Cuando estás verdaderamente
consciente del conocimiento de tí mismo, de tu naturaleza divina, que es
Dios en la forma de tu Alma, no hay nada que temer.
A pesar de tu temor y de lo inmenso y abrumador que te parezca, en el
Espíritu no es nada. Cuando hagas tus elecciones, básalas en lo que
sabes, en tu corazón de corazones, en la verdad de tu Alma, en el amor
de Dios.
Esto mantiene tu fé, dejando que tus obras, tus elecciones sean la
herencia y el legado de tu vida. No hay excusas o razones ni
justificativos para negar la verdad de tu Alma.
Estás aquí para despertar y vivir de acuerdo con la verdad de tu Alma.
- .John Morton