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sábado, 26 de mayo de 2012

LA TRISTEZA COMO MEDITACION

La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Has de trabajarla. Es muy fácil escapar de tu tristeza. Todas las relaciones son, generalmente, formas de escapar de ella; procuras evitarla. Y siempre está ahí, oculta… la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.

Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.

No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?

Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites. Recuerda esto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate… y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.

Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la trsiteza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reunes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.

Has de recordar esto: cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate… en voz alta… no tienes por qué preocuparte.

En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio.

Escúchalo. Cierra tus ojos. Siéntelo… percibe su textura… su fragancia. Y si te sientes feliz, canta y baila.

Osho

QUE ES LA MEDITACION?

La meditación no es una conquista, ya te pertenece, es tu naturaleza…

Sólo tiene que ser reconocida, sólo ha de ser recordada…


Meditar es estar en un lugar sin hacer nada, simplemente ser o estar; observando, siendo testigo de la existencia, de sus aromas, colores, sonidos, ritmos; percibir sin juicios, ni calificaciones, sin la mente…


Meditar es ir más allá de la mente, liberarte de los pensamientos, emociones y sentimientos que la constituyen, más allá de la mente está un testigo, un observador…


Al principio es la cosa más difícil: estar sin hacer nada, permitir la relajación sin esfuerzo para ello, entrar a un estado de no-hacer, para que ese estado permita fluir, vivir. Es un no-hacer para simplemente permitir que la vida suceda y ser testigo de ello…


Observar sin evaluar, sin decir nada, sin introducir la mente, observando con los ojos vacíos, siendo un ESPEJO que refleja la luna, las estrellas, los árboles, el sol, los animales, la vida misma; quedarte en silencio y recoger la mente, apagarla para estar ahí contigo mismo, sin todas esas ideas aprendidas, formuladas, que te fueron dadas y no son tuyas. Meditar es dejar de creer y poder saber…


Meditar es estar en silencio y a solas, es estar en el presente, vivir el presente; es hacer a un lado el pasado, romper con él y con su reflejo inmediato, el futuro. El pasado es tu recuerdo y el futuro es tu imaginación, todo lo que tienes en tus manos es el presente. Meditar es escuchar sin atender a los oídos, sin que la mente califique; vibrar con los sonidos, ser los sonidos; percibir al punto de ser la percepción misma y llegar al asombro como los niños, solo que con la conciencia de todo ello…


Al meditar no esperes, deja las expectativas a un lado, pues la mente no puede estar ahí, ya que si la mente está presente no hay transformación, no hay silencio…En la meditación no hay nada, no hay miedo, ni ego, ni dudas, no ambicionas, no compites; solo está presente el valor supremo de la vida: la libertad.

Si al sentarte en silencio observas que tu mente es un caos, entonces la transformación ha comenzado, has empezado a observar el caos de tu mente y ello provocará todavía más caos, hasta que en algún momento suceda, como un interruptor se apague y te quedes en silencio, y entonces el ser, el observador surja con todo su éxtasis y descubras el disfrutar, la dicha, el amor…

La meditación es dejarte ir, es la libertad; ese pequeño instante maravilloso que llamamos orgasmo es meditación; es un instante infinito de dicha y amor, donde te proclamas totalmente, de total entrega, donde convergen todas las sensaciones y a tu mente le es imposible describirlo; ese estado de dicha es intrínseco del ser humano lo llevamos siempre, solo es cuestión de permitirlo…


Meditación es entrar en ti y por fin reconocerte…

 Ramón Othón
Instructor de Meditación Activa

jueves, 24 de mayo de 2012

EL DOMINIO DE NUESTRA MENTE

EN ESTOS TIEMPOS QUE ESTAMOS VIVIENDO, DE TRANSICIÓN, DE NACIMIENTO. DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA NO DEJARNOS LLEVAR POR LOS CAMINOS POR DONDE NOS LLEVARÁN NUESTROS PROPIOS PENSAMIENTOS. AHORA ES UN TIEMPO EN EL QUE NUESTRO ESTADO ANÍMICO ONDULARÁ DE UNOS ESTADOS A OTROS, LO QUE LLEVARÁ A NUESTRA MENTE A PONER EXPLICACIONES RAZONABLES (PARA ELLA) A LO QUE SENTIMOS. BUSCARÁ EN SUS ARCHIVOS POSIBLES CAUSAS Y SE AFERRARÁ A LO MÁS FAMILIAR (ESTADOS DEPRESIVOS ANTERIORES, MIEDOS INTERNOS, ANELOS QUE CREEMOS NO CUMPLIDOS, ETC.). SENCILLAMENTE, NO LA CREAS. ELLA SOLO HACE SU TRABAJO; A LO QUE ESTÁ ACOSTUMBRADA: BUSCAR EN EL PASADO O ASPIRAR A ALGO FUTURO. PERO NOSOTROS NO SOMOS NUESTRA MENTE Y DEBEMOS APRENDER A VERLA COMO UN MERO INSTRUMENTO. NO PODEMOS DEJARNOS LLEVAR POR SUS CONSTANTES ENCADENAMIENTOS Y ASOCIACIONES DE IDEAS. LO QUE A MUCHAS PERSONAS SENSIBLES A ESTE CAMBIO NOS PASA, ES SIMPLEMENTE UNA TRANSFORMACIÓN, VOLVEMOS A NACER CON NUESTRA MADRE TIERRA, Y TODO NACIMIENTO ACARREA SUFRIMIENTO. ¡¡¡Y YA ESTA!!! NO HAY MAS.
NO OBSTANTE, AUNQUE LLEGUEMOS A ATISBAR LA RAZÓN DE LO QUE NOS PASA, DEBEMOS SEGUIR LIDIANDO CON NOSOTROS MISMOS PARA QUE EL CAMBIO SEA LO MENOS BRUSCO POSIBLE, A CONTINUACIÓN DETALLO POSIBLES MECANISMOS PARA RECOBRAR LA MENTE:

-SE UN OBSERVADOR PURO TODO ELTIEMPO QUE PUEDAS:
Mediante la observación de nuestros pensamientos se genera una energía penetrante y pura en la mente que permite ver a través de las apariencias, penetrar lúcidamente en los fenómenos y ver lo que realmente es. Una visión así es la única liberadora y, por supuesto, altamente transformadora. Cuando «vemos», por poco que se mantenga esa visión pura, la transformación se desencadena inevitablemente. Cada golpe de visión pura va mutando en profundidad. Ésta es una visión que es independiente de toda experiencia pasada o condicionamiento. Esta visión pura sólo es posible si emerge de una mente purificada con la meditación y a través de ella se obtiene la ecuanimidad total. La inteligencia primordial comienza a fluir. Es una inteligencia de orden superior que nada tiene que ver con la erudición o el conocimiento de datos. Es una inteligencia libre, con su propia energía de claridad y precisión, que nos enseña a responder con frescura según requieran las circunstancias y no a reaccionar mecánicamente, que nos muestra un camino de integración y no la vía del deterioro, que nos permite adiestrarnos en el amor consciente y no en la relación egocéntrica e infantil.

— LA MEDITACION
Mediante la meditación y el trabajo interior, que consiste en concentrarse y no implicarse en el juego de las ideaciones y sus reacciones creando más ideaciones, uno va poniendo término a esa alienación de la mente que impide el conocimiento puro y liberador. Basta con detenerse, pero la mente vieja ha tomado el hábito de la carrera compulsiva, huye y persigue, se resiste, va y viene, elige y divide, compara y mide, pero no es aquí y ahora. La práctica de la meditación drena y limpia el subconsciente, resolviendo la energía de los impulsos y agotándola; reacondiciona positivamente el subconsciente; desarrolla la atención pura, libre de interpretaciones y contaminaciones; acrecienta la conciencia y desencadena la comprensión clara.

— ACTITUD MEDITATIVA DURANTE TODO EL DÍA
Intentando estar todo el tiempo en una actitud meditativa, es decir, mente vacía de corrientes mentales, en un estado ecuanime y equilibrado que se consigue a traves del entrenamiento. De este modo, las actividades diarias se realizan a la luz de la conciencia, dándole así la batalla a la mecanicidad del subconsciente y logrando un ensanchamiento de la franja de la conciencia, lo que reporta vitalidad e intensidad a la mente y neutraliza los mecanismos ciegos, incoherentes y compulsivos.

-CULTIVAR SENTIMIENTOS BELLOS Y POSITIVOS.
Hay que eliminar los velos colocados sobre la lámpara interior, tantas pantallas y trabas. Nuestros condicionamientos internos, todo el fango que se almacena en el trasfondo de la conciencia, impide la relación fluida con nosotros mismos y con lo que nos rodea, impone sus interpretaciones, roba vitalidad al instante, falsea la realidad momentánea y retrasa la evolución interna. Cultivando en todo momento sentimientos positivos, transformamos poco a poco nuestro subconsciente y nos habrimos a una conciencia superior.

lunes, 21 de mayo de 2012

MEDITACION EN LA LUZ

medita2
Indicaciones para su práctica
Siéntate con la columna erguida, los ojos cerrados, y comienza a respirar lenta y profundamente por la nariz, enviando el aire a la parte baja de los pulmones. Siente en su abdomen el movimiento del aire.
Piensa en cada parte de su cuerpo, una a una, y vaya relajándolas conscientemente comenzando por los pies hasta llegar a la cabeza.
Luego, concéntrate en el punto que se encuentra entre tus ojos, el entrecejo, y allí visualiza una luz. Si no logras visualizar la luz facilmente, puedes ayudarte con una vela. Mira fijamente la luz de la vela encendida, y luego al cerrar los ojos, la imagen de la luz quedará allí.
Comienza por llevar esta luz hacia el centro de tu cabeza, ilumina tu mente para que tus pensamientos sean siempre puros y bellos.
Lleva la luz hacia tus oídos para siempre escuchar lo bueno, luego llévala a tus ojos y piensa en ver siempre solo lo bueno en las personas, en las situaciones, en la vida.
Lleva ahora esta luz a tu boca, para que todas las palabras que de ella salgan sean siempre sagradas y puras, piensa en que nunca una palabra tuya dañará o hará sentir mal a otro.
Luego lleva la luz a tu nariz, respira profundo,  siente que inhalas luz, tus pulmones se llenan de luz, y que de ahora en más cada vez que respires, vas a purificar y sanar tu cuerpo.
Llena toda tu cabeza de luz, cada parte, por dentro y por fuera, y luego comienza a bajar hacia el cuello, llena el cuello y hombros de luz, siente como se relajan aún más.
Continúa bajando esta luz por los brazos y manos. Visualízalos llenos de luz y pide que todo lo que hagan tus manos sea para servir a los demás, que nunca dañen, sino que ayuden.
Lleva la luz ahora hacia las piernas y pies, y visualízalos llenos de luz, y pide que siempre te lleven donde te necesiten, donde puedas servir.
Trae ahora la luz a tu abdomen, y visualiza cada órgano que allí se encuentra, lleno de luz. Una luz sanadora y purificadora.
Por ultimo, lleva la luz al centro del pecho y llena de luz tu corazón, que al llenarse de luz, se llena de más y más amor. Y comienza a expandir este amor desde el corazón, a tus seres queridos, visualízalos llenos de luz, y  envíales todo el amor.
Luego llena de luz toda tu casa y luego a  toda la ciudad. Visualiza todo el país lleno de luz, y luego todo el mundo como una gran bola de luz.
Por último visualiza todo el Universo lleno de luz, siéntete parte de él, ya no hay diferencia entre tu y el Universo entero, Todo es luz, todo es Amor, Todo es Uno.

TRASCENDIENDO LAS EMOCIONES NEGATIVAS A TRAVES DE LA MEDITACION

Para transformar nuestras negatividades necesitamos sólo contactar con ellas, en forma astuta y gentil. Verdaderas o falsas, no tienen solidez. Cuando nuestros pensamientos y conceptos cambian, nuestras actitudes también cambian, dejando disponible una energía flotante y libre. Es la energía que había sido bloqueada por la rigidez de nuestras negatividades. Mientras más soltamos sus ataduras, más energía fluye.
Cuando estás haciendo esfuerzos por controlar tus pensamientos es precisamente cuando llegan a ser más perturbadores. La mente se vuelve muy sensible cuando tratamos de trabajar con ella. Nuestra consciencia es entonces tridimensional. Cuando estás en cierta longitud de onda ocurren cosas no usuales frente a las cuales necesitamos estar alertas. La frustración siempre está en acecho, tentándonos y jugando con nosotros. Mientras más rápido abramos los ojos, más pronto podremos contraatacar las negatividades que aparezcan.
Fascinación y ansiedad:
Constantemente codiciosos, somos atraídos por lo que tienen los otros, quedando atrapados en una continua búsqueda y aferramiento. Nuestra mente, cansada y distraída, deja pasar las oportunidades de realización. Nos apegamos a los mensajes que nos envían las percepciones de nuestros sentidos y nos falta la calidez nutriente del flujo natural de nuestros propios sentimientos y sensaciones. Más que enfocarnos en ellos, lo hacemos en nuestros pensamientos acerca de las sensaciones que experimentamos, lo que no nos da mucha satisfacción. Cuando nos damos cuenta de esta situación, podemos ver que es causada por una sutil progresión psicológica: el querer alcanzar aquello que nos fascina conduce a la ansiedad, esta a la insatisfacción, y la insatisfacción nos lleva a un nuevo intento por alcanzar aquello que codiciamos. Estamos atrapados en esta progresión porque nuestros pensamientos sobre lo que nos fascina no pueden satisfacernos, ellos no tienen una sustancia real. No podemos cogerlos, es como ir hacia el final del arco iris. Mientras más los perseguimos, más ansiosos y frustrados estaremos.
Enfocamos nuestra mente en el gozo y la satisfacción, pero el camino que tomamos al tratar de alcanzar estas metas produce justo el efecto contrario. Nuestra mente salta de pensamiento en pensamiento, de los recuerdos del pasado a las expectativas del futuro, si es que no queda fijada en la imagen de algo que nos atrae obsesivamente. La mente casi nunca se centra en la inmediatez de la experiencia, que es donde yace la satisfacción.
Como el flujo de imágenes persiste, nuestra mente continúa produciendo una serie interminable de pensamientos acerca de esas imágenes. Este es el principal factor para establecer nuestra sensación de un ego que necesita “tener” y que necesita “hacer”. Aun en nuestra meditación, cuando tratamos de “no hacer”, sigue ocurriendo el mismo proceso.
En la meditación, sin embargo, este proceso es tan sutil que a menudo no nos damos cuenta de que ocurra. Podemos tratar de no tener ninguna expectativa ni pensamientos acerca de nuestra meditación, pero ellos pueden esconderse en el trasfondo de nuestra mente, manifestándose como un tipo de impaciencia, una espera por algo que tendría que ocurrir. Estos pensamientos no precisan ser muy fuertes para que el inconsciente estímulo de la expectativa y de la fascinación fluya como una ola dentro de nuestra consciencia. Mientras más fuerte sea este sentimiento, más poderosa, tensa y precipitada será la ola. Esto conduce rápidamente a la sensación de frustración y de ansiedad.

Al principio, nuestra meditación empieza disolviendo la sensación del ego que necesita “hacer”. Pero luego la mente persigue imágenes para compensarlo. La ansiedad aumenta, agravando el flujo de pensamientos e imágenes. Y tan pronto como nos quedamos envueltos en esta trampa del hacer”, sentimos una necesidad de contactar con imágenes, palabras, conceptos, objetos. Esta necesidad se hace más fuerte y ayuda a engranar de nuevo los condicionamientos. Todo esto ocurre tan rápido que no tenemos tiempo de pensar acerca de ello, debido al poder de la energía subyacente en nuestras expectativas y ansiedad.
La relajación puede lentificar esta tensa precipitación, Podemos relajar la mente disminuyendo la cantidad de pensamientos, creando un “tono” diferente que rebaje el grado de nuestra expectativa. Al conseguirlo y volvernos calmos y relajados, las ansiosas olas se transforman en pequeñas ondas.

Así, en tu meditación, vigila estrechamente tus pensamientos. La fascinación es una ola que se levanta. Observa cómo aparece. Tiene muchos rutilantes colores y es atractiva por naturaleza. Los buenos meditadores vigilan la ola como crece cada vez más alta hasta que comprenden cómo la fascinación nos estropea el momento. Ellos aprenden por qué las luminosas imágenes y las interesantes ideas nos distraen tan fácilmente. Podemos aprender a alterar el ciclo de fascinación y ansiedad dándonos cuenta del ir y venir de los pensamientos e imágenes. Expandiendo cada pensamiento y llevando su sensación a un nivel más profundo, podemos evitar sucumbir a la ansiedad, a aquella parte de nuestra consciencia que quiere moverse y hacer algo.
Podemos cuidarnos de ser absorbidos en el “hacer” que nos aparta de nuestra meditación, relajándonos y manteniendo nuestra actitud alerta. Cuando conseguimos mantener nuestro equilibrio y estar verdaderamente tranquilos en nuestra meditación, no importa qué pensamientos individuales aparezcan: la ansiedad y la fascinación pierden su poder sobre nosotros dejando que nuestra energía fluya suavemente.
El miedo y el dolor:
Mucho de nuestro sufrimiento es psicológico, nutrido por el miedo y por nuestra identificación con el dolor. Es importante romper la idea de que este es nuestro sufrimiento, nuestro miedo. Concéntrate en la sensación, no en el pensamiento acerca de ella. Concéntrate en el centro de la sensación, penetra en ese espacio. Hay una gran densidad de energía en él, la que resulta claramente distinguible. Esa energía tiene gran poder y puede trasmitir una valiosa claridad. Tu consciencia puede ir dentro de la emoción contactando esa pura energía, y así tu tensión se quiebra. Con gentileza y autocomprensión, controla esa energía; la fuerza no sirve. Prepárate lentamente, teniendo cuidado en no saltar de súbito en medio de la negatividad. Sé calmo y sensitivo, y observa cautelosamente la situación. De esta manera, toda emoción negativa puede ser transformada, porque la emoción es esa energía, y puedes emplearla de diferentes maneras.
Otras emociones negativas:
Por ejemplo, la ira. El antídoto es amor, compasión y paciencia; pero, hasta que seamos capaces de aplicarlo, debemos sentarnos a meditar nuestra ira, enfocando nuestra concentración en ella – no en su objeto – de modo de no hacer discriminaciones y no suscitar reacciones.
Procederemos igual cuando se trate de cualquier otra emoción perturbadora: concentrarse en ella, no soltarla; pero sin pensar acerca de ella o tratar de actuar en relación a ella. Sólo sentir la energía y nada más. Nosotros somos capaces de sobrepasar nuestros problemas cuando no reaccionamos a ellos, entonces pierden su sustancia y se transforman en obstáculos posibles de superar. En cambio, cuando somos atrapados por ellos, ya no tenemos libertad de escoger cómo enfrentarlos. Si estamos desvinculados y alertas, podemos manejar cada acontecimiento.
Mientras mejor comprendamos nuestras emociones, más aguda, profunda y clara llegará a ser nuestra lucidez mental. Finalmente, ya no necesitaremos usar nuestra mente consciente para liberarnos de nuestras dificultades. En un nivel de ser más alto, no necesitaremos razonar, sino utilizar nuestra intuición evolucionada. Para ello necesitamos un camino, un mapa, una instrucción. Todo eso lo encontramos a través del silencio y de la profunda relajación de nuestra meditación.
Las emociones tienen un valor, pero sólo cuando sabemos cómo usarlas para un crecimiento espiritual. Al conocer cómo tratar aun una sola emoción, es posible trascender todas las emociones. Esto es parte de la técnica por la cual podemos ayudarnos a nosotros mismos y a otros. Cuando hayamos comprendido que la energía aparece de diferentes maneras, podremos extraerla de las emociones por negativas que sean. Aprenderemos a relajar esas energías cuando ya no dividamos nuestras experiencias en positivas y negativas; todas ellas serán útiles si las consideramos como energía por capitalizar. Todas nuestras experiencias contienen dinamismo y poder, pero debemos desarrollar nuestra atención lúcida antes que podamos usarlas bien.
Tarthang Tulku
Traducido y extractado por Carmen Bustos de
Tarthang Tulku.- Openness Mind.- Dharma Publishing

miércoles, 16 de mayo de 2012

CONCIENCIA DE UNO MISMO

Conciencia de uno mismo
"Tener conciencia de uno mismo" es saber que uno existe. Mejor dicho, saber que uno es un individuo, una persona única, diferente de todos los demás. Es igual a conocer nuestra personalidad, a saber quiénes somos. Ser consciente de nosotros mismos es la forma más objetiva de conocernos; es decir, no de sentir quiénes somos, sino de saber quiénes somos.
La introspección es la herramienta para lograr esto. Saber quiénes somos es obtener una claridad mental increíble y poderosa. Por supuesto, conocernos completamente es imposible; pero gracias a la meditación introspectiva podemos llegar a conocernos bastante. Y conocer la esencia de nuestro Ser es el objetivo de todo filósofo, de todo artista, y de toda persona que quiera evolucionar espiritualmente.
Los maestros espirituales, de hecho, son quienes se dedican a la introspección por horas y horas cada día. Durante este proceso pueden llegar a sufrir mucho; hasta que nos encontramos, podemos sentirnos muy perdidos. Pero el haberse sometido por tanto tiempo a la búsqueda de su Ser es, justamente, lo que los convierte en maestros. No porque hayan descubierto nada demasiado impresionante, sino porque recorrieron el camino para llegar hasta allí, alcanzan un nivel de conciencia superior. Son sabios porque saben cómo superar los obstáculos, no porque tengan todas las respuestas.
Al contrario de lo que podría pensarse, tener conciencia de uno mismo no es una forma de apartarse del mundo. Es una forma de entender el mundo. Hay una frase popular que dice: "pinta tu aldea y pintarás el mundo". Esto quiere decir que al describir lo más propio y específico de nuestra comunidad, estamos describiendo procesos, sentimientos, situaciones, que son comunes a todos los hombres.
Cuando vemos una película ambientada en, digamos, la Francia del siglo XVIII, ¿por qué nos emocionamos? No vivimos en ese siglo, sólo lo hemos conocido por medio de la literatura y el cine, no enfrentamos los mismos problemas que las personas de ese siglo, no tenemos su mismo estilo de vida. Pero nos emocionamos porque el alma del ser humano ha sido la misma desde el comienzo de los tiempos.
Demos un ejemplo más claro: la mejor manera de comprender el dolor de los demás es comprendiendo el dolor propio. Cuando muere el padre de un amigo, y nosotros mismos hemos perdido a nuestros padres, podemos comprender por lo que esa persona está pasando. Por supuesto, habrá diferencias, pero el sentimiento de orfandad es uno solo y universal.
De manera similar, si conocemos la felicidad interna podemos vivir la felicidad en el exterior. Si estamos contentos con lo que somos, podemos estar contentos con los demás. Muchas parejas no funcionan porque uno de los dos miembros (y en algunos casos, los dos) están inconformes con lo que son. Con su carrera, con las decisiones que han tomado, con los sueños a los que han renunciado. Viven preguntándose "qué hubiera pasado si yo...". Están inconformes con su vida. Y cualquier persona que trate de formar parte de ella, resultará igual de insatisfactorio, se encontrará con un alma que está fijada en el pasado y no presta atención al presente. Sólo cuando nos relacionamos desde el amor podemos vivir el amor.
Dijimos recién que la introspección es una forma de conocer el mundo. Y en forma análoga, viajar es una forma de introspección. La literatura moderna y el cine (una forma de arte que no nació hasta el siglo XX) han trabajado este tema muchísimas veces. Es casi un lugar común contar la historia de una persona que ante una crisis de identidad, se sube a un auto y sale a la ruta, decidido a encontrarse. El viaje de una ciudad a otra es una metáfora del viaje interno hacia nuestro Ser.
Este género, en el cine, se llama road movie (literalmente, "película de ruta") y un buen ejemplo de él es el film Cuando huye el día, del famoso director Ingmar Bergman. Es la historia de un eminente profesor de medicina llamado Isak Borg, que viaja en un auto, acompañado por su nuera y tres jóvenes que estaban haciendo dedo en la ruta, hacia su vieja Universidad, donde se realizará un acto en su honor y recibirá un premio por sus 50 años como médico. En el camino, se ve inundado por recuerdos de su infancia y su juventud, que lo llevan a cuestionar las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida. Se da cuenta de que no es una persona cálida, de que se ha alejado de los demás, y de que ha perdido la alegría de vivir que tenía durante su juventud. Finalmente, su nuera le confiesa que está embarazada. A través del cariño que le profesan los tres jóvenes, y ante la perspectiva de un nieto que pronto nacerá, se da cuenta de que su vida no ha sido perfecta, pero que no ha sido inservible; gracias al amor de su familia, se da cuenta de que su vida ha valido la pena. Isak alcanza un nivel de satisfacción consigo mismo enorme. Pero eso sólo fue posible luego de que buceó en su interior y se encontró con su verdadero Ser. Cuando pudo aislar sus pensamientos, sus recuerdos, sus ideas, sus miedos, sus pesadillas, sus temores, separarse de ellos y ver su vida desde otra perspectiva, se encontró con una profunda sensación de plenitud.
Ver este tipo de películas es sin duda una actividad inspiradora para quien busca superarse a sí mismo. ¿Algunas otras de ellas? París, Texas, de Wim Wenders. Mi mundo privado, de Gus Van Sant. Lo opuesto del sexo, de Don Roos. Historias mínimas, de Carlos Sorín. Cleopatra, de Eduardo Mignogna. Sabiduría garantizada, de Doris Dórrie. Los secretos de Harry, de Woody Alien (que es una versión mas moderna de Cuando huye el día).
En estas películas, la distancia que los personajes ponen entre sí mismos y sus hogares representa simbólicamente la distancia que nosotros debemos poner entre nuestros pensamientos y nuestra conciencia, para no confundir lo que somos con lo que pensamos.
Sólo así podemos encontrarnos con nuestro Ser. Con el amor, la alegría, la plenitud que reside en nuestros corazones y espera que nosotros salgamos a buscarla.

Ejercicio de meditación

1) Asumimos la postura corporal y el mudra elegidos.
2) Cerramos los ojos y nos concentramos en nuestra respiración, sin modificarla aún.
3) Vamos reduciendo nuestro ritmo respiratorio, lentamente, tanto como nos sea posible.
4) No pensamos en nada. Cuando surge una idea, la reconocemos corno tal. No nos dejamos arrastrar por ella, simplemente decimos con nuestra voz interior "estoy pensando" y observamos desde afuera esa idea.
5) Esperamos en silencio. Vemos cómo esa idea se disuelve lentamente hasta desaparecer.
6) No pensamos en nada. Cuando surja otra idea, repetimos el paso 3.
7) Continuamos meditando hasta que podamos pasar varios minutos sin pensar en nada.
8) Observamos el silencio por tanto tiempo como deseemos.
9) Cuando estemos listos para finalizar, volvemos a concentramos en nuestra respiración.
10) Vamos recuperando nuestro ritmo respiratorio normal.
11) Abrimos los ojos, lentamente. Esperamos unos minutos en silencio antes de incorporarnos.
Nota aclaratoria:
Es posible que en las primeras sesiones no logremos pasar varios minutos sin que surja alguna idea; en estos casos, cuando hayamos aislado unos diez pensamientos, podemos poner fin a la meditación.
Con el paso del tiempo, y con la práctica, cada vez será más fácil identificar y aislar los pensamientos. Pronto, seremos capaces de llegar a la suspensión de los pensamientos después de tan sólo algunas aislaciones iniciales. Debemos ser pacientes y esperar que llegue este momento sin desanimarnos ni abandonar la práctica de la meditación.

sábado, 12 de mayo de 2012

¿QUE ES EL AMOR?


¿Qué es el amor?

El amor es la respuesta de a todo.

El amor no es una abstracción,
sino una energía de verdad.
Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.
Siente el amor.
Expresa el amor.
El amor disuelve el miedo.
Cuando se siente amor no puede temerse nada.
Como todo es energía,
y el amor abarca todas las energías,
todo es amor.

Nuestros corazones conocen el camino de la
felicidad y la paz interior.
Prácticas espirituales
como la meditación y la oración
nos recuerdan lo que ya sabemos.
Cuando nos olvidamos
del mensaje de nuestro corazón
y caemos en la rutina y en los baches de la vida,
nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nuestra perspectiva está borrosa,
hemos olvidado nuestro plan de vida,
 nos hemos perdido.

El remedio es sencillo.
Dedica tiempo a recordar tu divinidad,
 tu naturaleza espiritual.
Recuerda por qué estás aquí.
La meditación es una forma
de despertar la memoria.

La meditación
es el arte de poner la mente en blanco
 para acallar la cháchara perpetua
que normalmente llena nuestra conciencia.
En la tranquilidad de la mente silenciosa,
 empezamos a ser observadores,
 a tomar distancia y,
con el tiempo y la práctica,
 a darnos cuenta de que existe
un nivel de conciencia superior.


Dentro de nuestras formas humanas
hay un ser espiritual.

Nuestra parte espiritual nunca muere.
Jamás perdemos a nuestros seres queridos.
En realidad,
todos los seres humanos estamos conectados…
para siempre.


Cuando tenemos experiencias espirituales,
casi siempre evocamos la energía del amor.
Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada.
Es como un impulso de energía pura,
una energía que también posee atributos de gran fuerza,
 como la sabiduría, la compasión,
la eternidad y la conciencia sublime.

El amor es la energía más básica y dominante que existe,
Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo.
Es el componente fundamental de la naturaleza
que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.

La energía del amor es, en potencia,
 más fuerte que cualquier bomba
y más sutil que cualquier hierba.
Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar
esa energía tan básica y pura.
Cuando lo consigamos, podrá darse una curación
en todos los niveles, individualidad planetaria.

Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor.
Cuando comprendamos de verdad el concepto
de que el amor es energía que lo abarca todo
y que su impulso curativo puede transforma con rapidez
nuestros cuerpos, mentes y almas,
superaremos nuestros males y nuestros dolores..

Dios es paz. Dios es amor.
Nos hemos olvidado de que,
Puesto que hemos sido creados a imagen divina,
Dios esta en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y divinidad.
Sólo hay una religión, la del amor.
Sólo puede haber  una, porque sólo hay un Dios,
el Dios de todos nosotros.
Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino.
De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del amor.
Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos,
si vemos a la gente de otras religiones como iguales,
como almas como nosotros
que van camino del cielo, podremos
amar en un sentido auténtico, incondicional.
Todos somos lo mismo.
Todos remamos en la misma galera.
En nuestras muchas reencarnaciones,
hemos sido de todas las religiones, de todas las razas.

El alma no tiene raza, o tiene religión.
Sólo conoce el amor y la compasión.

Todos somos seres divinos.
Hace miles de años que lo sabemos,
 pero nos hemos olvidado.
Y para volver a casa
 tenemos que recordar el camino


Como los radios de una rueda de bicicleta,
todos los caminos indicados por las grandes religiones
llevan al mismo centro,
 a la devoción y la iluminación.
No hay un camino mejor o peor que otro.

Hay grandes verdades, belleza y sabiduría
en todas las grandes tradiciones religiosas.
No es necesario que abandonemos nuestra tradición.
Al fin y al cabo, unas prefieren las rosas,
y en cambio a otros les gustan más
 las flores silvestres o los girasoles.
Todas tienen su belleza propia
y Dios hace que el mismo sol las ilumine,
que la misma lluvia las alimente.
Son distintas, pero todas son especiales.

La lluvia cae sobre  malas hierbas
 igual que sobre las flores,
y el sol brilla en las cárceles
igual que en las iglesias.
La luz de Dios no discrimina,
y tampoco la nuestra debe hacerlo.

No hay un único camino,
 una única iglesia,
 una única ideología.
Sólo hay una luz.

Cuando caen las barreras,
 todas las flores pueden florecer juntas
en un jardín de esplendor sin igual,
un paraíso terrenal.

Recordar que somos almas,
que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la felicidad.
BRIAN WEISS

miércoles, 2 de mayo de 2012

La meditación y sus beneficios

La meditación y sus beneficios

“Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.” Dalai Lama.
Muchos hemos escuchado la palabra “meditación” y cada vez más a menudo se nos va haciendo familiar, pero ¿En que consiste y cuales serian sus beneficios?
La meditación es una práctica que permite al ser humano introducirse en el mundo interior de su propio ser, descubrir deficiencias emocionales y mentales, además de conocerse a si mismo y poder adquirir una conciencia más amplia de su propia existencia.
Normalmente vivimos en un estado de tensión y de nervios y la concepción de una cultura de lo externo, del consumismo y de la velocidad, donde nuestros problemas más profundos quedan relegados por otros más triviales y de menos relevancia.
Lo que las personas deben comprender es que no es una práctica “religiosa” u “oriental”, sino que  corresponde a la esfera de la misma esencia del ser humano como un ser espiritual, mas allá de la envoltura material; por ende, representa una herramienta de aspecto espiritual pero con tal repercusión en el plano físico que a los incrédulos sorprendería.
Por medio de la práctica habitual de la meditación se logra encontrar la respuesta a muchos interrogantes que, por otros medios, no podrían adquirirse y que son tan fundamentales para la persona que influyen en su felicidad o infelicidad.
La meditación puede resumirse como el “escucharse a si mismo”, direccionando el foco de la causa de los problemas que a diario padece una persona hacia su propio interior, dejando de buscar la solución por fuera, cuando el problema radica en algún desequilibrio interno que se manifiesta en algo externo.
El propósito de la meditación es pacificar y calmar la mente. Si mantenemos una mente apacible, no tendremos preocupaciones ni angustias y disfrutaremos de verdadera felicidad; pero si nuestra mente está alterada, no conseguiremos sentirnos felices aunque estemos rodeados de las mejores condiciones. Si nos adiestramos en la meditación, iremos descubriendo en nuestro interior una paz y una serenidad cada vez mayores y disfrutaremos de una forma de felicidad que se irá volviendo más pura. Finalmente, estaremos siempre contentos incluso ante las situaciones más adversas. Aprendemos a crear un espacio en nuestro interior y una flexibilidad y claridad mentales que nos permiten controlar nuestra mente sin vernos afectados por los cambios en las circunstancias externas. De manera gradual, desarrollamos una estabilidad mental, un equilibrio interior que nos permitirá permanecer siempre felices en vez de oscilar entre los extremos de la euforia y el desaliento.

Los beneficios de la meditación

En los estados meditativos profundos y realizados a conciencia y con cierta habitualidad se pueden alcanzar estados donde se pierde la noción del cuerpo físico y se puede experimentar la libertad del espíritu y alcanzar respuestas a interrogantes que la persona buscaba por mucho tiempo. Además se adquiere una mayor percepción de la vida ampliando día a día sus virtudes y reduciendo sus defectos y también destacando los beneficios en lo que respecta a la salud física y espiritual.
Deepak Chopra, un conocido médico y escritor norteamericano de origen hindú, expone que  “el estado fisiológico de los practicantes de la meditación experimenta cambios definitivos hacia un mejor funcionamiento. Cientos de hallazgos muestran una reducción en la respiración, un menor consumo de oxígeno, y una reducida tasa metabólica.  En términos del envejecimiento la conclusión más significativa es que el desbalance hormonal asociado con el estrés – que se sabe acelera el envejecimiento – se revierte. Esto a su vez desacelera e incluso revierte el proceso de envejecimiento… Mi experiencia con estudios llevados a cabo con personas que practican la Meditación Trascendental deja establecido que las personas que han practicado la meditación durante un buen número de años pueden tener una edad biológica de entre cinco y doce años menos que su edad cronológica.”

UNIENDO CONCIENCIAS


martes, 24 de abril de 2012

EL SEPTIMO CHAKRA

El séptimo chakra se conoce como Sahasrara y está ubicado en la coronilla. Se relaciona con el cerebro y la glándula pineal.
Es el centro de la sabiduría y la espiritualidad.
Este chakra se suele activar plenamente cuando la persona realiza un trabajo espiritual profundo. Su vibración o plena activación es la responsable del aura de la parte superior de la cabeza que presentan personas de gran humanidad.
El Sahasrara también es conocido como el Centro de Conciencia Cósmica, el "Yo soy". La persona cuando tiene este chakra en equilibrio tiene una sensación de liberación e iluminación. Hay una sensación de amor universal, de notar como en el universo todo es Uno. Nos aporta el concepto de Unidad.
Pero cuando hay desequilibrio nos sentiremos, en cambio, solos, desamparados. Es el concepto de Separación.

Hay otras pistas que nos dicen que nuestro séptimo chakra no está equilibrado:
  • Cuando el mundo espiritual no nos interesa en absoluto.
  • Cuando creemos que sólo hay una religión válida y las demás son falsas.
  • Cuando sólo nosotros estamos siempre en posesión de la verdad.
  • Cuando no nos regimos por ningún tipo de moral o de respeto hacia los demás.
  • Cuando te sientes siempre coartado para expresar lo que sientes.
Este chacra es el más sutil de todos. Se le llama también el de la Luz Blanca y se dice que es el nivel del alma.
Algunos especialistas afirman que este chakra es la referencia básica para regresar al cuerpo físico en los viajes astrales.
Su color es el violeta.

¿Cómo podemos equilibrar este chakra?

La meditación es una de las pautas más importantes para armonizar este chakra.
Vaciar nuestra mente de pensamientos a la vez que recitamos el mantra OM es un ejercicio muy potente.

También podemos hacer una visualización con un cuarzo transparente. Lo tomaremos suavemente en la mano y sentiremos como va llenando de una luz violeta o blanca (con la que nos sintamos más cómodos) cada uno de nuestros chakras. Al llegar al séptimo notaremos como va vaciando de pensamientos nuestra mente hasta sentir que somos Uno con el universo.
Por supuesto el tomar cada día consciencia de nuestros actos y pensamientos nos ayudará a avanzar. A medida que nos sintamos parte de cada persona y de cada uno de los seres de este planeta nuestro séptimo chakra irá incrementando su vibración.
Josep Vicent Arnau
Naturópata y Acupuntor