La palabra Dios tiene diferentes significados para diferentes
personas. Algunos piensan que hay “un ser en los cielos –por lo general
masculino y con emociones, deseos, enojo y que puede actuar con
venganza. Basados en estos particulares pensamientos y enseñanzas las
personas o se asignan a cierta religión, o, en algunos momentos, la
rechazan completamente.
La verdad es que creer que Dios es exactamente como nosotros pero en
mayor escala es tonto. La palabra en Ingles Dios proviene del Alemán
Antiguo, y en su forma original significa ”llamar”. Algo interesante es
que la manera original de la palabra Dios no era ni femenina ni
masculina. Mientras más conocemos la historia y la teología en la que
ha sido envuelta, más nos damos cuenta que mucho de lo que hoy
entendemos acerca de esta palabra esta basado en los cambios que le han
dado a su significado a través de la historia, más que a su significado
original.
Probablemente la mejor manera de llegar a un entendimiento de la
palabra Dios es tratando de deshacerse del equipaje y el significado
innecesario que agregamos con nuestras ideas de Dios. La interpretación
kabbalistica de Dios puede ser vista como ambas, clara y minimalista;
los kabbalistas no tienen un ego tan grande como para pensar que exista
la posibilidad de entender todo acerca de esta fuerza, pero contamos con
suficiente información para tener un entendimiento básico de la misma.
Más importante aún, basados en este entendimiento, podemos obtener
claridad acerca de nuestras vidas y del propósito de la vida.
Primero, los kabbalistas por lo general no usan la palabra Dios, en
su lugar utilizamos el termino Creador, porque si algo sabemos es que
hay una fuerza o energía detrás de la creación del mundo. Y
específicamente hablamos de la Luz del Creador- la energía que fluye
desde el Creador.
Podemos comprender la Luz y la energía que se
manifiesta en nuestro mundo, pero la totalidad de la fuerza de energía
llamada Creador es muy grande y desconocida para nosotros. Este es el
secreto de la antigua enseñanza “por sus obras y acciones se les
conocerá”.
Próximo, llegamos a conocer tres verdades básicas acerca de la Luz del Creador:
- Es simple
- Es buena y tiene un deseo de compartir su bondad con nosotros- su creación.
- Nunca deja de compartir su Luz
Entonces, ¿Porque no sentimos la bondad y la Luz del Creador todo el
tiempo? Hay una ley espiritual conocida como “afinidad de forma”. En
nuestro mundo físico hay dos tipos de cercanía: física y emocional.
Puedes estar cerca de alguien a quien odias, pero, en términos
emocionales están distantes uno del otro. Puedes estar físicamente lejos
de alguien a quien amas, pero, en términos emocionales están
completamente conectados y juntos. La razón por la cual eres cercano a
la persona a quien amas, sin importar el espacio físico ni la distancia,
es porque tienen afinidad. Son similares y se atraen.
Este es el secreto de como podemos recibir infinitamente la Luz del
Creador -debemos de ser como el Creador, debemos tener afinidad con esa
Luz. Es este el propósito de la vida: profundizar nuestro entendimiento
acerca de la Luz del Creador actuando como la Luz y que así se impregne y
fluya en nuestras vidas infinitamente.
Empezamos con un conocimiento básico. La Luz del Creador desea
compartir, es amorosa, perdona y es felíz. Mientras nos comportemos de
esta manera recibiremos y experimentaremos aún más de esa luz que está
siempre presente.
La Luz del Creador no es egoísta, odiosa, vengativa, enojada ni
triste. Cada acción motivada por estos comportamientos nos alejan de la
Luz del Creador y no permite que entre a nuestras vidas. Este es el
secreto de la vida- Es más fácil entenderlo que vivirlo completamente.
Mientras vivamos para saber y entender esta idea cada vez de manera mas
profunda y actuemos diariamente creando afinidad con esta luz, entonces
podremos disfrutar de ese flujo de Luz y las bendiciones y el gozo que
nos trae.
Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.