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lunes, 13 de agosto de 2012

LA VERDAD DE TU ALMA

Cuando estás verdaderamente consciente del conocimiento de tí mismo, de tu naturaleza divina, que es Dios en la forma de tu Alma, no hay nada que temer.
A pesar de tu temor y de lo inmenso y abrumador que te parezca, en el Espíritu no es nada. Cuando hagas tus elecciones, básalas en lo que sabes, en tu corazón de corazones, en la verdad de tu Alma, en el amor de Dios.
Esto mantiene tu fé, dejando que tus obras, tus elecciones sean la herencia y el legado de tu vida. No hay excusas o razones ni justificativos para negar la verdad de tu Alma.
Estás aquí para despertar y vivir de acuerdo con la verdad de tu Alma.
- .John Morton

miércoles, 20 de junio de 2012

ORACION DE AGRADECIMIENTO A DIOS

Señor Dios, una vez más damos las gracias por la oportunidad de estar Contigo. Te pedimos que nos Hagas sobrepasar cualquier cosa que hayamos elegido que nos mantendría rezagados o restringidos de Conocerte.

Elévanos de nuestras pretensiones y falsedades que hemos colocado delante de nosotros en la forma de juicios y conocimiento falso. Te pedimos que Te lleves la ilusión para que nos Asistas, a pesar de lo que hayamos hecho.

Nos acercamos a Ti en Gracia, a la puerta del perdón. Restaura nuestra dicha y nuestro valor, para que podamos pasar cada día y lo que nos encuentre, conociendo las bendiciones de cada momento y estando contentos con lo que contemplamos como a la verdad eterna.
 Aportamos nuestro entusiasmo para hacer lo mejor que podemos. Confiamos en que siempre Estás con nosotros y que Has preparado el camino.

Nada hay en contra nuestro que vaya a prevalecer por siempre. Cualquier negatividad que encontremos, no ha de prevalecer. Hemos resucitado en el Cristo. El Espíritu Santo es nuestro compañero.

Tu traes la mano del Señor para que nos acaricie, la fortaleza para que nos eleve, la vista para mirar Tu rostro, la Luz que nos permita ver la verdad y la sabiduría para saber que Tu voluntad se ha hecho. Y encontramos paz eterna en Tu amoroso abrazo.

Baruch Bashan.

sábado, 16 de junio de 2012

EL ECOSISTEMA ESPIRITUAL

La Luz para satisfacer tus necesidades existe siempre.
La única razón por la que puedes experimentar carencia en tu salud, en tus finanzas, emociones y espíritu, es que has causado un bloqueo espiritual -ya sea en esta encarnación o en una previa- que necesita ser eliminado antes de que puedas recibir las bendiciones que se supone deben ser tuyas.
 
Esto nos lleva a una pregunta interesante, ¿A dónde va toda esa abundancia de bendiciones? Hay millones y millones de personas en el mundo con diversos niveles de carencia. Uno puede pensar que todas las bendiciones, aún no ganadas, permanecen en algún sitio en el plano espiritual, sin manifestarse y ocultas de este mundo.

No es el caso. 

Todo lo necesitado por todos, en este mundo, ya existe en este mundo. Toda la comida, dinero, salud, el apoyo emocional y espiritual necesarios para cualquiera de nosotros está aquí, ahora mismo. Pero está en posesión de alguien más.

Por razones distintas, cada uno de nosotros recibe más abundancia de la que necesita; no es nuestra, sino más bien un excedente que pertenece a otra persona que, en este momento, no es capaz de traer esa bendición para sí mismo.
 Este entendimiento, cuando lo asimilas realmente, puede cambiar por completo el cómo ves los regalos que tienes en abundancia. Cuando tienes más de algo (paciencia, amabilidad, habilidades físicas, abundancia, etc.) simplemente significa que hay otra persona en el mundo sufriendo de carencia en esa área, y estás reteniendo sus bendiciones hasta que llegue el momento en que ellos puedan pedirlas.

Si, por ejemplo, eres alguien con gran sabiduría en asuntos emocionales, entonces no se trata de si “eliges” o no ayudar a alguien que atraviesa por dolor. El verdadero entendimiento es que, esa abundancia de sabiduría que le puedes dar a otra persona “pertenece” a esa otra persona. No es tuya, no eres su propietario. Eres simplemente el guardián de ésta hasta que la piden. Su acción de venir a pedir ayuda a eliminar el bloqueo y les permite recibir de ti lo que, de hecho, es de ellos.

Cuando llevas este entendimiento a tu interior, te das cuenta de que nunca “das de ti mismo”, sino más bien, devuelves a otros lo que por derecho es de ellos.

Esto nos conduce a un entendimiento fundamental de nuestras vidas y acciones. Los kabbalistas hablan de un ecosistema espiritual que es llamado El Árbol de la Vida, en donde se originan todas las bendiciones, protección, inspiración, alegría y satisfacción. Hay dos maneras de interactuar con este mundo increíble.

Una manera que la mayoría de la gente sigue es pensar en esos dones como si fueran suyos. Cuando comparten, piensan que están siendo espirituales o haciendo algo bueno al compartir con otros menos afortunados. Piensan que es su decisión si comparten o no, y qué tanto y qué tan a menudo.

Mientras que es cierto que una visión como esta traerá Luz y bendiciones a sus vidas (porque cada acción positiva revela Luz), este modo de vida es limitado en sus bendiciones.

Es aún más profundo cuando entendemos la existencia de un ecosistema espiritual y que nuestra abundancia no es sólo nuestra. Simplemente estamos custodiando dones para otros. Ya no es nuestra elección el dar, sino más bien nuestro deber.
 Cuando vemos nuestros dones de esta forma, comenzamos a compartir porque estamos cumpliendo con nuestra parte en el ecosistema. Esta conciencia crea una apertura más grande para recibir de otros y nos hace aprovechar un torrente infinito de abundancia.

No es que nos “ganemos” las grandes bendiciones que vendrán a nosotros, nosotros nos “abrimos” a ellas, permitiendo a todos los ángeles celestiales, Luz y abundancia fluir hacia nosotros sin impedimento. Las bendiciones, alegría y plenitud que se hacen nuestras cuando formamos parte del ecosistema espiritual, son grandiosas. Sé honesto contigo. Mira cómo es que ves tus dones y por qué compartes. Mientras te esfuerzas en cambiar de la visión de “mis cosas” a una visión de “ecosistema espiritual”, te abrirás a un nivel nuevo de protección, bendiciones y plenitud, que puede ir más allá de cualquier cosa que hasta ahora hayas experimentado.

Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.

lunes, 11 de junio de 2012

PROMESAS

Se da una promesa: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá" (Mateo 7:7).  A menudo dudamos la validez de esa promesa, porque desde nuestra perspectiva hemos pedido, buscado y llamado, y no hubo respuesta.  Sin embargo, por lo general, buscamos en el mundo algo que consideramos de valor, algo que creemos que otra gente considera de valor, o nos traerá felicidad.  ¿Podemos considerar la idea de que el mundo no contiene lo que queremos?

Por su naturaleza, una vida espiritual no es de este mundo.  Los frutos del Espíritu no residen en el mundo.  Ellos no son guardados por manos humanas, protegidos por nuestras cajas de caudales, o circulados de un ser humano a otro.  La promesa es verdadera y se cumple cuando mejoramos nuestra petición.

No se nos niega nada.  "A vuestro Padre le ha placido daros el reino" (Lucas 12:32).  Cuando pedimos aquello que el Espíritu puede darnos, nos sentiremos satisfechos en todos los aspectos de la vida.

Por favor, indica tres "objetos" que has pedido, pero que no has recibido:
1.
2.
3.

¿Estás dispuesto ahora a considerar la idea de que lo que buscas no está en el mundo?  Si tu respuesta es "sí", escribe abajo: ¡Lo que busco no es de la tierra!