La meditación y sus beneficios
“Practiquen la meditación. Es 
algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede 
abandonar, y los beneficios son inmediatos.” Dalai Lama.
Muchos hemos escuchado la palabra “meditación” y cada vez más a 
menudo se nos va haciendo familiar, pero ¿En que consiste y cuales 
serian sus beneficios?
Normalmente vivimos en un estado de tensión y de nervios y la 
concepción de una cultura de lo externo, del consumismo y de la 
velocidad, donde nuestros problemas más profundos quedan relegados por 
otros más triviales y de menos relevancia.
Lo que las personas deben comprender es que no es una 
práctica “religiosa” u “oriental”, sino que  corresponde a la esfera de 
la misma esencia del ser humano como un ser espiritual, mas allá de la 
envoltura material; por ende, representa una herramienta de aspecto 
espiritual pero con tal repercusión en el plano físico que a los 
incrédulos sorprendería.
Por medio de la práctica habitual de la meditación se logra encontrar
 la respuesta a muchos interrogantes que, por otros medios, no podrían 
adquirirse y que son tan fundamentales para la persona que influyen en 
su felicidad o infelicidad.
La meditación puede resumirse como el “escucharse a si mismo”, 
direccionando el foco de la causa de los problemas que a diario padece 
una persona hacia su propio interior, dejando de buscar la solución por 
fuera, cuando el problema radica en algún desequilibrio interno que se 
manifiesta en algo externo.
El propósito de la meditación es pacificar y calmar la mente. Si 
mantenemos una mente apacible, no tendremos preocupaciones ni angustias y
 disfrutaremos de verdadera felicidad; pero si nuestra mente está 
alterada, no conseguiremos sentirnos felices aunque estemos rodeados de 
las mejores condiciones. Si nos adiestramos en la meditación, iremos 
descubriendo en nuestro interior una paz y una serenidad cada vez 
mayores y disfrutaremos de una forma de felicidad que se irá volviendo 
más pura. Finalmente, estaremos siempre contentos incluso ante las 
situaciones más adversas. Aprendemos a crear un espacio en nuestro 
interior y una flexibilidad y claridad mentales que nos permiten 
controlar nuestra mente sin vernos afectados por los cambios en las 
circunstancias externas. De manera gradual, desarrollamos una 
estabilidad mental, un equilibrio interior que nos permitirá permanecer 
siempre felices en vez de oscilar entre los extremos de la euforia y el 
desaliento.
Los beneficios de la meditación
En los estados meditativos profundos y realizados a conciencia y con 
cierta habitualidad se pueden alcanzar estados donde se pierde la noción
 del cuerpo físico y se puede experimentar la libertad del espíritu y 
alcanzar respuestas a interrogantes que la persona buscaba por mucho 
tiempo. Además se adquiere una mayor percepción de la vida ampliando día
 a día sus virtudes y reduciendo sus defectos y también destacando los 
beneficios en lo que respecta a la salud física y espiritual.



