martes, 19 de junio de 2012

TRABAJADORES INCESANTES DE LA LUZ


Quienes escogieron trabajar con el conocimiento espiritual y decidieron conscientemente hacer su parte asistiendo a La Tierra y a sus habitantes en los momentos de transición y elevación, son los verdaderos trabajadores incesantes de la luz.
¿Acaso estoy hablando de ti?
Hace mucho, pero mucho tiempo, en cierto lugar de la galaxia, un gran concilio fue convocado y un llamado fue emitido a los innumerables seres de luz de todos los rincones del universo.
En aquella bendita reunión se expresó en forma enfática lo siguiente:

“Estás invitado a encarnar en un mundo donde una gran transformación tendrá lugar. Tú, que respondes a este llamado, irás a un lugar de evolución planetaria donde las ilusiones del temor y la separación son fuertes maestros.

El llamado es para todo aquel que cuente con los dones y talentos necesarios para que ayude a elevar y transformar las frecuencias de La Tierra incorporando y anclando la presencia de su amor. La invitación es para que vayan y encarnen masivamente entre los pueblos del planeta para ayudar a sus habitantes y al mundo en su ascensión.

La parte más importante del plan consiste en que serás velado por el olvido; sin embargo, mientras recuerdes el sentimiento de la inocencia infantil y la confianza llegarás a ser un verdadero elevador armónico para La Tierra.
Encarnarás junto con los demás de forma estratégica, quizás hasta en las áreas vibracionales más densas del planeta.

Para algunos, la ilusión de separación del amor podrá crear sentimientos de desolación, falta de apoyo y perturbación.
Pero reconociendo tu humanidad y tu gran amor transformarás las profundidades de la dualidad y tu luz animará a los demás a conseguir también su objetivo.
Tu participación en este desafío es puramente voluntaria. Si aceptas la misión tendrás la oportunidad de catalizar y sintetizar todo lo que experimentes durante las muchas encarnaciones recibiendo el glorioso ofrecimiento de un salto cuántico en tu conciencia.”

Fue así, más o menos, la forma en que decidiste encarnar en este planeta para ayudar en el crucial evento.
Hubo además, para protección de todos los aspirantes, un “plan B”, que consistía en auxiliarse entre sí en el despertar de la ilusión de separación y olvido a la que somete a sus habitantes La Tierra.
Entonces, quienes viajaron, acordaron avivar unos a otros el recuerdo y fueron plasmando amorosamente en su largo recorrido, a manera de rastros, ciertos códigos, como sonidos, colores, luces, imágenes, palabras y símbolos con los cuales se ayudarían a recordar su gran compromiso con la Luz.

Esas claves irían apareciendo por todas partes, como en la música y el arte, en miradas penetrantes, ¿dije ‘miradas profundas’?, también en conversaciones, sentimientos, etc. Cuando utilizas por ejemplo el canto, la risa, la danza, el gozo, el amor y la confianza, estás creando una oleada de transformación que transmuta las limitaciones de la dualidad y la separación haciendo el milagro de la paz y la unidad sobre el planeta. ¡Lindo!, ¿verdad?

¿Deseas saber más acerca de ti? Yo digo que muchos factores indican que tu origen no es netamente de este mundo; analiza las siguientes interrogantes: ¿Tienes sentimientos de soledad? ¿Sientes como que no encajas con tu familia biológica? ¿Siempre fuiste la oveja negra? ¿Tienes gran fascinación por las estrellas y crees que tu verdadero hogar está allá a lo lejos? ¿Qué te parecen las costumbres de este planeta? ¿Sientes atracción por los temas esotéricos? ¿Aceptas la vida cósmica? ¡Lo sabía!, puse el dedo en la llaga, ¿verdad que sí?

A cada instante estás creando la realidad que vivirás los próximos días, semanas o meses. Tu habilidad para manifestar se está acrecentando velozmente.
Si abres tu corazón a la energía transformadora que se está derramando sobre el planeta entero y permites que tales vibraciones se hagan parte de tu físico, mente y emociones, le estarás abriendo el camino a la alegría, el amor, la paz, la buena salud y la prosperidad, porque son tu derecho divino.

Lo que estás experimentando en estos precisos momentos es un cambio grande y radical. Ahora estás envuelto en un proceso de limpieza, clarificación y armonización de las formas energéticas de pensamiento que has creado dentro de las realidades de esta dimensión. Ha sido una gran jornada y has ganado mucha sabiduría; por tanto, reclamas el poder y majestad de tu Ser.

Tu linaje está más allá de lo que puedas imaginar. Tienes mucho potencial y has hecho tantas cosas hermosas a través de los tiempos que no cabrían todas juntas en tu mente. Tú que has estudiado, meditado y reclamado tu grandeza eres el representante escogido por tu familia de almas, porque eres quien ha respondido al llamado y te has movido dentro de las frecuencias vibratorias de la nueva creación, las cuales sólo están esperando para que las transformes en todo lo que desees. Todo lo que necesitas para crear el mundo de tus sueños está disponible ahora.

Eres uno de los guardianes de los registros del pasado y tienes el derecho de entrar a la biblioteca donde el conocimiento universal está contenido. Tu historia personal, el reporte de las almas y todo lo que ha tenido lugar en este universo están al alcance de tu mano; sólo debes prestar atención a los signos a tu alrededor, a tu sueños, energías y emociones. Toma en cuenta que los pensamientos negativos son muy tóxicos y los positivos son sanadores y fortalecedores. En cualquier momento en que el mundo se bambolee y sientas que no estás en control de lo que está sucediendo, regresa a tu centro y busca el manantial de fuerza que viene desde tu Ser.

Fuente: Publicado en Facebook por Saikuma

LA CRISIS ESPIRITUAL

 Los "síntomas" de una crisis espiritual son casi idénticos a los de una crisis psíquica. De hecho, dado que una crisis espiritual afecta a la psique, un "místico principiante" podría no percatarse de que sufre una crisis de naturaleza espiritual y creer que su dilema es psicológico. Sin embargo, los síntomas de una crisis espiritual son claros y de tres tipos.
Generalmente, la crisis comienza con una sensación de ausencia de sentido y finalidad, que la persona no puede remediar simplemente barajando los componentes externos de su vida. El anhelo es mucho más profundo, no lo puede satisfacer un aumento de salario o una promoción, ni un matrimonio o una nueva relación. Las soluciones corrientes no ofrecen ningún atractivo. Por supuesto, hay personas que nunca han encontrado sentido ni finalidad a su vida, pero probablemente estas personas esperan, equivocadamente, que la vida les deje el "sentido" en la puerta. Las quejas continuas y la falta de ambición no indican que se haya producido una crisis espiritual. Las personas que padecen una crisis espiritual tienen la sensación de que algo está tratando de despertar en su interior, pero no saben verlo.

Sentir miedos nuevos y raros es el segundo síntoma de una crisis espiritual. Estos miedos no son corrientes, como lo son el miedo al abandono y a envejecer, sino que producen la sensación de estar desconectándose de la propia identidad. "Ya no sé muy bien quién soy ni lo que deseo de la vida" es una expresión común de la persona saturada de la energía del séptimo chakra.

El tercer síntoma es la necesidad de experimentar devoción por algo superior a uno. Los innumerables libros actuales de psicología, que explican las necesidades humanas, rara vez hablan de nuestra necesidad fundamental de devoción; sin embargo, necesitamos, biológica y energéticamente, estar en contacto con una fuente de poder que trasciende las limitaciones y confusiones humanas. Necesitamos comunicarnos con una fuente de milagros y esperanza. La devoción entrega una parte de nuestra conciencia a nuestro yo inconsciente eterno, el que a su vez nos conecta directamente con una presencia divina. Incluso encuentros breves y fugaces con esa presencia y su infinito poder ayudan a nuestra conciencia a liberarse de sus miedos, y el poder humano deja de gobernar nuestra atención.

La ausencia de sentido, la pérdida de identidad y la necesidad de devoción son los tres síntomas más fuertes que indican que la persona ha entrado en la "noche oscura". Ciertamente estas características son similares a los dilemas psíquicos comunes que experimenta la gente. Sin embargo, cuando su origen es espiritual, uno no tiene motivos para culpar a otras personas de causarle la crisis. Se da cuenta de que la causa de su crisis está en su interior. La insuficiencia de los componentes externos de la vida de la persona es la consecuencia de la crisis espiritual, no la causa.

Un buen director espiritual puede ayudar a la persona a pasar por esa "noche oscura", muchos de cuyos retos suponen enfrentarse a intensos problemas psíquicos. La psicoterapia estándar buscaría la causa analizando las pautas negativas en sus relaciones desde la infancia hacia delante. Si bien también resulta muy útil identificar esas pautas negativas en la orientación espiritual, el director espiritual investiga, prioritariamente, el contendido del dialogo interior de la persona respeto a asuntos del espíritu.

 Al principio esa reorganización le hará sentirse peor, cuando esté experimentando la "noche oscura del alma", durante la cual llegará a conocer los contenidos de su mente y corazón, enfrentará sus miedos y creencias, explorará conscientemente su lado oscuro y desafiará a los falsos dioses que no renunciarán a su autoridad sobre su psique humana sin dar batalla. La enfermedad suele ser catalizadora de la transformación espiritual y de la "noche oscura".
Para resistir se necesita fe, oración y, si es posible, un director espiritual. Si te resulta imposible encontrarlo, busca apoyo en la lectura espiritual. Encontrar a una persona que entienda la naturaleza del viaje es algo similar a buscar un bote salvavidas.

Lleva un diario, anota tus pensamientos y oraciones y por encima de todo afírmate en la verdad de que todas las noches oscuras acaban con una luz que ilumina un nuevo camino.
Adopta una forma de oración y meditación diaria con la que te sientas a gusto. La devoción -no la obsesión- es una fuerza extraordinariamente sanadora y consoladora.

Caroline Myss

*Reflexión*

Cuando el espíritu se quiebra, surge un profundo conflicto en el alma y caminas mas allá del temor donde la angustia, las dudas y los miedos se aferran a tí.

Has de pasar por ese camino y sin resistencia reconocer tu dolor.

La paciencia y la humildad te ayudarán a irte desprendiendo de tu ego dejando que tu alma vuelva al estado puro, fluirás como el agua dirigiéndote a la Fuente Creadora, a la Fuente Divina, al Manantial del Amor de Dios y la Luz renacerá en tí.

Tu ser interior despertará transformado en la liberación de la luz, para que entres en el mundo con una nueva visión y poder que va mas allá del tiempo y del espacio en busca de la Verdad Sagrada.

EL OCEANO DE LAGRIMAS

Uno de los regalos del mes de Cáncer es la capacidad de ser sensibles al dolor de otros. Usualmente, cuando vemos a otra persona sufriendo, intentamos ayudarlos un poco y luego nos detenemos. Nos decimos a nosotros mismos: “No hay mucho más que pueda hacer”. Sin embargo, cuando una persona acepta la responsabilidad de decir: “Hay algo que puedo hacer para aliviar el dolor y el sufrimiento en el mundo” y sale a confrontar el sufrimiento, entonces no hay límite para lo que es capaz de hacer o para cuánto pueda impulsarse a sí mismo.
Cuando era niño, había una historia que mi padre y maestro, el Rav Berg, a menudo nos contaba para mostrarnos la importancia de ser diligente en despertar compasión por el mundo.
El océano de lágrimas
Durante tiempos remotos, dos grandes maestros espirituales, que eran mejores amigos, hicieron un trato. Ellos acordaron que quien abandonara este mundo primero, regresaría a visitar al otro en un sueño o una visión; éste le contaría a su amigo dónde se encontraba y le revelaría los misterios de la vida después de la muerte.
Pasaron muchos años y uno de los maestros murió. Su amigo esperó confiadamente que éste apareciera como lo había prometido, pero pasaron muchas semanas sin ningún sueño o visión. Preocupado, el amigo decidió visitar al hijo del maestro fallecido.
“Teníamos un acuerdo”, le explicó al hijo. “Tu padre nunca rompería su palabra a menos que algo crucial haya ocurrido”.
El hijo dijo: “Estaba igual de preocupado porque también esperaba que mi padre me visitara. No obstante, sabiendo el arte secreto de transportar mi alma a los mundos superiores, anoche pude visitar a la Corte Celestial y preguntar qué había sido de mi padre”.
“Los ángeles contestaron: ‘Él estaba aquí, pero no se quedó. Siguió caminando’. Busqué en cada región del cielo y les pregunté a los ángeles si lo habían visto. En cada lugar, me dieron la misma respuesta: ‘Tu padre estuvo aquí, pero siguió caminando’”.
“Finalmente, me encontré a un hombre sentado en la entrada de un bosque y le dije: ‘¿Ha visto a mi padre?’”.
“Él también contestó: ‘Sí, estuvo aquí, pero siguió caminando’. Luego agregó: ‘Lo encontrarás al otro lado del bosque’”.
“Recorrí el bosque en lo que parecían días y, finalmente, llegué a un lugar donde no había más árboles. Mirando tan lejos como mis ojos me permitían, vi un amplio y turbulento océano, con olas tan grandes como montañas. Mi padre estaba parado ahí, descansando con su bastón, observando el océano. Me le acerqué y tomé su brazo. ‘¿Qué haces aquí?’, le pregunté. ‘Todos estamos preocupados porque no regresaste a visitarnos en una visión o un sueño. No sabíamos lo que te había ocurrido’”.
“Sin apartar sus ojos del océano, mi padre dijo: ‘¿Sabes lo que es este océano, hijo?’, le dije que no y él continuó, ‘Este es el océano de todas las lágrimas de todas las personas del mundo que han llorado de dolor y sufrimiento. He jurado ante Dios que nunca dejaré este océano hasta que Él seque todas las lágrimas. Es por eso que no he podido cumplir mi promesa’”.
Tenemos que asumir responsabilidad por todo lo que nos rodea. Cuando hacemos esto, entonces estimulamos nuestro deseo de traer el cambio. Por otro lado, si nos mantenemos enclaustrados en nuestro propio mundo, aislados emocionalmente de los demás, es imposible que nosotros (y el mundo) salgamos de nuestro caos.
La verdadera compasión por el sufrimiento de los demás nos conduce a continuar nuestro trabajo hasta que todos sean liberados. Como el maestro espiritual que no se movió del océano de lágrimas, insto a todos a que perseveren en su determinación de enfrentar el dolor y sufrimiento donde quiera que éste se encuentre. Si queremos eliminar el caos de este mundo, nuestra disposición a ayudar no debe tener fin.

Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.

ADIOS A LA IMAGEN PROPIA


DEFENDER UNA IMAGEN PROPIA

A lo largo de los años has construido una imagen “idealizada” que llamas “yo” y defiendes.

Esta imagen incluye todas las cosas que deseas te conciernan. De ella están desterrados todos los aspectos vergonzosos, culpables y amenazantes que ponen en peligro tu confianza en ti. Pero esos mismos aspectos que intentas rechazar regresan como las voces más insistentes, más exigentes de tu cabeza.

Ese destierro da lugar al caos de tu diálogo interno y, por tanto, tu ideal se erosiona aun cuando haces todo lo posible por verte y sentirte bien contigo mismo.

Para sentirte en verdad bien contigo mismo, renuncia a tu imagen propia. Inmediatamente te sentirás más abierto, permeable y relajado.

Vale la pena recordar un comentario sorprendente del renombrado maestro espiritual hindú Nisargadatta Maharaj: “SI TE OBSERVAS, SOLO TIENES UN YO CUANDO TIENES PROBLEMAS”. Si esto te parece increíble, imagina que vas caminando por un vecindario en una zona peligrosa de la ciudad. A tu alrededor hay personas cuya mirada te pone nervioso. El sonido de acentos extraños te recuerda que eres diferente a ellas y sientes peligro. La percepción de amenaza provoca que te batas a retirada; te apartas y te constriñes. Esta táctica abre una brecha aun mayor entre tú y lo que temes. Pero esa retirada al yo aislado y constreñido no te protege de nada. Es imaginaria. Y al aumentar la brecha impides que ocurra lo único que podría servirte: la expansión a una sensación mayor de tranquilidad.

Maharaj sostiene que lo que llamamos “yo” es una contracción alrededor de un núcleo vacío, cuando en realidad fuimos hechos para ser libres y expansivos en nuestra conciencia.

LA IMAGEN PROPIA MANTIENE LA REALIDAD A RAYA, particularmente a nivel emocional. Muchas personas NO ADMITEN LO QUE EN REALIDAD SIENTEN. Su imagen propia les dicta que, por ejemplo, estar enojados o mostrar ansiedad no es permisible.

Estos sentimientos no se ajustan a “el tipo de persona que quiero ser”. Ciertas emociones parecen ser demasiado peligrosas para conformar tu imagen ideal, por lo cual adoptas UN DISFRAZ que las excluye. 

La ira y el temor reprimidos pertenecen a esta categoría, PERO TAMBIEN LA ALEGRIA INMENSA, EL EXTASIS Y LA ESPONTANEIDAD. Te liberas del control de la imagen propia cuando:

SIENTES LO QUE SIENTES
LAS COSAS DEJAN DE OFENDERTE
DEJAS DE EVALUAR COMO TE HACE VER UNA SITUACION
NO EXCLUYES PERSONAS A LAS QUE TE SIENTES SUPERIOR O INFERIOR
DEJAS DE PREOCUPARTE DE LO QUE PIENSAN DE TI LOS DEMAS
DEJAS DE OBSESIONARTE POR EL DINERO, EL ESTATUS O LAS PERTENENCIAS
DEJAS DE SENTIR LA NECESIDAD DE DEFENDER TUS OPINIONES

RELACIONES TOXICAS


Detener el sufrimiento
 
HAY TRES CLASES DE PERSONAS EN TU VIDA:

Las que te dejan sol@
Las que te ayudan
Las que te lastiman

LAS PERSONAS QUE TE DEJAN SOL@ consideran tu sufrimiento una molestia o inconveniencia; prefieren mantener su distancia para sentirse mejor.

QUIENES TE AYUDAN tienen la fuerza y la conciencia necesarias para hacer con tu sufrimiento más de lo que tú puedes hacer sol@.

QUIENES TE LASTIMAN quieren que la situación siga igual porque no les interesa tu bienestar.

Analiza honestamente cuántas personas de cada categoría hay en tu vida. Esto NO es lo mismo que contar amigos y familiares cariñosos. Valora a los demás únicamente según se relacionan con TUS DIFICULTADES. Luego realiza un conteo realista, toma la  siguiente actitud:

-         NO VOLVERE A CONTAR MIS PROBLEMAS A QUIEN PREFIERE DEJARME SOL@, no es bueno para ellos ni para mí. No quieren ayudar, así que no les pediré que lo hagan.

-         COMPARTIRE MIS PROBLEMAS CON QUIENES QUIEREN AYUDARME. No rechazaré ofertas sincera de ayuda por orgullo, inseguridad o duda. Pediré a estas personas que se unan a mí en sanación y haré de ellas una parte mayor de mi vida.

-         PONDRÉ DISTANCIA ENTRE MI Y QUIENES BUSCAN LASTIMARME. No tengo que confrontarlos, hacerlos sentir culpables ni convertirlos en causa de mi autocompasión. Pero no me permitiré absorber su efecto tóxico, y si eso implica mantener mi distancia, lo haré.