lunes, 14 de mayo de 2012

ADULTOS CRISTAL


( Solo se ve bien con el corazon, lo esencial es invisible a los ojos ).
Los adultos cristal son aquellos que tuvieron la responsabilidad de ser los pioneros del cambio de vibración en el planeta.
Desde el punto de vista energético, no hay diferencia reales entre Niños y Adultos Cristal, salvo en el grado de contaminación que han recibido y en la capacidad para sobrellevar la hostilidad de un mundo que aun no estaba preparado para albergar seres con corazón abierto.
Es por ello, por lo que resulta muy complicado hacer una descripción de los Adultos cristal sin explicar el porque de la diferencia o contraste que presentan con respecto a los niños que están naciendo ahora. Es necesario comprender que tanto la vibración Índigo como la cristal están en relación directa con los signos de los tiempos y con la expansión de la consciencia individual, y sobre todo, colectiva.
La gran mayoría de los Adultos Cristal todavía no han despertado su verdadero potencial. En general los encontramos en mundo del arte o en puestos de trabajo que no los representan, cumpliendo su labor infatigable y silenciosa. Muchas veces pueden transformar y trasmutar la energía del entorno, pero si no están firmes y anclados pueden terminar consumidos en ella. Son seres sensibles, elevados, energéticamente atractivos, armonizadores, pero han despertado su potencial plenamente; por eso pueden parecer indefensos, vulnerables a los sentimientos propios y ajenos e incapaces de distinguir sus propias emociones de las de los demás.
Los seres Cristal tienen una misión grupal, pero ¿Por qué les cuesta tanto lidiar con los grupos? Por un lado tienen un gran sentido de la consideración y de la consciencia grupal. Pero se les hace muy difícil sostener lo que saben en esencia y muchas veces se ven sobrepasados por la energía del entorno. Cuando se deciden a participar de una actividad o de un emprendimiento grupal cooperativo, a veces quedan exhaustos, sin energía es como si dieran mas energía de la que pueden asimilar.
Sienten la desconsideración del entorno como una estocada en el corazón; se bloquean. Por otra parte, no pueden callar a su conciencia que les dice
«Calma, paciencia, sigamos adelante».
Muchas veces, dada su cualidad empática, sufren por no poder establecer los límites entre ellos y su entorno, lo que genera un estado anímico sumamente dependiente de las energías que se mueven alrededor suyo, a menudo son victimas de una profunda confusión.
Pueden tener miedo a intimar, ya que muy fácilmente se sienten invadidos, no respetados, debido a su profunda susceptibilidad. Prefieren estar solos a tener su “espacio personal corporal” descuido y hasta pueden evitar las relaciones románticas por miedo a herir al otro si la relación termina. Son muy vulnerables; se alejan de las personas “dañinas’ que no comprenden su sensibilidad y no son capaces de respetarla.
Es frecuente que, buscando el límite, se polaricen hacia la indiferencia. Sienten que han llegado muy lejos y se aíslan, construyendo una barrera entre ellos y el grupo.
¿Cómo es posible vivir siendo tan sensibles a los sentimientos de los demás? Para los Cristal no hay secretos; sienten, saben lo que estas pensando o sintiendo en lo mas intimo de tu ser.
¿Cómo es posible vivir y ser feliz con el corazón abierto si allá afuera hay tanto dolor? El corazón es el centro de la energía amorosa, donde mora lo sagrado, la hermandad, la compasión. No se dieron cuenta todavía de que el peor sufrimiento es tener cerrado el corazón.
Pocas veces sentimos tan clara una explicación de esto que acabamos de exponer como cuando leímos el párrafo del libro Los mensajes de los sabios, escrito por Brian Weiss, que dice textualmente:
Los muros que levantamos a nuestro alrededor cuando nos sentimos amenazados emocionalmente son muros de miedo. Nos da miedo que nos hagan daño, que nos rechacen, que nos hagan el vacio.
Nuestra vulnerabilidad nos amenaza y nos refugiamos tras un muro para no sentir. Nuestras emociones quedan reprimidas.
A veces incluso rechazamos a la persona o a las personas que nos amenazan antes de que puedan rechazarnos. Nos adelantamos. Este tipo de autoprotección se conoce como defensa contra- fóbica. Por desgracia los muros que levantamos nos hacen más daño que cualquier persona.
Nuestros muros nos aíslan, nos cierran el corazón, nos empeoran. Cuando nos encerramos entre ellos, cuando nos separamos de nuestras emociones y nuestros sentimientos, resulta imposible llegar al origen de nuestro sufrimiento, de los miedos y las seguridades subyacentes. No podemos comprender las raíces de nuestros problemas. No podemos curarnos; no podemos estar completos.
Es muy común que se confunda a un Cristal con un ser emocionalmente inestable. Esto es un error. Recordemos que los Cristal no vienen equipados para procesar el miedo y la culpa. En los seres Cristalinos, la emoción es una fuente de desconcierto. Como no registran el miedo y la culpa, que son las emociones básicas por las que la humanidad se mueve, no comprenden por que se reacciona o se actúa de determinadas maneras que para ellos son desconcertantes, si bien parecen aceptables para la mayoría de las personas. El miedo y la culpa generan en la humanidad una carga emocional negativa que hace que no pueda salir de ciertos patrones de comportamiento que los Seres Cristalinos responden a patrones como la compasión o la conciencia grupal. Como esto no pertenece a la grilla en la que la humanidad se esta moviendo en este momento, no encuentran un ámbito en el cual sentirse comprendidos o un lugar de pertenencia en este mundo. Por eso la primera que se hablo de los Niños Cristal se dijo que ellos vendrían si hacíamos que el mundo fuera un lugar seguro para ellos. Ellos se sienten amenazados por las energías reinantes del miedo y la culpa, lo que hace que terminen “metiéndose para adentro”.

domingo, 13 de mayo de 2012

LA CREACION ES RESONANCIA


En la vida, todo es energía. Todo. En la vida, todo vibra. Todo. La vibración es el movimiento de la energía. Es la Esencia, que se manifiesta bajo formas diversas por el proceso elegante del movimiento.
Todo está conectado con todo lo demás. Todo. No hay nada que esté «desconectado» ni «desgajado». Sólo nos creemos que lo está. Es imposible que nada se desconecte o se desgaje.
La Totalidad del Todo es en realidad una matriz inmensa, insondable. La matriz vibra a frecuencias distintas en lugares distintos. Estas diferencias podrían calificarse de perturbaciones locales del campo de energía, como cuando arrojamos una piedrecita a un estanque.
Tú eres una perturbación local. Lo mismo son tus pensamientos, tus palabras, tus actos. Las palabras vibran. Los pensamientos vibran. Los actos vibran. Las palabras no son más que sonidos, claro está, y el sonido no es más que una vibración de energía a determinadas frecuencias. Los pensamientos son menos densos, y por eso vibran a frecuencias diferentes. Los actos son más densos, y vibran también a otras frecuencias.

El acto de la «creación» no es más que el acto de sintonizar con la vibración de lo que ya existe en la Totalidad del Todo; y esta sintonización lo atrae hacia ti. En realidad, no estás «creando» nada, sino que te estás limitando a observar aquello que ya se ha creado, y a magnetizarlo, o atraerlo.

El proceso de atracción no es más que una cuestión de ajustar tu propia energía a la energía de aquello que quieres vivir. Repitamos que no estás creando nada sino que estás viviendo lo ya creado. Lo haces a base de arrastrarlo hacia ti, de «evocarlo» desde el Campo de las Posibilidades Infinitas, por medio de la «identicación» de tus energías.

En Conversaciones con Dios se nos ha dicho que las tres herramientas de la creación son el Pensamiento, la Palabra y la Acción. Todo lo que piensas, todo lo que dices y todo lo que haces crea energía; y, por tanto, crea tu realidad. Pues tu «realidad» no es nada más que la suma de tus energías y de las energías que éstas atraen.

El Mecanismo de la Manifestación no es más que un «ajuste de energías».
Es sintonizar la vibración para que resuene con el aspecto de la energía universal que quiere vivir una Individualización.

La palabra «realidad» significa «lo que se está viviendo aquí mismo, ahora mismo». Recuerda que ésta es la única cosa que se puede vivir. No puedes vivir el ayer; sólo puedes recordarlo. No puedes vivir el mañana; sólo puedes preverlo. La única cosa del universo que puedes vivir es el Aquí y el Ahora.

Nada es verdaderamente «real»; sólo es «real» en la medida en que lo estás viviendo. Otra manera de expresar esta idea es decir que, al vivirlo, lo haces real.

Vivir experiencias es todo una cuestión de resonancia. Es una cuestión de las energías de la Esencia que atraes hacia ti y a través de ti hasta el aquí mismo y el ahora mismo. A esto lo llamas «creación».

La creación es resonancia.

NEALE DONALD WALSCH

LA ENFERMEDAD

“La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”.
Bath
Muchas veces…

El resfrío “chorrea” cuando el cuerpo no llora.


El dolor de garganta “tapona” cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.

El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.

El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.

La presión sube cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.

La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad. 

Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de “vivir”.
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?

La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino.Me parece bonito compartir este mensaje: 
El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semaforos llamados AMIGOS, luces de precaucion llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISION, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abudante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS

  “Voy a pasar por esta vida una sola vez.
Cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer
a algún humano, 
debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí”.   
Madre Teresa de Calcuta

LA AUTOCONSCIENCIA


Ni siquiera todos los elementos de la vida que son autoconscientes pueden utilizar conscientemente la Energía Esencial. No es sólo una cuestión de ser conscientes; también es una cuestión del nivel de consciencia que ha alcanzado un ser o una especie. Por ejemplo, aunque un perro es un ser muy inteligente, no tiene (que nosotros sepamos) la autoconsciencia suficiente para poder utilizar la Energía Esencial de manera intencionada.
»Los seres humanos no sólo son conscientes de sí mismos, sino que son conscientes de que son conscientes; por ello, han ascendido al menos al segundo nivel de la consciencia. Este nivel de la consciencia permite a los seres sensibles advertirse a sí mismos, e incluso advertir que se advierten a sí mismos. Es decir, podemos situarnos «fuera de nosotros mismos» y observarnos hacer lo que hacemos y pensar lo que pensamos y decir lo que decimos.

»Hasta podemos observar cómo nos observamos. Podemos salir al pasillo de la consciencia y asomarnos a las puertas que tenemos por delante y por detrás; y, según dicen algunos, llegar a ver y a vivir nuestro Yo Divino y Sagrado.»

NEALE DONALD WALSCH

sábado, 12 de mayo de 2012

¿QUE ES EL AMOR?


¿Qué es el amor?

El amor es la respuesta de a todo.

El amor no es una abstracción,
sino una energía de verdad.
Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.
Siente el amor.
Expresa el amor.
El amor disuelve el miedo.
Cuando se siente amor no puede temerse nada.
Como todo es energía,
y el amor abarca todas las energías,
todo es amor.

Nuestros corazones conocen el camino de la
felicidad y la paz interior.
Prácticas espirituales
como la meditación y la oración
nos recuerdan lo que ya sabemos.
Cuando nos olvidamos
del mensaje de nuestro corazón
y caemos en la rutina y en los baches de la vida,
nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nuestra perspectiva está borrosa,
hemos olvidado nuestro plan de vida,
 nos hemos perdido.

El remedio es sencillo.
Dedica tiempo a recordar tu divinidad,
 tu naturaleza espiritual.
Recuerda por qué estás aquí.
La meditación es una forma
de despertar la memoria.

La meditación
es el arte de poner la mente en blanco
 para acallar la cháchara perpetua
que normalmente llena nuestra conciencia.
En la tranquilidad de la mente silenciosa,
 empezamos a ser observadores,
 a tomar distancia y,
con el tiempo y la práctica,
 a darnos cuenta de que existe
un nivel de conciencia superior.


Dentro de nuestras formas humanas
hay un ser espiritual.

Nuestra parte espiritual nunca muere.
Jamás perdemos a nuestros seres queridos.
En realidad,
todos los seres humanos estamos conectados…
para siempre.


Cuando tenemos experiencias espirituales,
casi siempre evocamos la energía del amor.
Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada.
Es como un impulso de energía pura,
una energía que también posee atributos de gran fuerza,
 como la sabiduría, la compasión,
la eternidad y la conciencia sublime.

El amor es la energía más básica y dominante que existe,
Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo.
Es el componente fundamental de la naturaleza
que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.

La energía del amor es, en potencia,
 más fuerte que cualquier bomba
y más sutil que cualquier hierba.
Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar
esa energía tan básica y pura.
Cuando lo consigamos, podrá darse una curación
en todos los niveles, individualidad planetaria.

Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor.
Cuando comprendamos de verdad el concepto
de que el amor es energía que lo abarca todo
y que su impulso curativo puede transforma con rapidez
nuestros cuerpos, mentes y almas,
superaremos nuestros males y nuestros dolores..

Dios es paz. Dios es amor.
Nos hemos olvidado de que,
Puesto que hemos sido creados a imagen divina,
Dios esta en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y divinidad.
Sólo hay una religión, la del amor.
Sólo puede haber  una, porque sólo hay un Dios,
el Dios de todos nosotros.
Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino.
De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del amor.
Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos,
si vemos a la gente de otras religiones como iguales,
como almas como nosotros
que van camino del cielo, podremos
amar en un sentido auténtico, incondicional.
Todos somos lo mismo.
Todos remamos en la misma galera.
En nuestras muchas reencarnaciones,
hemos sido de todas las religiones, de todas las razas.

El alma no tiene raza, o tiene religión.
Sólo conoce el amor y la compasión.

Todos somos seres divinos.
Hace miles de años que lo sabemos,
 pero nos hemos olvidado.
Y para volver a casa
 tenemos que recordar el camino


Como los radios de una rueda de bicicleta,
todos los caminos indicados por las grandes religiones
llevan al mismo centro,
 a la devoción y la iluminación.
No hay un camino mejor o peor que otro.

Hay grandes verdades, belleza y sabiduría
en todas las grandes tradiciones religiosas.
No es necesario que abandonemos nuestra tradición.
Al fin y al cabo, unas prefieren las rosas,
y en cambio a otros les gustan más
 las flores silvestres o los girasoles.
Todas tienen su belleza propia
y Dios hace que el mismo sol las ilumine,
que la misma lluvia las alimente.
Son distintas, pero todas son especiales.

La lluvia cae sobre  malas hierbas
 igual que sobre las flores,
y el sol brilla en las cárceles
igual que en las iglesias.
La luz de Dios no discrimina,
y tampoco la nuestra debe hacerlo.

No hay un único camino,
 una única iglesia,
 una única ideología.
Sólo hay una luz.

Cuando caen las barreras,
 todas las flores pueden florecer juntas
en un jardín de esplendor sin igual,
un paraíso terrenal.

Recordar que somos almas,
que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la felicidad.
BRIAN WEISS