Escrito por cabalistas de la ciudad de Safed a finales del siglo 17.
De
acuerdo al Talmud de Babilonia, dos ángeles que simbolizan a la buena
y a la mala inclinación (yetser hará) acompañan a cada persona en el
camino de vuelta a su casa desde la sinagoga los viernes por la noche.
Si la casa ha sido preparada para el Shabbat (velas encendidas
previamente, y la mesa preparada con jalá y vino), el ángel que
representa a la buena inclinación recita una bendición diciendo "qué el
próximo Shabbat sea igual"; el que representa a la mala inclinación
está obligado a responder "Amen". Pero si la casa no ha sido preparada
para Shabbat, el ángel que representa la mala inclinación dirá lo
mismo; y el ángel que representa a la buena inclinación estará,
igualmente, obligado a decir "Amen".1
Después
del poema, algunas personas agregan un versículo para hacer hincapié
en que la oración que incluye el poema no se dirige a los ángeles,
sino a Dios para que envíe bendición a través de ángeles.
Que
la paz esté con vosotros, ángeles ministeriales, ángeles del
Altísimo,el Supremo Rey de reyes, es Santo bendito es.Que su venida sea
en paz, ángeles de paz, ángeles del Altísimo,el Supremo Rey de reyes,
es Santo bendito es.Bendecidme con paz, ángeles de paz, ángeles del
Altísimo,el Supremo Rey de reyes, es Santo bendito es.Que su salida sea
en paz, ángeles de paz, ángeles del Altísimo,el Supremo Rey de reyes,
es Santo bendito es.
Hace mucho, mucho tiempo leí que uno era tres personas, decía así:
1º-La que creéis que sois = autoconcepto.
2º-La que los otros creen que sois = diferente para cada observador.
3º-La
que realmente sois = que precisa del autoconocimiento. Ya que, sin
duda, el autoconocimiento es necesario para tener o mejorar nuestras
relaciones interpersonales, con los amigos, en el trabajo, con la
familia…
Leyendo a Krishnamurti
encontré una frase que me llamó la atención por la fuerza de la verdad
que decía y por lo clara que era. Hablaba sobre el autoconocimiento,
sobre el conocimiento analítico, sobre si a la hora de conocerse a uno
mismo, vemos lo que no nos gusta y lo intentamos
cambiar según nuestras preferencias.
Nos amoldamos a nuestras
expectativas, etc. Y Krishnamurti confirmaba que ese proceso deteriora y
es básicamente,una reacción a un estímulo. Es un esfuerzo
por modificarnos que provoca conflicto entre lo que es y lo que queremos
ser. Deteniendo así, el proceso de aprendizaje.
Cuando
él (Krishna.) propone un aprender pasivo, un aprender sin las
interferencias de un Ego que juzgue o clasifique, y por tanto, sin ser
consciente de nuestro aprendizaje. Parece, sin duda, una
forma errónea , o en cualquier caso peculiar, para el pensamiento
occidental, el cual juzga y clasifica las ideas con la intención de
resolver nuestros problemas a fuerza de jugar con ellas.
Entonces leí: “INTERPRETAR ES ELEGIR”. Ya no hacía falta explicar más, esta era la frase, entendí a que se refería.
Un árbol puede ser : Para un evanista: de buena calidad para hacer cierta parte del mueble. Para un economista: un bien con un valor económico. Para un ecologista: un elemento que oxigena el aire y alberga animales. Para un budista: un antepasado reencarnado... no se. Pero la verdad es que es un árbol, simplemente.
Si
queremos conocernos a nosotros mismos debemos estar abiertos a nosotros
mismos, sin complejos, sin esperanzas, sin decepciones, etc... vamos,
sin nuestras opiniones anteriores, sin la carga de nuestro bagaje
personal, cultural, etc... Sin ser ebanista, economista, ecologista,
budista o lo que sea. Porque si somos ebanista, economista... entonces
interpretaremos según nuestro campo de especialización, según nuestra
educación y nuestra experiencia. Y esto detiene el proceso de
aprendizaje, lo interrumpe. Así no avanzamos.
Muchos recordaréis aquel fantástico
anuncio de una marca de coches en el que aparecía Bruce Lee diciendo estas
palabras:
“Vacía tu mente. Libérate de las formas.
Como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y
será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua amigo.”
Puede que muchos no entendáis este
mensaje. Pero en el trasfondo de estas palabras se encuentra una filosofía de
vida muy poderosa, la cual merece la pena conocer.
Como todos sabéis, el agua es una
sustancia de carácter líquido, formada por dos átomos de hidrogeno y uno de oxígeno,
y es esencial para la supervivencia de casi cualquier forma de vida. La
particularidad de este elemento, es que en su estado natural (líquido), se
puede atravesar, se puede golpear, se puede intentar alterar su forma de
cualquier manera, pero nunca se rompe, siempre se adapta. El agua es blanda,
pero ni mucho menos es débil. Cuando está enfurecida y ataca con toda su
fuerza, puede penetrar por los huecos y las grietas de cualquier objeto,
resquebrajándolo desde su interior.
Se trata de un concepto difícil de
entender, pero si lo aplicáramos al día a día, sería una forma de vivir
mientras pensamos, sentimos y actuamos de una manera acorde a lo que
percibimos, aceptando nuestra realidad y no oponiéndonos a ella , en cierto
modo, dejar que cada suceso de nuestra vida nos afecte en su justa medida.
Por culpa de nuestro ego generamos un
modelo de nosotros mismos que muchas veces puede chocar frontalmente con
nuestro entorno. Sino somos capaces de ser más flexibles y aprender a
adaptarnos a las cambiantes circunstancias de nuestra realidad, sufriremos
permanentes estados de tensión y ansiedad. Por ello es importante buscar una
situación permanente de serenidad que nos haga ver las cosas desde un prisma
que nos permita moldearnos a las circunstancias, y no oponernos constantemente
a ellas.
Un
reflejo de esta forma de actuar en la vida se podría denominar como
asertividad, término empleado en comunicación para definir a aquella forma de
interactuar basada en la defensa de los derechos propios y el respeto a los
demás, es decir, en la cual la persona ni agrede, ni se somete a la voluntad de
los otros. Es una forma que difiere de la mera pasividad, en la que no
reaccionamos ante una agresión externa, o de la agresividad, en la que la mayoría
de las veces se caracteriza por dar una respuesta desproporcionada a lo que la
situación requiere. Esta forma de comportamiento se caracteriza por la
serenidad y la muestra de autoconfianza, ajustando la emoción a las características
de la situación, sin que por ello se vean mermados los derechos propios.
Ya
decía Aristóteles que: “Cualquiera puede
enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en
el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo
correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.”
Por tanto, tenemos que tratar de ajustar nuestras emociones y
nuestras respuestas a las características de la situación, ya que de esta
manera nos haremos respetar más que desde la intimidación, y tendremos una
mentalidad más clara a la hora de seleccionar nuestras acciones.
Pensad que si fuéramos como el agua, ninguna agresión externa
debería afectarnos más allá de lo que realmente merece. Sin embargo, empleando
toda nuestra voluntad para lograr algo de lo que estamos realmente convencidos,
ser como el agua implica ser un torrente imparable para la consecución de
nuestros objetivos. Porque cuando se encuentra con algún obstáculo, el agua busca
vías alternativas para seguir fluyendo. De ese mismo modo tenemos nosotros que
fluir, volviéndonos más flexibles, más constantes, y dejando de ser las víctimas
de nuestras vidas.
Seamos los autores de nuestra propia vida, seamos como el
agua.
El espíritu es la sensación, es la presencia y el universo es la habitación. El espíritu es la inteligencia vital,
que rodea y penetra a todo ser con vida física inteligente y que
unifica a todos los seres con vida física e inteligencia en el universo.
El espíritu es un sentimiento que unifica a toda la vida inteligente y material, con la vida extra material del Universo.
El Hombre, El Ser Humano y el Espíritu:
.El hombre nació para ser ocupado por el ente humano que viene, nos levantó y busca regresar al romper su naturaleza.
El Ser humano es un solo ente, es un
solo género. El ente humano es una energía desarrollada que está pasando
a través de los cuerpos. Los cuerpos somos nosotros y nosotros somos un
campo frecuencial para la energía o del ente llamado humanidad. El
Ente humano se sirve de nosotros para manifestarse, y nosotros nos
servimos de él para desarrollarnos y elevarnos.
El hombre muere porque nace para eso, es
parte de la evolución. Somos un ciclo de la naturaleza, nacemos para
ser ocupados temporalmente por la energía de laInteligencia Pura y Supremaque
viene, nos levanta y busca regresar, para vivir, surgir y sobresalir al
romper su naturaleza. Si el espíritu no existiera en el universo, la
huella del hombre jamas se hubiera marcado sobre la faz de la tierra.
El
espíritu es la esencia y el fundamento de la existencia del Ser Humano
y de toda la Inteligencia que exista en el Universo. El espíritu es
nuestra esencia entérica, se alimenta de nuestra conciencia, vive de la
conciencia, necesita conciencia. Los sentimientos provienen del entendimiento del espíritu y son la expresión de los sentidos de él. El
Ser Humano Universal, genera pensamientos creados por los
sentimientos, inducido por las necesidades y el entendimiento
del espíritu.
Nuestro
espíritu es el piloto de nuestra mente, los conceptos son nuestras
conquistas, logros o derrotas. La conciencia es nuestro trofeo y triunfo
en nuestra competencia contra la ignorancia, el triunfo contra la
adversidad. La conciencia e inteligencia son para evolucionar.
Evolucionar es trascender, trascender es soy y ser libre,
inteligente, consciente, universal e infinito.
El aire y las alturas del universo es para los seres libres, para los seres conscientes, la libertady la concienciason sus alas, la única nave para navegar por el universo.
.El Ser Humano Universal, es gobernado en sus pensamientos y en sus actos, por el Espíritu Universal.
.Pensamiento Universal
La energía dinámica del espíritu se manifiesta en la materia, a través del pensamiento del ser humano universal, quien genera pensamientos, creados por los sentimientos, inducido por las necesidades y el entendimiento del espíritu.