender a comunicarse mejor. A las niñas se las debe educar para que estén más seguras de sí mismas y sean más enérgicas. En líneas generales, hay que modificar más la formación de los niños que la de las niñas, ya que el mundo está sumido hoy en una violencia provocada casi exclusivamente por hombres.
Pero ¿qué hay de las diferencias biológicas innatas? ¿Cómo podemos cambiar la biología? ¿Qué podemos hacer con la testosterona? He aquí una metáfora.
Las hormonas y determinados factores genéticos hacen que a los hombres les salga pelo en la cara.
¿Quiere eso decir que las barbas son inevitables, que todos los hombres tienen que ir por la vida con largas barbas?
Naturalmente, la respuesta es que no. Los hombres pueden decidir afeitarse la barba. Cualquier hombre tiene la opción de afeitarse o no.
Las influencias biológicas son tendencias, superables con voluntad consciente. La testosterona y las demás hormonas impelen, pero no compelen. Del mismo modo que los hombres pueden decidir afeitarse, también pueden elegir no ser violentos, ser menos agresivos, cooperar más y ser más comunicativo s y sensibles.
La decisión consciente de elegir la senda del amor, no la de la violencia, es el siguiente paso para los hombres.
Tras esa elección tenemos otro paso más, que es el despertar a la verdad espiritual de que estamos formados por espíritu y alma, no por cuerpo y cerebro. El alma no tiene sexo, no tiene hormonas, no tiene tendencias biológicas. El alma es pura energía de amor.
A medida que nos vamos haciendo conscientes de nuestra naturaleza espiritual, reconocemos nuestra auténtica esencia. Somos inmortales y divinos. Renunciar a la violencia, al odio, a la dominación, al egoísmo y a la propiedad de las personas y de las cosas es mucho más sencillo tras ese reconocimiento. Aceptar el amor, la compasión, la caridad, la esperanza, la fe y la cooperación pasa a ser lo más natural.
En el transcurso de nuestras muchas vidas se dan algunos cambios de sexo. Todos hemos sido hombres y todos hemos sido mujeres. Aunque creo que tendemos a especializarnos en un sexo o el otro, todos tenemos que hacer, por así decirlo, algunas asignaturas optativas como personas del otro sexo. Tenemos que aprender de todas partes. Ricos y pobres. Fuertes y débiles. Budistas, cristianos, judíos, hindúes, musulmanes o de otras religiones. Distintas razas. Y, por descontado, hombres y mujeres.
Y así, al final, todos podemos aprender a superar cualquier tendencia biológica negativa para manifestar plenamente nuestra naturaleza espiritual. De forma similar, y por el mismo motivo, todos podemos aprender a superar cualquier enseñanza social o cultural negativa.
Algunos se quedan rezagados porque no todos avanzamos a la misma velocidad, aunque recorremos la misma senda. Los que van al frente tienen que mirar hacia atrás, con compasión y con amor, y ayudar a quienes se quedan atrás.
Hay que mirar hacia atrás y ayudar, sin esperar recompensa, ni siquiera agradecimiento.
Hay que mirar hacia atrás y ayudar, porque eso es lo que hacen los seres espirituales.

Extracto del libro: Los Mensajes de los Sabios. Brian Weis

Deshacerse del miedo y abrir la mente


Igual que se relaciona con los demás, se relaciona con usted mismo. Ha vivido en muchos cuerpos y en muchas épocas. Pregúntele a su yo actual por qué tiene tanto miedo. ¿Por qué le da miedo asumir riesgos razonables? ¿Le da miedo su reputación, lo que piensen los demás? Esos miedos están condicionados desde la infancia e incluso desde antes.
Hágase las siguientes preguntas. ¿Qué puedo perder? ¿Qué es lo peor que me puede suceder? ¿Me resigno a vivir así el resto de mi vida? Ante la perspectiva de la muerte, ¿es esto tan arriesgado?
Los muros que levantamos a nuestro alrededor cuando nos sentimos amenazados emocionalmente son muros de miedo. Nos da miedo que nos hagan daño, que nos rechacen, que nos hagan el vacío. Nuestra vulnerabilidad nos amenaza y nos refugiamos tras un muro para no sentir. Nuestras emociones quedan reprimidas.
A veces incluso rechazamos a la persona o a las personas que nos amenazan antes de que puedan rechazamos. Nos adelantamos. Este tipo de autoprotección se conoce como defensa contrafóbica. Por desgracia, los muros que levantamos nos hacen más daño que cualquier persona.
Nuestros muros nos aíslan, nos cierran el corazón, nos empeoran. Cuando nos encerramos entre ellos, cuando nos separamos de nuestras emociones y nuestros sentimientos, resulta imposible llegar al origen de nuestro sufrimiento, de los miedos y las inseguridades subyacentes. No podemos comprender las verdaderas raíces de nuestros problemas. No podemos curamos; no podemos estar completos.
La experiencia va más allá de las creencias. Enséñeles a experimentar. Elimine sus miedos. Enséñeles a quererse y ayudarse mutuamente.
Cierre los ojos y respire hondo varias veces. Deje que se derrumben los muros que le aíslan. Examine sin juzgar, sin criticar, sin sentimiento de culpa, lo que subyace bajo el muro. ¿Cuál es el miedo? ¿De qué está protegiéndose?
¿Qué puede hacer para no tener ese miedo? ¿Cómo puede volver a estar completo? Cuando haya comprendido de verdad el miedo y sus orígenes, verá cómo se disuelve.
Su corazón volverá a abrirse. Se sentirá feliz.

Aki les dejo un link donde pueden bajar libros de Brian Weis, el texto es un extracto del libro de Brian Weiss, los mensajes de los sabios.http://www.ziddu.com/download/5840236/weiss.rar.html