domingo, 24 de junio de 2012

GEOMETRIA SAGRADA, Energia Encarnada

Buenas Nuevas DESPERTANDO 2012/05/05 Geometría Sagrada, Energía Encarnada
              Para comprender la geometría sagrada y el funcionamiento universal es necesario conocer bien la 1ª,2ª y 3ª dimensión. La primera dimensión la podríamos ver como un punto en el vacío, el todo unificado. Es muy difícil comprenderla más allá de esto por que es demasiado grande y compleja.
 
              Si de ese punto primero nos damos cuenta de que podemos trazar lineas obtenemos la 2ªD. Podríamos decir que Dios ha comenzado a separarse para así poder conocerse, verse por partes. Trazando líneas la primera figura que obtenemos, la más sencilla y compleja, es el triángulo. Cuando esa figura gana las perspectivas adelante, atrás, arriba, abajo, es cuando entramos en la 3ªD en la que habitamos actualmente.
 
            Del triángulo se derivan todas las demás figuras geométricas que conocemos, por eso es sencillo y complejo, y como todo, polar. Esta figura es lo que conocemos como Santísima Trinidad o los tres ángulos del hombre. Padre, madre, hijo; Voluntad, Sabiduría y Amor. Si a este le encontramos su centro o punto de equilibrio trazando líneas desde sus ángulos y lo giramos desde su eje central obtenemos un círculo. A su vez , y sabiendo que círculo te “contiene” o limita , corresponde a tu fractal, observamos las dos polaridades del triángulo obtenemos la Merkabah o Estrella de David. Esta es la figura básica que forma todas las cosas en este universo.
 
             Cada triángulo representa una parte de la dualidad, una polaridad del todo. El triángulo que apunta hacia abajo es la mujer, el polo positivo. El que apunta hacia arriba es el hombre, el polo negativo. Esta dualidad es lo que finalmente genera al ser, pues generan un desequilibrio que se traduce en movimiento. Es fuerte movimiento energético es lo que permite al ser manifestarse en tercera, así como en dimensiones superiores.
 
              No hay que olvidar que la 3ªD es la más densa, la más difícil de llegar. Es decir, requiere de una geometría sagrada muy compleja y desarrollada. Todos hemos estado ya, necesariamente, en la 1D (que es la misma que la última, la 22, pero en un fractal menor), pero no todos los seres están ya en tercera. Llegar aquí es un camino largo.
Una Merkabah conforma otra, ejemplo de fractal en geometría sagrada      
           La manifestación de nuestro ser, así como de todo el universo, están basadas en esta figura. El lenguaje puro de esta Geometría Sagrada es lo que desglosamos más básicamente en Las 7 Leyes Universales, y finalmente en todo lo que es. De esta forma cuando se mueve la energía a gran velocidad se divide y densifica el ser manifestándose así en la materia. No es incorrecto decir que el ser es energía, y esta ni se crea ni se destruye, solo evoluciona. Esta densificación de la energía que llamamos materia tiene a su alrededor esta energía que la conforma (es la llamada 4ªD) y que ancla en el cuerpo en distintos centros energéticos o Chakras, cada uno con sus propias características.
 Sabemos que esta energía es dual y que de su interacción se forman todas las cosas. ¿Cómo?. Pues la interacción de la energía, de los polos, es representada mediante el Ying Yang. Este es como una fotografía del fluir de la energía vista de cerca. Hemos dicho ya que esta energía se mueve a gran velocidad, girando un triangulo dentro del otro y cada uno en una dirección. Si giramos a gran velocidad la figura del Ying Yang lo que obtenemos es ni más ni menos que la espiral que conforma nuestro ADN, o el símbolo del infinito.
Estos centros energéticos o chakras están en cada partícula del cuerpo. Existen naturalmente centros mayores de los cuales son muy importante las articulaciones y Los Principales 7. Como podéis ver los 6 círculos en los ángulos de los triángulos y el punto central o de equilibrio, donde se encuentra el todo. Se dividen en el cuerpo siendo la polaridad positiva o femenina del triángulo, el que mira hacia abajo, los chakras Tercer ojo (frente), Laríngeo (garganta) y Corazón. La polaridad masculina o negativa del triángulo, el que mira hacia arriba, los chakras Plexo Solar, Sacro y Raíz (órganos sexuales y piernas). El séptimo se encuentra en la parte superior del craneo, Chakra Corona, y podríamos entender que es el centro energético del todo en el cuerpo humano. Representa el punto por el que entra o conecta el espíritu con el cuerpo.

Fuente AcuAres

ILUMINAR EL MUNDO

Ahora estamos entrando en el mes de los milagros, y pronto abriremos el regalo de Janucá, llamado así por los kabbalistas porque no se requiere que hagamos casi nada.
Sencillamente, es un regalo. Todo lo que se requiere es el deseo y el conocimiento para recibirlo. En otras festividades, hay muchas oraciones, meditaciones y acciones físicas diseñadas para atraer la Luz.
 En Janucá, encendemos velas con muy pocas oraciones, y eso es todo. Esto es porque la Luz en Janucá es tan elevada y poderosa que no necesitamos hacer casi nada para poder atraerla.

Hay un relato sobre un gran kabbalista que les pedía a las personas que se le acercaban con sus problemas si podían escribir en un papel sus nombres y las dificultades que estaban enfrentando. Después, el sabio meditaba sobre lo que ellos habían escrito.

Un día, un hombre se le acercó al maestro con dos papeles: uno era su propio papel y el otro era un papel de parte de uno de sus amigos. Primero, él dio su propio papel, y el kabbalista lo vio y meditó en su nombre.

Seguidamente, el hombre le entregó el papel de su amigo. El kabbalista lo vio y dijo: “Veo que el alma de este hombre brilla con una Luz tremenda”. Él meditó en el nombre de su amigo y oró por él. Meses más tarde, el mismo hombre regresó a ver al kabbalista.
 Nuevamente, él le entregó su papel y el de su amigo al kabbalista para que éste meditara.

Pero cuando el kabbalista vio el nombre de su amigo esta vez, literalmente, lo arrojó de sus manos mientras gritó: “¿Cómo puedes traerme el nombre de este hombre? Es una persona muy negativa. ¡Ni siquiera quiero su nombre en mi casa!”.

El visitante contestó: “Estoy muy confundido. Hace unos meses, le entregué el nombre de la misma persona y usted me dijo que su alma estaba brillando con una Luz tremenda. ¿Ahora usted me dice que es una persona terriblemente negativa?”.
El kabbalista se quedó pensando por un momento, y luego dijo: “Entiendo lo que ocurrió. Hace unos meses, cuando viniste por primera vez con el nombre de esa persona, él estaba encendiendo las velas de Janucá”.

“Cuando una persona enciende las velas durante Janucá, no importa cuán negativa sea o cuántas acciones negativas haya realizado, la Luz de Janucá brilla en su alma. Desafortunadamente, tu amigo no continuó esa conexión con la Luz cuando Janucá terminó. Él la entregó. Ahora veo la verdadera oscuridad en su alma”.
 La lección para todos nosotros es entender el inmenso poder de Janucá y la Luz oculta que revela. Cuanto más apreciemos lo poderoso que ésta es y qué puede hacer, más podemos atraerla a nuestra vida.

Una vez que creamos en nuestro poder de ser un canal de la Luz del Creador, no hay nada que esté fuera de nuestro alcance. Ahora podemos atraer la Luz de Janucá para remover la voz negativa e insidiosa que nos dice que somos incapaces, que no podemos lograr cosas grandes.

Como explican los kabbalistas, cada uno de nosotros está destinado a ser un conducto ilimitado de la Luz del Creador. Encender las velas de Janucá nos muestra cuál es nuestro propósito en el mundo realmente. Es tener la Luz del Creador en nuestras vidas, en todo momento.

Es iluminar vela tras vela y, finalmente, alcanzar la eliminación de toda oscuridad para siempre.

Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.

PUEDO ESTAR EQUIVOCADO

Con frecuencia cometemos errores cuando estamos equivocados, pero los errores más graves son cuando estamos seguros de que estamos en lo correcto. Es desafortunado, pero cierto, que muchas amistades y familias están despedazadas sin necesidad debido a que una persona está segura de estar en lo correcto. A menudo esa persona somos nosotros.
En la Biblia se nos cuenta la historia de Moisés, uno de los más grandes líderes de la historia quien, a través de grandes dificultades y desafíos, fue capaz de guiar a los israelitas de la oscuridad a la iluminación. Lo que es menos conocido es que lo largo de sus años de liderazgo hubo dos individuos que le causaron problemas constantemente y, cuando fuera que hubiese momentos de peligro y duda, estaban siempre ahí para discutir y alentar la oposición en contra del liderazgo de Moisés.
 Sus nombres era Dathán y Aviram y ambos eran almas grandiosas con un potencial tremendo. Pero, en sus corazones,  albergaban celos en contra de Moisés. Ellos pensaban que era su derecho, y no de Moisés y su hermano Aarón, estar en posición de liderazgo. Pero -y este es el punto importante - ellos estaban totalmente ajenos a esta motivación y a esta verdad de ellos mismos. Si usando un detector se les hubiera preguntado, “¿Por qué siempre se revelan contra Moisés?” ellos habrían respondido que lo hacían porque en verdad se preocupaban por los demás. Creían que Moisés estaba fallando como líder y que era obligación de ellos, como almas caritativas e iluminadas, alzar sus voces cuando veían peligro y liderazgo incompetente. Si hubieran llegado a creer que su motivación eran los celos y el egoísmo se hubieran detenido inmediatamente.

Algunas veces sentimos, equivocadamente, que mientras pensemos que nuestra motivación para hablar y oponernos a otra persona sea correcta y sólo entonces “dejar que las piezas caigan en su lugar, haré lo correcto…” Parece una postura tan propia y correcta. Pero lo que debemos aprender es que a menudo estamos completamente ciegos ante nuestras verdaderas motivaciones. Podemos pensar honesta y sinceramente que nuestras motivaciones son puras y justas pero, en verdad, en algún lugar profundo en nuestros corazones, lo que nos empuja a generar separación y hablar mal de otra persona es un sentimiento negativo que ignoramos por completo.
 Los kabbalistas nos enseñan que estamos ciegos; la única diferencia es que algunos de nosotros lo sabemos y otros no. Ellos usan la parábola de dos hombres ciegos, uno sabe que está ciego y el otro de alguna manera cree que puede ver. El primero camina con cautela, siempre sintiendo con cuidado el camino antes de dar su siguiente paso. Pero el otro hombre siempre camina rápidamente  y con seguridad, cayendo en pozos, chocando con toda clase de objetos y culpando a las cosas externas de hacerle daño.

Nunca, ni una sola vez piensa que puede estar ciego y que por lo tanto debería ser más cuidadoso mientras camina por la vida. De la misma manera estamos ciegos de una u otra forma. La única diferencia entre una persona que será capaz de crear una vida llena de plenitud y sentir menos dolor, y una persona que seguirá por el camino del dolor, es que la persona que sabe que está ciega será cuidadosa con sus acciones.

Si estamos ciegos a nuestra ceguera entonces nos abriremos paso por la vida lastimándonos, cayéndonos y culpando siempre a otros por nuestro dolor.
La lección mas importante es siempre decirnos: “Puedo estar equivocado”.

“Sé que ese individuo irritante está completamente equivocado, y debería arremeter contra él… pero puedo estar equivocado”.

“Sé que ese miembro de mi familia se merece un castigo por lo que me hizo… pero puedo estar equivocado”.

“Sé que mi amigo actuó de una manera terrible en mi contra… pero puedo estar equivocado”.
 Por lo tanto, no actuaremos basándonos en estas cosas que creemos que son la verdad, porque es posible que nuestra verdadera motivación no sea tan pura, y quizá eso es lo que nos está empujando a actuar con enojo, y la separación proviene de un lugar de egoísmo.

“¿Quiero generar dolor y separación si me equivoco en mi motivación?”`.

A lo largo de la historia muchas grandes almas cometieron errores terribles, pensando que sus actos eran verdaderos y justos, mientras que estaban ciegos ante sus motivaciones verdaderas. Todos deberíamos despertar a este entendimiento. No sabemos de qué manera estamos ciegos, por lo tanto no deberíamos nunca actuar en formas que causen dolor y separación en los demás.

No importa que tan claramente creemos que vemos la situación, no importa que tan en lo cierto creemos estar, nunca sabemos, podemos estar equivocados.

Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.

... "LA BELLEZA DE NUESTRA ALMA" ... "Abriendo la Puerta de los Milagros" ...

En términos kabbalísticos, el cuerpo es como la tierra, y el alma es la parte que tiene que ser cultivada y nutrida para ser fructífera. La única forma en que nuestra alma pueda dar frutos en este mundo, es si nos damos una oportunidad para escucharla. En otras palabras, necesitamos tomar la decisión pro-activa de conectar con aquella parte de nosotros que está más allá del aspecto físico, nuestra alma. 
 Lo que ocurre la mayor parte del tiempo, sin embargo, es que estamos tan ocupados haciendo cosas (trabajo, personas, negocios, familia) que no nos tomamos el tiempo para ver la belleza que está dentro, el tiempo para hablar con nuestra alma y preguntarle qué quiere de nosotros. 

 Leí dos historias inspiradoras esta semana. Una era sobre una joven mujer quien creó una librería para niños sin hogar para que pudieran leer antes de irse a la cama. La otra fue sobre una joven mujer de una comunidad de Somalia en Minnesota quien estableció una fundación para otorgar a otras personas de Somalia las mismas oportunidades educativas que ella había tenido. Ambas mujeres lograron ir más allá de ellas mismas para traer algo poderoso al mundo, que es esencialmente nuestra misión como seres humanos. 

 El creador no nos colocó aquí para simplemente vivir, reproducirnos y morir. Él dio a cada uno de nosotros un trabajo específico por hacer para transformar el mundo en un lugar mejor porque hemos vivido en él. Esto no quiere decir que tenemos que volvernos activistas o cambiar cada caso de caos que veamos. Lo que quiere decir, sin embargo, es que necesitamos nutrir ese algo especial dentro, en nuestra alma, que nos dé la habilidad de ir más allá de nuestra naturaleza. ¿Cuál es nuestra naturaleza? Pensar únicamente en nosotros mismos. 
 Curiosamente, la paradoja de la vida es que cuando pensamos sólo en nosotros mismos, nunca estamos satisfechos. Por ejemplo, pudimos haber comido la mejor comida del mundo y salir del restaurante y decir: “¡Wow! Éste fue un gran lugar para comer”. Pero preguntémonos a nosotros mismos a cerca de esta fabulosa comida un mes después y seguramente no la recordaremos. Pero si vamos a un restaurante con una amiga y le damos algo que la ayude, o quizás la amiga comparte algo con nosotros, puedes estar seguro que recordaremos esa comida. ¿Por qué? Porque hubo un compartir involucrado, y la razón por la que estamos aquí en esta vida es para practicar el compartir tanto en la forma grande como en la pequeña, así como la joven mujer sobre la que leí esta semana. 

 Nuestro trabajo es manifestar nuestra alma en este mundo físico. De lo contrario, no hay propósito para nuestra vida; de lo contrario, podríamos ser animales y no lo somos. No olvidemos que nuestro cuerpo es sólo una prenda, y que conectamos con la fuerza de la Luz sólo a través de la belleza de nuestra alma. 

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Juan Angel Moliterni: an.ra.maitri@gmail.com 

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AMOR EN EL MATRIMONIO

Muchos de ustedes que son padres, pueden evitar la trampa de que todo en su vida trate de sus hijos, hasta llegar al punto de causar una separación entre la pareja. Tu hijo es una expresión de tu vida, una expresión muy importante.
 Sin embargo, si no vives tu vida con amor uno por el otro, como adultos, tus hijos pagarán las deudas de esa relación. Cuando los padres no expresan amor uno con el otros, el niño experimenta la pérdida.

- John-Roger