lunes, 11 de junio de 2012

PROMESAS

Se da una promesa: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá" (Mateo 7:7).  A menudo dudamos la validez de esa promesa, porque desde nuestra perspectiva hemos pedido, buscado y llamado, y no hubo respuesta.  Sin embargo, por lo general, buscamos en el mundo algo que consideramos de valor, algo que creemos que otra gente considera de valor, o nos traerá felicidad.  ¿Podemos considerar la idea de que el mundo no contiene lo que queremos?

Por su naturaleza, una vida espiritual no es de este mundo.  Los frutos del Espíritu no residen en el mundo.  Ellos no son guardados por manos humanas, protegidos por nuestras cajas de caudales, o circulados de un ser humano a otro.  La promesa es verdadera y se cumple cuando mejoramos nuestra petición.

No se nos niega nada.  "A vuestro Padre le ha placido daros el reino" (Lucas 12:32).  Cuando pedimos aquello que el Espíritu puede darnos, nos sentiremos satisfechos en todos los aspectos de la vida.

Por favor, indica tres "objetos" que has pedido, pero que no has recibido:
1.
2.
3.

¿Estás dispuesto ahora a considerar la idea de que lo que buscas no está en el mundo?  Si tu respuesta es "sí", escribe abajo: ¡Lo que busco no es de la tierra!

DESEOS NO CUMPLIDOS

Para algunos es fácil admitir que sus deseos no han sido cumplidos.  
Ellos han querido un buen empleo, y luchan por vivir con lo que tienen.  Ellos han deseado un matrimonio maravilloso, y aún permanecen sin casarse.  Desean curación, mas el dolor continúa.  Tal vez te sientas de esa manera y, por lo tanto, sencillamente digas: "Admito que mis deseos no han sido satisfechos".
Hay otra clase de persona en quien el tema del deseo es más tenue.  Este individuo tiene un empleo bueno, un matrimonio maravilloso y salud perfecta.  No hay razón por la cual esta persona no se sienta satisfecha, pero ella no es feliz.

Uno de los numerosos retos humanos es una situación en que la persona tiene empleo, mas no está satisfecha con él.  Cuando se le ha preguntado sobre el empleo, ella admitirá que el empleo tiene muchas cualidades deseables.  Hay libertad de expresión, buen salario y oportunidades para viajar, por ejemplo.  Cuando se le pregunta qué es lo que desea del empleo, ella contesta: "respeto", "reconocimiento", o "paz".

Ahora es el momento para la sinceridad.  Realmente, se requiere más que sinceridad.  La sinceridad es decir a otros la verdad.  La integridad requiere ser sinceros con nosotros mismos.  La pregunta de hoy es: ¿Se están cumpliendo realmente tus deseos?

Pon un círculo o en o en No.

FE EN DIOS

Mi fe en Dios me llena de esperanza y confianza
Esperanza Al mirar el cielo por la noche, puedo apreciar las estrellas como símbolos resplandecientes de la presencia omnipresente de Dios. Tal belleza me llena de maravilla y fe. En esos momentos, digo: “Gracias, Dios, por esta bella expresión de Tu provisión”.
Mi fe crece como consecuencia de las alegrías y de los retos en la vida. Si siento algo menos que vitalidad y salud, enfoco mi atención en la presencia de vida de Dios en mí. Me renuevo constantemente en mente, cuerpo y espíritu gracias a la vida y a la energía divinas. Mi fe es fortalecida y mi esperanza es renovada al permanecer consciente de que Dios se expresa en mí y a mi alrededor.

¿SUBIR O NO SUBIR?

¿Subir o no subir?
Vinieron a crecer. Vinieron a expandirse. Vinieron a buscar oportunidades de crecimiento y el Universo se las entrega con los brazos abiertos. El truco esta en reconocer esos problemas como contrastes. Son escalones para subir a ser mejores, no son escalones para bajar y estar peor.

La opción es de ustedes, de cada uno de ustedes. Cómo te sientes tú con respecto a cualquier circunstancia en tu vida radica en ti. No radica en Dios. No radica en el Universo. No radica en nadie más, más que en ti misma. Si tú decides sentirte bien, no importa cómo se te presenten las circunstancias, el Universo poco a poco, va a ir captando tu vibración positiva y va a ir dándote más y más y más justificaciones para sentirte bien. 

~ Esencia
Tu misión pg. 54 y 55
El Universo a tus pies.Esencia en español: http://www.EsenciaResponde.com
The Essence in English: http://www.TheEssenceofAll.co

domingo, 10 de junio de 2012

COMO CONTROLAR LA IMPACIENCIA

En ocasiones perdemos la paciencia, algunas personas lo hacen con mayor facilidad que otras por la impaciencia su forma de ser. Pero lo cierto es que todos tenemos el suficiente poder en la mente para hacer lo que deseamos. Se trata de una cuestión de autocontrol. Ten en cuenta estos consejos y no dejes que la impaciencia te ponga barreras para disfrutar lo increíble que es la vida. Lo primero que debes hacer es analizar lo que te hace perder la paciencia. Realiza un realista análisis interior para determinar cuáles son aquellas cosas o situaciones que generan esta sensación. Si lo consigues, tendrás más herramientas para enfrentarla, podrás actuar para evitarlas, eludirlas o eliminarlas. 
 Reconoce que no puedes tener el control sobre todo lo que te rodea, a veces las cosas suceden sin nosotros poder hacer nada. Acepta las cosas tal como vienen y no entres en constantes queja, enojos o lamentos eternos por cuestiones que tienen su naturaleza singular y no cambiarán por más que tú lo desees. Anímate a mantener una mirada crítica sobre cada situación y aprovecha para disfrutar del momento. El día tiene que empezar como una oportunidad de experimentar cada instante placentero. Elige ocasiones que desees vivir plenamente: disfruta de tu comida preferida, de escuchar la música que te gusta, ver una película, mantener una charla con los amigos o un paseo por la playa.

Obtenme beneficios de tu impaciencia, puesto que no tiene por qué ser solamente negativa. La inquietud puede el comienzo para emprender la acción de modificar las cosas. La creatividad está muy ligada a la impaciencia, por lo tanto deja volar tu imaginación cada vez que te impaciente algo que podrías cambiar. 

Descarga tu ansiedad de manera saludable de forma que tu cuerpo y mente no se conviertan en un depósito de estrés que genera todavía más impaciencia. Para que ello no te ocurra, prueba con realizar actividad física y ejercita técnicas de relajación siempre que tengas tiempo. Finalmente, evade la inmediatez porque muchas veces lo bueno se hace esperar, pese a que en la sociedad actual prime la lógica de que todo lo queremos tener ahora, en este mismo instante, el no poder esperar. Entiende que la vida es un proceso que implica el tránsito por diversos ritmos y momentos. No existe la felicidad inmediata. Conseguirla requiere esfuerzo, constancia y múltiples intentos. Disfruta de la vida.