martes, 1 de mayo de 2012

La Gratitud y su Poder

Por EmilceShrividya
Tradución: Ivonne D’Albora
La Gratitud es una virtud que es necesario que cultivemos y desarrollemos constantemente. Es importante que se vuelva un hábito. La mayor parte de las veces, olvidamos agradecer y solamente reclamamos.
En lugar de herirnos, cambiemos esa actitud de víctima por una actitud positiva, agradeciendo desde que abrimos los ojos hasta la hora de irnos a dormir. Al hacer esto, abrimos nuestros corazones y nuestro entendimiento descubriendo las bendiciones pequeñas y grandes que recibimos cada día. Así logramos percibir bendiciones que no habíamos notado ni disfrutado hasta ahora. Comenzamos a darnos cuenta que muchas veces hemos sido protegidos, ayudados, amparados.
El sentimiento de gratitud nos libera de preocupaciones y nos brinda tranquilidad. Al agradecer nuestro corazón descansa, nuestra mente se aquieta, nos relajamos, dormimos mejor, y nos vemos libres de las tensiones de la vida moderna.
El agradecimiento sana las dolencias psico somáticas y las crónicas. Cura los dolores del alma como la depresión, la tristeza, la soledad, la melancolía, la baja autoestima, el insomnio y la ansiedad.
Recordemos siempre demostrar nuestro sincero agradecimiento a aquellos que nos ayudan.
Expresar agradecimiento es una fuerza muy poderosa; es un atributo natural de nuestra mente dirigida hacia la prosperidad.
Cuando desarrollamos este hábito, ponemos en funcionamiento la energía sanadora del Universo y cambiamos para mejor las circunstancias y el ambiente a nuestro alrededor.
Al agradecer lo que ya está materializado en nuestra vida, lo que nos rodea, lo que nos hace felices, lo magnificamos y lo conservamos para nosotros y para quienes están en nuestro entorno.
Es altamente importante agradecer. Para recordarlo, exiten “truquillos” bien fáciles; escribir pequeñas notitas que sembraremos por allí donde estamos frecuentemente, o en nuestros bolsillos, la billetera, nuestra agenda… Repitamos varias veces al día: “Gracias, Gracias, Gracias”, a Dios tal cual lo concibamos según nuestras creencias. Experimentémoslo y sintamos la felicidad, la calma y lo plenos que nos podemos sentir.
La práctica de la meditación y la relajación nos hace sentir el corazón agradecido porque purifican los modelos mentales, limpian la mente de emociones y sentimientos negativos que bloquean el sentimiento de gratitud.
Seamos sensibles a la belleza de la naturaleza. Despertemos nuestra percepción para disfrutar más de la hermosura del mar, de las sierras y montñas, de la vegetación, de las flores, las frutas y los árboles, de los ríos y las cascadas. Disfrutemos del canto de los pájaros; sintamos cariño y respeto por los animales. Agradezcamos a Dios por este Universo tan pleno de maravillas.
Sintamos profundo agradecimiento a nuestro Planeta, nuestra querida tierra, que nos dá todo, sin pedir nada a cambio. Hagámoslo de manera concreta, en acción, cuidando el medio ambiente, ayudando a eliminar la polución, preservando la naturaleza, reciclando la basura.
Es importante que nos conscienticemos al respecto. Si cada uno de nosotros hiciéramos nuestra parte en el proceso, por menor que sea, estaremos haciendo parte del cumplimiento de misión de la humanidad, ayudando a nuestra amada Madre Tierra.
Cuando depertamos a un sentimiento tan noble como es la gratitud, comenzamos a sentir agradecimiento por todo, por el aire que respiramos, por poder caminar, ver, oir, hablar y por el simple hecho de estar vivos.
Comenzamos a dar más valor a la vida y a la oportunidad de vivir, al regalo de haber nacido en esta Tierra para evolucionar espiritualmente. Al comprender todo esto, nos liberamos de sentimiento de rebeldía, de no aceptación.
Los Sabios nos enseñan a agradecer tanto lo que consideramos bueno, como lo no tanto; comprendiendo que todo ocurre para el mayor bien y que todo sigue un plan Divino. Dios quiere que saquemos enseñanzas de las dificultades para purificarnos y desarrollar virtudes en nuestro interior.
En lugar de reclamar y enfocarnos en faltas y defectos, podemos ver el lado positivo de las situaciones. Cuando no somos agradecidos, no somos capaces de sentir felicidad, porque permanecemos enfocándonos en lo que no tenemos y no en lo que tenemos y nunca tenemos suficiente.
A través de los conocimientos y de la práctica de la filosofía del yoga disolvemos la unión con el dolor, quedamos libres de la ignorancia y del sufrimiento. Aprendemos el camino que se va liberándonos del dolor de los deseos, de la preocupación, de la ansiedad, de los apegos y los aversiones, de la rabia, de la irritación y la insatisfacción.
Al conquistar la virtud de tener un corazón agradecido, respetamos a todos y al mismo tiempo no dejamos de discernir. Es el antídoto para el orgullo.
A través de la gratitud, sintonizamos con las bendiciones divinas y atraemos la buena suerte.
Dijo una vez Gurumayi: “cuando nos volvemosa agradecidos, recibimos más..cuando expresamos nuestra gratitud, recibimos aún más. Es una de las leyes de la Naturaleza.”
Cultivemos la gratitud. Sintonicémosnos con las vibraciones puras de Dios a través del agradecimiento sincero y profundo y muchos de nuestros problemas y karmas se reducen y recibimos más y más gracias Divinas.
Vivamos ahora esto; cerremos los ojos y respiremos tranquilamente. Dejemos que el aire salga y entre naturalmente.
Contemos las bendiciones que tenemos. Recordemos de todo lo que tenemos para agradecer.
Agradezcamos a Dios, la Fuente Divina de quien todo recibimos.
Agradezcamos la vida.
Agradezcamos nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Agradezcamos nuestros padres, nuestros hijos, familiares, amigos, a todas las personas y a todos los acontecimientos.
Recordemos todas las cosas buenas de la vida.
Permitamos que la gratitud disuelva nuestro cansancio, la tristeza y el karma.
Permitamos que nuestro corazón se vuelva suave y dulce a través de la gratitud y experimentemos el entusiasmo y la tranquilidad.
¡OmShanti!
¡Paz!

EL RENCOR DAÑA LA SALUD



El rencor es un mal sentimiento, pues cuando recordamos una ofensa o pensamos en la persona o circunstancia que la provocó experimentamos sensaciones molestas: frustración, dolor, ira, impotencia y ansiedad. Esa carga tóxica anega nuestra mente, se instala en nuestro organismo y nos provoca angustia e infelicidad.
Se ha comprobado que el enfado, el encono y el resentimiento son emociones que nos conectan directamente con la hipertensión arterial y otras enfermedades; además de producirnos molestias como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres.Pero ninguna de las incomodidades físicas que producen el odio y el rencor son comparables con el perjuicio que nos provocan en el aspecto psicológico: apagan el espíritu y nos desvalijan de energía positiva.

BENEFICIOS DEL PERDÓN


Los investigadores del tema aseguran que al perdonar se obtienen los siguientes beneficios:
- Disminución de los niveles de ira y hostilidad.
- Aumento de los sentimientos de amor.
- Mejor habilidad para controlar la ira.
- Incremento en la capacidad de confiar en otros.
- Liberación de los sentimientos asociados a eventos del pasado.
- Ayuda para evitar la repetición de ciertos de patrones negativos.
- Mejoría significativa en los desórdenes de índole psicológico y de la salud en sentido general.
- Beneficia tanto a quien lo otorga como a quien lo recibe.
- Fortalece y solidifica las relaciones.

¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL PERDONAR


Perdonar es gran un desafío, por el valor que concede nuestra cultura al YO y al EGO. Se nos hace ver que perdonar es un símbolo de debilidad. Pero no es cierto, porque olvidar una ofensa, ultraje, escarnio, injuria, insulto o maltrato es un acto valiente que lleva implícito una gran integridad. Si bien perdonar es un acto que resulta tan positivo y terapéutico muchas personas se niegan a hacerlo por varias razones, entre ellas:
- Piensan que esta actitud es una manera de demostrar que "tienen la razón"
- Consideran que es una forma de controlar la situación o de mantener cierta ilusión de control.
- Lo utilizan como un medio para evitar la intimidad.
- Tratan con eso de eludir sentimientos más profundos de tristeza, desesperación, dolor, abandono y rechazo.
- Estiman que es una forma de hacerse escuchar, castigar o de desquite.
- Utilizan esta actitud como para insistir en que el problema es suyo, no de otra persona.
- Entienden que actuando así logran que la vida continúe tal como está y evaden la claridad que podría proporcionar un cambio al cual temen.

¡FUERA EL RENCOR!
Caroline Myss, autora del best seller "Anatomía del espíritu", afirma que mantener vivo el rencor es como si te hubieran hecho una herida física y a cada instante la abrieras para sentir lo terrible y dolorosa que es.
El psicólogo norteamericano Michael E. McCullough y su grupo de colaboradores estudiaron la personalidad de los vengativos, los procesos y aptitudes que requiere el perdonar y los efectos saludables que de ahí se derivan. g Concluyeron también en que perdonar puede optimar la calidad de vida, la presión arterial, el sistema inmune y prevenir la depresión, la ansiedad. Los textos sagrados de distintas religiones, como el budismo, el hinduismo y el cristianismo, aconsejan la absolución y la gracia del perdón ante las ofensas sufridas. De manera, que en la dimensión de nuestra vida como creyentes es aconsejable que sepamos perdonar para así obtener la gracia divina.

El perdón nos ayuda a reducir el resentimiento, el enojo y la irritación; sentimientos que desarrollan en la persona un sentido de culpa, zozobra e agitación. El rencor, el coraje y el deseo de venganza dañan el cuerpo y el alma, porque provocan emociones negativas en el cerebro e impiden un funcionamiento sereno y equilibrado.
¡Perdonemos! porque el perdón es un instrumento de reconstitución y encuentro y a través de él no solo vamos a favorecer nuestra salud física sino también para calmar nuestro espíritu, lograr la paz interior y la gracia divina.

lunes, 30 de abril de 2012

EL RESENTIMIENTO

Probablemente, en alguna etapa de nuestra vida hemos experimentado, sentido resentimiento por algo que nos ha afectado y que consideramos que nos desarmonizó, defraudo,  y emprendemos acciones contra ello, con ira, rabia, odio a fin de hacer justicia por lo acontecido.
 Lo cierto, que el resentimiento aflora y da paso a acciones que muchas veces  conllevan actuar de una forma no correcta, pudiéndose manejar por otras vías, de tal forma que perdonemos, aprendamos y ello nos ayude a crecer.
Los resentimientos son sentimientos negativos que tenemos hacia alguna persona. Perduran porque, o bien no se han resuelto con la persona implicada o bien no tienes claro que quieras superarlo
 Hay abundancia de escritos y opiniones sobre ello, que permiten ampliar el alcance y repercusiones que el resentimiento genera, por qué  se produce y como superarlo, por ejemplo René  Rivera Rodríguez, nos indica, como lo señala Dorsch ("002: 704_705), que se entiende  el resentimiento generalmente en el sentido de rencor sordo, frecuentemente inconsciente, de envidia u odio impotente, que se manifiesta en criticas, comentarios o insinuaciones que desprestigian a la persona que es objeto del resentimiento"
Por su parte  Muñoz (2002) comenta,  que el resentimiento es:
- Evocar un sentimiento de hostilidad contra una persona o personas que consideramos que nos han tratado mal.
- Rencor reprimido sobre un acontecimiento negativo que te ha sucedido.
- Molestia, agitación emocional que siente siempre que se habla de una determinada persona o acontecimiento.
- Incapacidad para perdonar, incapacidad de dejar pasar y olvidar.
- La base de la desconfianza y sospecha que sienten al tratar con personas o  acontecimientos que les produjeron dolor en el pasado.
- Dolor emocional no resuelto que se siente cuando no se logra aceptar una pérdida.
- El malestar sentido después de gastar mucho esfuerzo y energía para alcanzar algo que finalmente se pierde.
- El resultado de pensar que se fue víctima de un trato injusto sin la resolución del problema.
- El sufrimiento prolongado y en silencio cuando una expresión abierta de dolor es indeseada.

- El rencor hacia una persona o grupo que se considera que ha impedido lograr ciertos objetivos.
- Sentirse ofendido cuando una persona o un grupo ha ignorado o negado tus derechos.
- En ocasiones da lugar a depresión y al suicidio.
Por supuesto, es muy importante  saber cómo se manifiesta el resentimiento, al respecto Muñoz (2002) dice que el resentimiento se manifiesta, cuando la persona desplaza este hacia una persona o grupo de la manera siguiente:
Pone mala cara disimuladamente ante la presencia o mención de la persona que es objeto del resentimiento.
Sentir malestar cuando la música, una película, o un programa de televisión le recuerdan las interacciones desagradables que ha tenido con ellos.
Habla de una manera burlona, de hostilidad o degradante de él, ella o de ellos.
Tienen pesadillas o pensamientos desagradables sobre la persona o personas.
Se ve bloqueado en sus esfuerzos de crecimiento personal sin saber por qué.
Siente cólera sin razón aparente.
Se siente deprimido, abatido, y confundido cuando intenta superar estas experiencias frustrantes.
Evade cualquier tema que esté relacionado con su último enfado o malestar acerca de esas personas.
En el ámbito criminal encontramos a sujetos con las siguientes manifestaciones conductuales:
- Su agresividad puede encontrarse reprimida o manifiesta hacia las personas y hacia la vida.
- Pasan maldiciendo las circunstancias y retos que les pone la vida.
- El control de sus impulsos es inadecuado.
- No logran identificar lo inadecuado y consecuencias de sus actos.
- Manejan una nula, laxa o distorsionada escala de normas y valores.
- Labilidad afectiva.
- La mayoría se muestra indiferente ante la vida y ante sus actos.
- No aceptan los errores de sus actos.
- Muestran inmadurez e irresponsabilidad.
Muy interesante es el agregado que indica lo relevante de tomar en cuenta los efectos negativos del resentimiento no resueltos, es decir, cuando no se logra resolver el resentimiento:
  • Hipersensibilidad y odio cuando se recuerda a la persona o personas que lo afectaron.
  • Se tiende a negar o reprimir cualquier sentimiento de ira u odio hacia esa persona.
  • Sentimiento de decepción, provocado o encolerizado cuando las personas contra quienes guardas resentimiento son reconocidas por sus logros.
  • Recriminación y rechazo por la actitud hostil, cínica, y sarcástica, la cual se convierte en una barrera entre nosotros y las personas con quienes deseamos establecer una relación sana.
  • Estancamiento en el desarrollo personal
  • .Se rechazan y menosprecian todos los intentos de los demás para conseguir que se trabaje en el perdón, para olvidar ofensas y daños pasados.
  • Resistencia a no resolver los conflictos no resueltos con la persona o personas para sentirse libre y seguir con nuestra vida.
  • Dificultad en expresar nuestros sentimientos y confiar en otras personas, especialmente en nuevas relaciones.
  • Baja autoestima e inadecuado autoconcepto de nuestra persona.
  • Ideas estúpidas e irracionales.
Por otra parte, nos aporta nos aporta sobre este tema Sofía Roepke, que consideremos, que una de las emociones negativas más frecuentes y más difícil de superar es el resentimiento. Aquellas personas que nos han hecho daño siguen siendo nuestros deudores aunque haya pasado mucho tiempo. No importa que estén muertos o con vida, ya que el dominio del oscuro recuerdo no respeta fronteras. Tampoco hay diferencia en que el odio y el deseo de venganza se anuden en nuestro corazón desde la niñez o desde el ayer reciente. Nuestro tiempo psíquico es inmóvil. Por eso siempre estos recuerdos acechan, para surgir disfrazados de distintos temores cuando la oportunidad se presenta propicia. Esos temores son el veneno que debemos probar cada vez. El recordar a los que nos han causado sufrimientos, como también hechos y circunstancias dolorosas, abren de nuevo nuestras heridas. Repasamos con amargura esas situaciones y la idea de desquitarnos puede obsesionarnos. Pero debemos considerar el hecho de que siempre es mejor vivir el presente que quedarnos atrapados en un pasado doloroso lleno de resentimientos y culpas.
Finalmente, Daniel Mercado, comenta al respecto, que  recordemos que Scheler definió el resentimiento como una intoxicación del alma. Este veneno anímico se instala por dos mecanismos muy emparentados: la envidia y la injusticia.
Se resiente aquel que percibe para sí un derecho a tener lo que otro posee. Se produce por un falaz igualitarismo que cree que todo es para todos y tiene como trasfondo el deseo ávido de acumular, muy parecido al consumismo en auge.
Pero se resiente también el que sufre una injusticia, aquel al que se le quita, con o sin violencia explícita, un bien que poseía, una propiedad, la libertad o la dignidad.
Ambos resentimientos comparten la percepción de la injusticia y despiertan el deseo de eliminarla, lo que sin duda los puede hacer valiosos.
Ruth Muñoz no recomienda afrontar el resentimiento, porque continuar alimentando un sentimiento negativo durante mucho tiempo tiene un tremendo coste físico y emocional. Además este resentimiento rara vez afecta directamente a la persona que lo provocó, por el contrario es la persona que lo mantiene quien sufre las consecuencias negativas de éste.
Sugiere, Identificar qué se  puede hacer para mejorar la situación; Examina la situación desde la perspectiva de la otra persona; Examina las  propias creencias o pensamientos; En ocasiones, obtenemos beneficios de tener sentimientos negativos.